30 diciembre 2005

CARTA AL FUTURO

Llegará el tiempo, en el que un candidato a cualquier cargo, a cualquier reelección en el cargo, por ejemplo a President del Consell, que está más a mano, lleve como punto más destacado de su programa electoral, el trato de abordar solo lo que esté en marcha, y de no caer en la tentación de prometer la acometida de obras babilónicas. Que su empeño máximo sea mantener, consolidar, mejorar lo que ya se tiene. Que no tienda ni un metro más de vías de metro, sin antes haber renovado el material rodante y fijo existente. Que no abra ni una estación más, sin haber hecho accesibles todas las actuales y haberles lavado al menos la cara un par de veces. Que no presuma de más autovías, sin haber eliminado puntos negros y travesías atascantes. Que no descubra placas conmemorativas, en nuevos espacios culturales, sin haber llenado de contenido los continentes del presente. Que no se lance a la carrera de que todo tenga que ser lo más grande de España, de Europa, del Mundo, mientras que haya alumnos en barracones provisionales-permanentes, mientras que ande renqueante la sanidad pública o a las mesas de los bienestares sociales les falten unas cuantas patas. Que no adquiera más mega compromisos sin haber estabilizado la enorme deuda que se arrastra desde los años de “nuevos ricos”. Que Canal Nou cumpla las objetivos que justificaron su creación. Que impida que en nuestra Comunidad haya más pelotazos, a costa de todos, que en un frontón “24 horas”. Que piense en el mañana, pero también en el hoy. Que las metas sean algo más que una colección de fotografías cortando cintas inaugurales. Que las urnas no se puedan alimentar solo con el humo del boato. Que no se empeñe, una y otra vez, en levantar museos a la nada, ni en pagar asesoramiento millonario al primer filibustero que pase por la puerta. Que tras las fachadas de cartón piedra de los eventos, quede algo útil. Que todo sea posible, que esta carta no se confunda con una inocentada.
Sea el candidato que sea, del partido que sea, cuando sea, si propone este programa tan sencillo, que no tema quedarse solo, aunque ya seamos cenizas dispersas en las aguas del Tirreno o frente a la vieja Altea, haremos lo imposible por regresar y votarle.
Fernando Martínez Castellano 29 Diciembre 2005
Publicado en Las Provincias el 30 Diciembre 2005

26 diciembre 2005

LOS AMIGOS INVISIBLES

Los sanvalentines, días de la madre, del padre, la primavera y las rebajas, son hijos mantenidos y engordados por los grandes almacenes, como también está muy claro que lo del “amigo invisible” es producto de los “todo a cien”. Cuando se apaguen todas las comidas y cenas que se celebran estos días, las estanterías de los “chinos” deben de quedarse limpias de esos trastos que no sirven para nada. En lo del “amigo invisible”, igual te cae un sacacorchos con música, que unos servilleteros con lucecitas. Un año de estos, se va a convocar un concurso nacional para ver quien ha recibido el regalo más hortera. Como dice Luis Gil, menos mal que no recibimos obsequios ni de los “enemigos”, ni de las cuñadas agresivas.
Sin querer, hablando de “amigos invisibles”, me estoy acordando de Juan Soler, Presidente del Valencia CF Sociedad Anónima Deportiva y de Joan I. Pla, Secretario General del PSPV. No hace falta echar mano al Mago de Cefalu, que solo acierta las terminaciones, para barruntar que hay muy serias tentaciones, materiales y de las otras, para moverles sus respectivos sillones de Mestalla y Blanquerías. Los dos, cada uno por su lado obviamente, deben de cuidarse de sus amigos visibles y de los tapados. De los llanos, aunque sean en cuesta y de los palmerales. Los alcaldes aburridos llegan a dar muchos dolores de cabeza.
Los multimillonarios negocios en euros que se van a mover en torno a ,os Mestallas, el Viejo y el Nuevo, son bocados demasiado apetecibles como para que no hayan movimientos telúricos en torno al control, directo o indirecto, de la Presidencia del equipo de fútbol más representativo de la ciudad. Los intereses económicos que van a rodear a la construcción, explotación y más y más del nuevo estadio, provocan toda clase de rumores, de opacidad, de vete a saber quien está detrás de cada una de las empresas que optan al pastel, de compra de favores, de “engrase” de puertas, de “tapados, de “amigos invisibles” que andan ya haciendo algo más que regalos de “todo a cien”.
Pla, ni tiene estadios que construir, ni acciones que recomprar, pero con sus silencios, con sus desapariciones, está dando pábulo a la creencia de que él es el que está promoviendo a su propio “tapado”.
Fernando Martínez Castellano 22 Diciembre 2005
Publicado en Las Provincias el 23 Diciembre 2005

20 diciembre 2005

MAQUETAS Y BRONCAS

Lo de los disimulos está tan a la orden del día que vamos sustituyendo aquello de “tirarse los trastos a la cabeza”, o “tener muy mala baba”, por algo que suena más fino, “la crispación”, pero solo la palabra en si, crispación, repetida tantas veces como se está repitiendo en estas últimas semanas, acabará produciendo por si sola, Crispación. Le llamemos como le llamemos, de nada hacemos un castillo y de menos que nada una estupidez. No se si es por contagio televisivo, pero parece como si ya no se supiera hablar, como si el gruño fuera imprescindible. Y no solo pasa en los telediarios. Hay demasiado “broncas” por ahí suelto, metiendo la pata cinco veces por minuto. Todo se convierte en trascendente, de cualquier cosa, opinión, debate, decisión, salen orgullos heridos, como si pendiera el futuro de la humanidad.
Ahora, entre otros, toca enzarzarse con el nuevo campo de fútbol, el nuevo Mestalla. Y nos enzarzaremos, y tanto que lo haremos, ¡pues buenos somos los valencianos para perder la ocasión!.
A lo peor, es que está contribuyendo, a eso de la discusión, la percepción de escasa transparencia y el runruneo de intercambios de favores entre el Equipo de Gobierno Municipal, que nos representan a todos, y el Consejo de Administración del Valencia CF, que representa a los accionistas de una Sociedad Anónima deportiva.
Si faltaba algo, tras la presentación de las maquetas, con lo sufridas que son las maquetas, se está diciendo, que por ahí hay quien va comprando favores y opiniones para decantar la cubierta del estadio, y el mismo estadio, hacia el murciélago o la abeja maya.
Esta Valencia, que hace unos años era experta en heráldica, luego dominó todas las lenguas y gramáticas, ahora se nos va a destapar como gran experta en cubiertas y estadios. Poquitos, se van a parar en reflexionar en el transito de la maqueta a la obra, de la ilusión a la realidad, en todos los pros y los contras de estas enormes basílicas del presente.
Luego vendrán, seguro que vendrán, los sesudos debates sobre el nombre más apropiado para el nuevo estadio. Esperemos que a nadie se le ocurra hacer, o proponer, como han hecho en Benidorm con su pabellón deportivo al que han bautizado con el nombre de Eduardo Zaplana.
Fernando Martínez Castellano 15 Diciembre 2005
Publicado en Las Provincias el 16 Diciembre 2005

09 diciembre 2005

EN TRANSITO

Hay que ver, como han nacido y crecido los negocios, en torno a las fiestas, de cumpleaños, primeros besuqueos, pedidas de mano, despedidas de solteros, bodas al estilo Miami, divorcios modelo Las Vegas, implantaciones de silicona, segundas nupcias, primer análisis con colesterol, subidas de tensión, jubilaciones anticipadas, bonobús gratuito, admisión en el Hogar del Jubilado, entierros con bebida y tapeo como en las películas americanas, etc, etc, además de todo esto, hay quien ha pensado que aun se pueden organizar más episodios.
Ahora mismito finos expertos, han cazado el filón que hay en lo de los tránsfugas políticos. El negocio promete. “En tránsito” es el nombre de la primera firma valenciana que se va a dedicar al asunto. Son como los agentes de los futbolistas, pero en versión Diputado autonómico y Concejal. Su lema de trabajo lo dice todo, aunque no suena bien, “Si llega la tentación, póngase en nuestras manos, máxima cautela”. Ya han hecho un correo masivo ofreciendo sus servicios a todos los electos en la Comunidad Valenciana, más tarde ampliarán al resto de España. El tránsfuga profesional ya sabe que si aparece la tentación en forma de recalificación, moción de censura y similares, solo tiene que marcar un número de teléfono. “En tránsito”, se encargará de todo. Negociará, qué importan ideas, la pela es la pela, esconderá al “saltador”, le organizará un guión para su reaparición, le elaborará una lista de argumentos para justificar la reconversión, le montará una rueda de prensa y unas páginas en el Hola, le maquillará para que en su rostro se reflejen los momentos de aflicción pasados, le cambiarán el peinado, le preparan una sesión fotográfica con el líder del partido que le acoge en su seno, le inventaran una biografía en la que se destacará que siempre quería haber entrado en esta organización política por la que al fin ha fichado.
“En tránsito” también hará la oferta a los partidos, ¿Qué y donde necesitan un converso?.Se lo proporcionaremos con “cante” y baile incluidos.
Pero nos cuenten lo que nos cuenten, los gabinetes de imagen, los “En tránsito”, todos los tránsfugas son unos desvergonzados y aquellos que les dan refugio, aun más, sean del color que sean.
Fernando Martínez Castellano 2 Diciembre 2005
Publicado en Las Provincias el 9 Diciembre 2005

02 diciembre 2005

PATRAIX

Carmen Tejeda es de esas personas que desconecta los fusibles de toda la casa, antes de cambiar una bombilla.. Le tiene más que miedo a la electricidad y su misterio. Carmen, como muchos de sus vecinos está un poco acongojada con esto de la ampliación de la sub-estación que Iberdrola tiene en Patraix, y aun más con los cables, como boas, que enterraron ante su casa, por los que discurrirán miles de voltios cada hora, cada día. Carmen, que no entiende de voltios, vatios ni amperios, ni puede hacerle una OPA a la compañía eléctrica, es una más de los ciudadanos que se manifiestan, desde hace unas cuantas semanas ante la “fábrica de la luz”.
Carmen sabe que los pitos, las cintas negras, los encadenados a la valla, los fríos de la mañana, el que los miren de reojo, incluso los cortes de tráfico en la calle Gaspar Aguilar, no llegan ni a las altas instancias ni a los consejos de administración y teme que lo único que pueden conseguir es el aburrimiento e incluso el cabreo de muchos de sus convecinos a los que parece molestarles que una piedrecilla rompa la tranquilidad del lago dormido, la insolidaridad.
Carmen se asombra al comprobar que haya quien jure en chechenio porque en el balcón de su casa le caga, una de las incontables palomas turcas que andan revoloteando por ahí y esa misma persona, tan sensible para lo suyo, se quede entre sulfurado e irritado ante las quejas de ella y cuantos se manifiestan ante la sub-estación de Patraix. Y muy pocos son los que tienen en cuenta, que el Gobierno Municipal, el Consell, el Ministerio de Industria, los estén llevando a mal traer, lanzándose, los unos a los otro, las culpas de haber dado unos permisos, cuando a lo peor no se deberían de haber dado, cuando a lo mejor han sobrado silencios y han faltado explicaciones.
Carmen, se pregunta, que si todo está tan claro, si no afecta nada a nada, ¿a qué viene lo de pasarse la patata caliente de las autorizaciones de ampliación, de la dichosa sub-estación, del PP a PSPV y del PSOE a PP?.
Carmen sospecha que el desconocimiento, las exageraciones, solo sirvan para convertir la buena fe de los vecinos en carne para la demagogia y para ocultar los otros problemas y carencias que tiene el barrio de Patraix.
Fernando Martínez Castellano 30 Noviembre 2005
Publicado en Las Provincias el 2 Diciembre 2005

25 noviembre 2005

BANDARRAS Y BANDURRIAS

Fuentes bien informadas me han asegurado que los grandes partidos, van a poner en marcha un experimento para elaborar las listas electorales del año 2007. Algo así como OT pero al revés.
Hartos de infidelidades, de lenguaraces que rajan por las esquinas, de tránsfugas que se van con el primero que les susurra palabras de amor al oído, ahítos de que les pongan cuernos políticos con la primera recalificación que aparezca, han decidido cortar por lo sano. Nada de que los pretendientes a figurar en las listas sean recomendados de la señora muy señora del Jefe, nada de que tengan más rollo que una fabrica de papel higiénico, los estrategas del PP y del PSOE han coincidido en la prueba de la desafinación musical.
Se ha constatado que los últimos tránsfugas, esos que han sonado en los medios, esos que han provocado que se acordasen de su santa madre, tenían una común inclinación por lo musical. Se empieza a relacionar la infidelidad política con ciertas habilidades en la cuerda, el viento y el (vil) metal.
De Maruja Sánchez, aquella que con su salto de pértiga pasó de los socialistas a los populares, le dio la alcaldía de Benidorm a Eduardo Zaplana, y ¡Oh casualidad! se enchufó de por vida, de ella se dijo que era vocalista o boca lista.
A Tamayo y Saez, mesetarios ellos, les decían que eran unos tunos, fino sinónimo de pillos, bribones o truhanes.
Del último ejemplar conocido, en el arte de secuestrar la credencial, se ha destacado su dominio de la armónica y nada más.
Hay muchos más trásfugas, muchos más dinamiteros, de alguno de los cuales también se tiene constancia de interesadas inclinaciones por el cante y baile.
Pero si hay bandarras que cantan “el si te he visto no me acuerdo”, también hay quien recibe con brazos y bolsillos abiertos a estos desvergonzados “refugiados políticos” subastadores de sus miserias. Como siempre hay más trasfondos económicos que políticos en esos extraordinarios cambios de trincheras, vamos a dejar las caídas del caballo, las conversiones instantáneas, las destapadas de corrupciones que no les dejaban ni dormir, a páginas de la historia muy lejanas, a santos varones, que poco tienen que ver con todos estos tanguistas que orlan los horizontes hispanos.
Fernando Martinez Castellano 25 Noviembre 2005
Publicado en Las Provincias el 28 Noviembre 2005

PUENTES Y GOTERAS

Estamos en días de conmemoraciones, días de algodón y jabón, primeros días de lo que, antes de los cambios climáticos, se llamaba Otoño. Al fin, las deseadas lluvias, y con ellas las evitables goteras. Lluvias, que sin llegar a “gota fría, dejan al aire vergüenzas y vuelven a destacar las eternas dudas sobre el control de calidad que se ejerce, o debería de ejercerse, en las sub-sub-sub-sub-contratadas obras, pagadas con los dineros públicos.
Lo de las goteras en la zona ampliada del Palau de la Música, Palau que en su día fue calificado como “obra faraónica”por un Concejal del PP, quizás entonces aun era AP, suena un poco a “churro” como diría el “mira quien habla” señor Acebes. El churro no es el Palau, que se ha quedado menudito, ni aquel Concejal ya retirado de la política, lo que desafina es que cuatro gotas saquen los colores de la cara a quien todavía se sonroje. Nos quejamos, con razón, de que apenas ha llovido en los últimos meses, por no decir años, y va y cuando llueve, estallan las alarmas y las averías.
¿Habrá contactado la Concejala Mairén Beneyto, con el teléfono municipal ese que arregla todo en 72 horas, para que de una vez le solucionen el enojoso problema de las goteras en el Palau de la Música?. Si aun no lo ha hecho, ahí va una sugerencia, y si ya telefoneó, que no se confíe, pues hay baches que se repararon, deprisa y corriendo, y ya están para que algún vecino haga otra llamada.
Pero lo del control de calidad y las goteras es un pecadito venial en ese laberinto culebrón de subcontratas, total unos mochos, unos pozales y unos desconchados que el tiempo curará, lo peor, lo más grave, lo que te hace pensar en funambulitas inseguridades, es el desmoronamiento de puentes, en tendidos del AVE que se hunden, en los escasos estudios del terreno, en la alta siniestralidad laboral, todo provocado por las prisas de última hora, por querer recuperar en meses, en función de la carrera electoral, los tiempos que se perdieron en dirimir si eran galgos o podencos y por supuesto por la pela, por las pelas, por los sacos de pelas.
Tengo un duda, ojalá fuera una sola, ¿intervinieron sub-sub-sub contratas en la construcción del Acueducto de Segovia? ¿Y en las Torres de Serranos? ¿Y...?
Fernando Martinez Castellano 23 Noviembre 2005
Publicado en Las Provincias el 25 Noviembre 2005

18 noviembre 2005

UN ESCALON UNA MURALLA

Es una historia que no es única, es tan simple como amarga. Tristeza es lo que genera el ver a una mujer empujando, con mucho esfuerzo, una humilde silla de ruedas en la que lleva a su hijo y a un trozo de madera en la red debajo del asiento de su chico. De su desprotegido chico. Mi amigo Carlos, dominando lo descriptivo, les diría que el hijo es un niño con cuerpo de hombre, y que la madre coraje tiene bastante menos edad de la que aparenta. La he vuelto a ver otros días, en la misma acera, con su hijo, la silla, la madera y alguna bolsa. Observándola, he tenido la sensación de invadir su intimidad, aun estando en medio de la calle.
La buena mujer, avanza como puede sorteando todos los obstáculos de las aceras. Cuando tiene que cruzar la calle, si se encuentra con que existe una rampa y además no hay ningún automóvil invadiéndola, entonces puede pasar. Cuando no hay rampa, hay miles de aceras que no las tienen, o un egoísta ha plantado allí su coche, pasa por donde puede, echándole aun más agallas a su sacrificio, busca huecos entre muchos más coches, entonces saca de la bandeja la tabla y la coloca junto al bordillo para que haga de escalón y le pueda suavizar el esfuerzo de subir o bajar. El tablón, el gran invento. Después, se agacha, recoge la madera y avanza hacia lo que le espera en la siguiente esquina. He sentido una gran vergüenza, por ser un mirón desde lejos, por no correr a ayudarle, por la pasividad de otros y por la que a mi me toca. No queremos darnos cuenta de que las aceras están llenas de impedimentos para quien empuja una silla de ruedas, un carrito de niño, o palpa los peligros con un bastón blanco.
A esta pobre madre, para la que un escalón es una muralla, y que ha solicitado, no recuerda desde cuando, para su hijo, una silla con motor eléctrico para hacerle, menos dura la vida diaria, a esta mujer, y a otros y otras que se hallan en las mismas circunstancias, tengamos un poco de prudencia cuando les hablamos de mega proyectos, de grandes eventos, mientras somos incapaces de rebajar bordillos, facilitarles más ayudas, o cuidar donde aparcamos. Cuando para muchos de ellos, su casa es su prisión, su calle un acantilado, y el resto de Valencia algo muy lejano.
Fernando Martínez Castellano
17 Octubre 2005
Publicado en Las Provincias el 18 Noviembre 2005

17 noviembre 2005

EL JARDINERO FIEL

Siento una especial predilección por John Le Carré, quizás sea cuestión generacional aunque me lleve unos cuantos años, quizás sea proximidad ideológica, aunque seguro que no es coincidente.
En sus artículos sobre la cruel, injusta y avasalladora intervención de los aliados en Irak, notaba que él decía lo que yo quería decir, que el expresaba una rabia que a muchos nos hervía en el interior. Desde Marzo del 2003 los acontecimientos no han hecho más que darle la razón, demostrar que acertó en cada uno de los avisos que lanzó. Los errores y horrores cometidos por la gran potencia militar estadounidense desgraciadamente solo han servido para evidenciar que todo se justifico sobre un Himalaya de mentiras. A propósito de las mentiras de Estado, vale la pena leer más de una vez “Amigos absolutos”, de Le Carré, publicada en España en los primeros meses de 2004.
He leído y releído muchas de sus novelas. En la primera lectura he devorado el contenido en busca de la trama. En la segunda lectura he paladeado la novela, la he destripado, he captado muchas de las claves de la jerga utilizada por el autor británico.
John Le Carré siempre ha querido enviar más de un mensaje en sus libros. “El Jardinero fiel”, es un claro ejemplo de esta pluralidad. Es un libro aconsejable y se acaba de estrenar una película, con el mismo título, basada en él, también muy recomendable.
El jardinero fiel, nos lleva de la mano para que comprendamos que no somos nada en manos de las multinacionales, en este caso farmaceuticas, y para acercarnos a los pueblos subsaharianos, para que nos demos cuenta de que las huidas, de sus hombres y mujeres, hacia Europa no obedecen ni a viajes de capricho ni a toures turísticos.
John Le Carré es mucho más que un escritor de novelas de espías.
Fernando Martínez Castellano
17 Octubre 2005

11 noviembre 2005

72 HORAS

Aunque eso de 72 horas suene a título de película, a novela negra, a tango desgarrado, aunque parezca todo eso, aun es más, es el nuevo servicio que ofrece el Ayuntamiento de Valencia a sus ciudadanos. Sobre el papel, está pero que muy bien. El compromiso que ha querido asumir el Equipo de Gobierno Municipal, es que usted, marca un número de teléfono gratuito, el 900721172, comunica que ha visto un agujero en la calzada o una sima en la acera y casi antes de que haya colgado, ya hay una brigadilla metiendole mano al desperfecto. Por lo menos eso dicen que harán. Es algo así como lo del “plan pons” que en siete días hacía bello hasta a Álvarez Cascos, pero en versión urbana.
Y es que aquí en Valencia, no nos andamos con tonterías o tenemos cosas que ni se aclaran ni se arreglan ni aun bajando del cielo ángeles y arcángeles o nos las quitamos de en medio, o eso decimos, en más / menos 72 horas. Ni días, ni meses, horas.
Imaginemos que por una de estas, lo de las reparaciones expreso a golpe de teléfono, va y funciona. Sigamos soñando con que nuestro Ayuntamiento pueda ser tan eficaz que no haya “lista de espera” en las intervenciones de parcheo. Imaginemos las movidas telefónicas que pueden llegar a producirse. Los famosos bloqueos de centralitas de las operaciones triunfo se van a quedar pequeños al lado de los que pueden llegar a darse en el 900721172. Un ejemplo, el firme de la Gran Vía de Fernando el Católico está en estado tan calamitoso, la Administración Municipal se ha olvidado tanto de ella, de la Gran Vía, que los que queremos que mejore su estado, no vamos a tener más remedio que llamar mil veces para que arreglen los mil baches, o le peguen una pasada de asfalto, a toda ella, aunque no estemos en Verano que es cuando se deberían de realizar estas intervenciones.
Lo interesante, al margen de que se debería hacer una verdadera “operación reasfaltado” en gran parte de la ciudad, lo deseable es que exista fluidez e inmediatez entre la Administración y los ciudadanos, que estos tengan respuestas y que no los lleven, como están llevando, de Herodes a Pilatos, a los vecinos de Patraix que solo piden que les den alguna explicación sobre la gigantesca ampliación de la subestación eléctrica.

Fernando Martínez Castellano
10 Noviembre 2005
Publicado en Las Provincias el 11 Noviembre 2005

04 noviembre 2005

PIEDRA NEGRA

Antes que nada, a las aceras de Maestro Rodrigo, a la vera de Campanar, les han plantado unos bancos que baten todos los records de impersonalidad. En la elección del mobiliario urbano, el Equipo de Gobierno Municipal en Valencia, saca un suspenso del que no se recupera por mucha repesca que haya.
Por lo que dicen los telediarios, el gobierno de Tony Blair, ha puesto en marcha un pequeño examen para comprobar si ha calado la britanidad en aquellos que solicitan la nacionalidad del Reino Unido. Menos mal que en nuestra paciente España, pese a las variadas leyes de extranjería, a nadie se le ha ocurrido, hasta ahora, plantearse una cosa por el estilo, aunque hay que reconocer que lo menos que se puede pedir es que se conozca algo sobre el país del que deseas ser ciudadano, porque los examinados irían de cabeza intentando entender algo. Por estas fechas, en los últimos años, suelo andar entre desconcertado y cabreado, por no comprender algunas cosas. Mientras que por un lado reclamamos, con toda la razón, la españolidad de las diecisiete autonomías, por otro estamos absorbiendo, a pozalazos, modas de origen que nos es muy lejano. Repatea más, el hígado y todas las vísceras vecinas, el escuchar a un presentador de televisión en emisión nacional “Hoy día de Halloween...” cuando resulta que siempre, para toda la cultura hispana, ha sido el Día de Todos los Santos. No se si es que se va por el camino de lo laico o de lo pijo. Creo que van por lo comercial-pijo. Son cosas que eso, que aun no me acostumbro a oírlas y aun menos a admitirlas.
Nos movemos a impactos, a golpes de miedo, sea con hallowines, con estatutos o con alarmas gripales que se acercan a aquello del ántrax que manejó a su antojo la Administración Bush. Todo sea para acongojar al personal.
A propósito de gripes, de Estatutos se hablará mucho, sobre todo del proyecto catalán que parece interesar a los valencianos bastante más que su propio proyecto de Estatuto, en el revuelo de los contagios gripales, me ha telefoneado un lector preguntándome si pueden ser peligrosas para la salud los cientos de estorninas cagadas que recibe su coche en Marqués del Turia. Le pasaré la pregunta a Carlos Pajuelo, garantiza su contestación.
Fernando Martínez Castellano
3 Noviembre 2005
Publicado en Las Provincias el 4 Noviembre 2005

31 octubre 2005

SOSIEGO

Aquí, en España, desde Finisterre al Cabo de Creus y desde El Hierro hasta Irun, o nos sosegamos todos un poco, o no llegamos a Navidad. Con tanto nervio desparramado, con tanta electricidad estática en el ambiente, los infartos van a hacer de las suyas, llevándose por delante más gente que el tráfico, cualquier fin de semana, y aun más que la gripe aviar.
Necesitamos mucho sosiego, aunque solo sea para ajustar los desequilibrios de otros. Es tan evidente que nos hace falta tranquilizarnos que los responsables de la mercadotecnia de las grandes cadenas ya deben de estar estudiando colocar en las estanterías de sus supermercados productos “Sosiego”, en formatos yogur, bíos, con soja, en infusiones o en galletitas para comer entre comidas.
De nada, estamos haciendo castillos, el insulto, la exageración están siendo la salsa de cada día. Se tratan anteproyectos como si fueran las Tablas de la Ley, las correcciones a esos planteamientos se consideran como ofensas a los ancestros de nuestros ancestros. Algunos predican que el Apocalipsis está próximo y otros, que las trompetas del Juicio Final ya sonaron. Se juega a hacer equilibrios al filo del vacío sin paracaídas, sin red y con los ojos vendados. Demasiadas campañas anti-algo, muy pocas pro-algo. Absurdas y separatistas listas pidiendo el boicot a los productos españoles, porque es tan español lo que se produce en Manresa como lo que se fabrica en Alcobendas.
Si faltaba algún ingrediente en el guiso, el repeinado e irresponsable presidente del Barça, colaboró, el sábado 22 de Octubre, arrojando un poco más de vitriolo a la escena. El inoportuno despliegue llevado a cabo en el césped del Camp Nou, la inadecuada exhibición de unas enfebrecidas pretensiones ha puesto en evidencia la ambición política del señor Laporta, que atacado por el letal virus del pavorrealismo, cree que la presidencia de un club, le puede llevar a presidir algo bastante más allá de los límites deportivos que le corresponden.
Luego nos extrañamos que se incrementen las audiencias de los tomates, los gavilanes, los hermanos y los corazones rosa. ¿De qué nos asombramos si pasando todo lo que pasa en ellos, son islotes de paz en medio de un mar de turbulencias?.
Fernando Martínez Castellano
25 Octubre 2005

Publicado en Las Provincias 28/10/2005

20 octubre 2005

EL EMPEÑO DEL LADRILLO

Por más vueltas que le dé, no entiendo el empeño, de la señora Alcaldesa, por construir, nada de remodelar, nada de poner verde donde otros pusieron cemento, construir, edificar en el suelo del Viejo Cauce. No lo entiendo, por mucho que se disfrace de Aulas para la Naturaleza, oficinas(para ni se sabe) y similares.
Está muy claro, que aquello que se pretendió, por el equipo que diseñó el Vetjes tu, para que fuera un Ágora, una plaza de convivencia, se encuentra ahora en estado de semi femer, aunque buena parte de la culpa sea por desidia municipal, debido a que se ocupa como dormitorio por los innumerables indigentes que se refugian a lo largo del lecho del viejo río. Pero de esto, a edificar oficinas, salones de actos, y no sé que más, hay unos cuantos mundos, porque por el mismo motivo habría que cegar tres o cuatro puentes y el tramo del IVAM.
Si sobra y molesta la plaza porticada, sucia y pintarrajeada, bastará con que entren una pala tirando abajo las columnas y unas brigadas retirando cascotes y poniendo “verde” a todo meter.
Si lo que le sobra a nuestro Ayuntamiento es dinero y no sabe dónde meterlo, bastará con que se dé la Junta de Gobierno una vueltecita o lean los periódicos valencianos. Para ahorrarles tiempo les diré que en Ruzafa, por ejemplo, se están quejando de la ausencia de rampas en las aceras, o si quieren otro, en un jardín cercano al Vetjes tu, en la Plaza Luis Lucía, los juegos de los críos no tienen la debida protección, caída equivale a sangre.
¿Espacios para oficinas?, pues bien a un par de centenas de metros, del lugar en el que se va a cometer la agresión, en lo que era la Cárcel Modelo se está anunciando que se van a levantar, ni se sabe la de miles de metros cuadrados, para despachos para la Administración, ¿acaso es que ya está todo adjudicado?. Por favor, un poco de racionalidad, conocimiento y control en el gasto público.
Pero con todo el gran temor, para los que seguimos queriendo un Río Verde, es que esta actuación que se pretende llevar acabo, solo sea el principio de grandes filas de ladrillos, en espacios que deberían de estar muy, pero que muy protegidos. Hay quien dice que lo próximo será colocar más gradas a las Pistas de Atletismo.
Fernando Martínez Castellano
20 Octubre 2005

Publicado en Las Provincias 21 Octubre 2005

13 octubre 2005

31 BONOBUSES

Aunque no quieras reconocerlo, todo ya lo estás viendo desde esa perspectiva, desde que se calculas el tiempo por bonobuses. Aceleras la cuenta hacia atrás, aunque luego añores y te arrepientas.
En los últimos años hago el recorrido de la procesión cívica del 9 de Octubre, junto a D. Santiago Grisolía, recibo de él, una lección de aguante, de respuesta callada, ante unos que ni saben porqué le profieren toda clase de insolencias. Los mismos energúmenos, o sus hijos, que aprovechan el gentío para arrojar insultos y aun más que insultos.
Siempre me pasa lo mismo, comienzo a hablar de bonobuses y de lo que quería escribir era de ese no saber que hacer que tienen con la Esfera Armilar, esa enorme cosa que aparece y desaparece. De los acuerdos que muchas actuaciones deberían de llevar como cláusula imprescindible.
Hace cuatro días, andábamos en un debate de no te menees con el calibre de los árboles del amor, del capricho o como se llamasen, que se estaban plantando en la ciudad. Con aquello hubo enfados de todos los tamaños, hasta tuve el honor de que la señora concejala del ramo se picase conmigo, se pidieron facturas y lo que no son facturas, por cierto no sabemos como quedó aquello de las facturas, pero esto solo es un ejemplo.
Ahora de lo que se trata es del futuro del Parque Central, del gran espacio verde, que cada vez parece que va a ser menos, que vamos a dejar los valencianos de ahora a los nietos de nuestros nietos. Y este Parque Central, el gran legado no puede andar con continuas improvisaciones. Se le ocurra a Francisco Camps, o a quien sea. El Parque Central tiene que nacer desde el debate, si cuatro árboles merecieron tantas palabras, qué no merecerá la gran superficie verde, desde el consenso, desde la aceptación de la ciudadanía, nunca utilizando la excusa de la financiación para justificar más recortes.
Las últimas noticias dicen que los Emiratos Arabes y Australia quieren comprarnos la Esfera Arrmilar. Será cuestión de embalarla, se resolverá ese no saber donde colocarla, las sombras que proyectaría sobre el Parque Central, se equilibrarán nuestras deficitarias exportaciones y de paso en el mismo paquete les podemos vender, 2 x 1, el Museo de la FIFA(otro trasto heredado).
Fernando Martínez Castellano
13 Octubre 2005

Publicado en Las Provincias 14/10/2005

06 octubre 2005

ESTE AÑO SI

Como no estamos para meter miedo, ni para que, a estas alturas de la vida, nos lo metan, vamos a remojarnos con algo que nos ilusione. Por ejemplo con la lotería, con ese sorteo que inundará papeles y pantallas dentro de sesenta días. Este año si que vamos a tener suerte. Casi tanta como la que tienen los populares con las torpezas de parvulario que están cometiendo, día si y otro también, algunos ministros del Gobierno de Rodríguez Zapatero.
Mi amigo Paco V.N., siempre ha dicho que hace años que dejó de creer en magos, brujos y asimilados, su agnosticismo laico se extiende hasta las encuestas y concursos televisivos. Pero, por mucho que diga, ante los vaticinios, en el fondo siempre le queda la duda, el por si acaso. La cosa es que ya hace como un año que le conté que en Cefalu, en Sicilia, la cuarta, no reconocida, provincia valenciana, había un mago que se atrevía a anunciar, acertaba y todo, los números que iban a resultar agraciados en el sorteo de Navidad. El hecho de ser italiano el tal mago, le daba como una patina de serenidad ante el bulle-bulle que se monta en España en las vísperas del sorteo más sorteo.
Paco, estuvo el pasado fin de semana en el Acto de la Copa del América que se celebró en Trapani, y aprovechó la ocasión, por aquello del “no vaya a ser que..” y se acercó a Cefalu para consultar algunas cosillas con el mago tan puesto en los asuntos españoles y valencianos. Total, que el cefalutano le dijo que el 64675 tenía muy buena pinta. Paco de regreso a Valencia, con más moral que el Alcoyano, se ha hecho con una buena parte del número en cuestión, y ya tiene medio contratado un crucero para que en Enero nos vayamos los que compartamos su fe en el 64675 a conocer al adivino.
Paco, pensó que ya que estaba allí, comiendo con el mago unos spaghetti con fungi, no se iba a conformar con enterarse de lo del gordo de Navidad, él quiso saber algo más y le preguntó por Rubio, por Pla, por todas las figuras de la baraja valenciana y si en España estamos abocados a una Gran Coalición en el Gobierno Central.
Por lo que cuenta y lo que calla mi amigo, el vidente le contestó que era bastante más fácil predecir lo del número de la lotería que hacer augurios sobre los próximos meses españoles.
Fernando Martínez Castellano
6 Octubre 2005
Publicado en Las Provincias 7/10/2005

01 octubre 2005

CAMELLOS

Hace demasiados años, en la edad de las inocencias, la palabra “camello” traía a la memoria las películas con desierto, la cabalgata de los Reyes Magos y las fotografías de unos amigos que habían ido a las Canarias. Nos llamaba la atención lo de las dos jorobas que eran como su gran despensa. Sus primos los dromedarios debían ser más pobres pues solo lucían una. Cosas de eso, de la inocencia o de la ignorancia.
En los gilipollescos(por decir algo fino) ochenta, la palabra “camello” mutó su significado, cambió lo que con anterioridad nos querían dar a entender esas seis letras. El “camello”, la nave del desierto, se convirtió en un mamífero parásito, en un vendedor de toda clase de drogas, en un chupasangres, en un correo de mierda, en un especulador de la irresponsabilidad, en un vividor del dinero fácil obtenido sin esfuerzo alguno. Que nadie confunda a los “camellos” con esos pobres “pringaos” que arrastran sus miserias hacia el hiper de la droga. Los “camellos” llevan ropa de marca, montan motos potentes y coches tan espectaculares como caros. El dinero fácil les ha embrutecido de tal modo que son incapaces de medir la ilegalidad de su comercio.
De antemano sé que ningún “camello” va a perder su preciado tiempo leyendo esta columna que los pone a parir, sus negocios van por otros caminos que creen dominar, por unos senderos de asombrosa impunidad, zanganeando alrededor de sus clientes-victimas.
No escribo para ellos, escribo para los que tienen un mínimo de responsabilidad en esta sociedad española que demuestra ser cada día más insensible, pongo en negro sobre blanco porque creo que aun se pueden despertar unas autoridades a las que ha sobrepasado el problema de la droga, la distribución de la droga. Responsables somos todos, pero unos tienen medios para atajar y otros solo podemos ser animadores de sus decisiones, el día que las tomen.
Que España detente el espeluznante “honor” de ser el primer país de Europa y el segundo del mundo, en consumo de cocaína, que superemos en proporción a los Estados Unidos, debería quebrarnos las carnes.
Que después de la publicación del informe que sitúa a nuestro país en el puesto más alto de un emponzoñado y vergonzoso podium es para que se nos caiga la cara de cuajo.
No deben, no nos debemos de conformar con diez, diez mil, cien mil aprehensiones de coca, puesto que si se rasca un poco, te enteras que el menudeo está, ahí mismo, a la vuelta de la esquina.
Para qué tanta tontería, que si el fumar está pasado de moda(aclaro que desde hace doce o trece años solo fumo los puros que me regala Carlos Pajuelo), para qué tantos esfuerzos en tonterías, mientras se están esnifando millones de rayas casi a la vista de todos.
Parece como si el mundo de los políticos anduviera por unas vías tras unos problemas que ellos mismos están creando, ellos si que parecen que están en otra galaxia, mientras que a la convivencia civil le crecen las jorobas. Los planes, nacionales, autonómicos y municipales de erradicación, nos da la impresión que de cuatro spots, y otros tantos carteles no pasan. Lo lloraremos, vaya si lo lloraremos todos, los vivos y hasta los muertos.
Fernando Martínez Castellano 8 Septiembre 2005
Publicado en Las Provincias el 9 Octubre 2005

29 septiembre 2005

EL SINDROME DE ASPRA

Ayer mismo me decía Norma, que si cada vez que se ha anunciado que en las paradas de los buses se iban a instalar paneles anunciadores de horarios y próxima llegada, se hubiera colocado uno, en estos momentos ya dispondrían todos los postes y marquesinas de la EMT de esos indicadores-soporta-paciencias para los pasajeros. A pesar de que Norma parezca exagerada, si echamos mano a hemeroteca veremos que de eso nada. Es que hay cosas que se anuncian y se vuelven a anunciar, como si tuviesen la necesidad de proporcionar “noticias-bombón-cortinas”. Ya ni tienen en cuenta las veces que lo han hecho. Es un pecado generalizado en la Administración. Con todo, a la Delegación del señor Novo, no hay quien le gane en eso de los anuncios y en tener asuntos en el aire. Mientras tanto, la mayoría de los buses dan pena, por dentro y por fuera. Del interior digo pena por no decir nausea. No es ninguna exageración, ni catastrofismo galopante, tomen cualquier línea de la EMT. Hay modelos de autobuses con los asientos tapizados, con un tejido que no ha resistido ni el uso, ni el paso del tiempo y que aparecen hoy en día desgarrados y asquerosamente sucios. No vale la pena hablar de las máquinas canceladoras de billetes, ni de los agarraderos que tienen toda la pinta de haber pasado cien guerras y solamente al verlos ya piensas si las consecuencias de su roce las cubrirá la antitetánica.
Pero el caso es que no quería hablar de las cosas de la EMT, en la que me da el pálpito que no se van a notar ni los efectos ni las migajas del 2007, no quería hablar porque luego el señor Novo hasta es capaz de coger un pique conmigo y en esta vida no hay que sulfurarse, pero tampoco relajarse. A eso de “estar aburrido/a” (P.P.Puche dixit), solo tiene licencia, de momento, un miembro de la Corporación Municipal.
Mira, que de lo que quería escribir era para recordarle a Rafa Rubio, el ¡occhio Biondo! que en Abril le envió Antonello Madonia advirtiéndole que su silla es cada día más apetecible. Quería escribir de la paciencia que tiene Rubio, aguantando los vendavales de frente y los movimientos telúricos por la parte de sus propios. Quería escribir, sobre la perpetua necesidad de inestabilidad que tiene el PSPV.
Fernando Martínez Castellano 29 Septiembre 2005
Publicado en Las Provincias el 30 Septiembre 2005

21 septiembre 2005

WHO'S WHO

WHO’S WHO

Ya desde las entradas a Valencia hay paneles, en inglés por supuesto, que nos avisan de la dirección a tomar, hacia adonde va la corriente. Si hacemos caso, a todas las buenas perspectivas que nos llegarán acompañando al 2007, no hay más remedio que ponerse al día. Hay que buscar en qué lugar de la casa perdimos los casetes y los libros de “Aprenda inglés en 40 días” en los que descubrimos que “mai teilor is rich”, aunque, a estas alturas, estén ya muy desfasados porque teilor solo tiene Zaplana que, mira por donde, también se ha hecho rich. Sacar los viejos discos de Mina, Modugno pegar un vistazo a Cinema Paradiso, de paso veremos Baghería y Cefalu, para comprobar las engañosas similitudes entre el italiano y el castellano.
Pero la cosa no iba ni por lo de desempolvar conocimientos, ni por refrescar idiomas. A propósito, mira que con la poca vergüenza que tenemos los españoles, en general, va y toda ella, la vergüenza, nos sale para eludir hablar un idioma ajeno. Tememos el ridículo, por creer que hacemos el ridículo.
Me disperso, hay que ir a lo que quería ir. A la Copa del América. A lo del Who’s Who, para entendernos el Quien es Quien. O quizás debería de decir el Qué es Qué. Un diccionario de términos marineros y una guía de Organismos, para qué sirven y de quien dependen.
Si no nos queremos perder más de la mitad de la Copa del América, la salsa, lo que se cocina, tenemos aprender y recordar muchas, pero que muchas cosas. Casi lo de menos es la jerga marinera, lo de no llamar a la izquierda, izquierda ni a la derecha, derecha, ni como se denominan los vientos, ni los adelantamientos, todo eso es lo de menos. Lo más, de lo más, es el laberinto de Organismos, que no sabes si están superpuestos, empotrados o andan en paralelo, nacidos para controlar y figurar alrededor de esa teta de oro que son los dineros, que revolotean en torno al evento náutico y aledaños, sobre todo muchos aledaños. Los tres Gobiernos, Central, Autonómico y Municipal andan plantando sus estacas, en forma de Comisionados, Comisarios, Delegados, marcando unos límites que ya de antemano saben que no se van a respetar.
O saldrá todo de maravilla o tendremos que apelar a aquello “......y la casa por barrer”.
Fernando Martínez Castellano
21 Septiembre 2005
Publicado en Las Provincias el 23 Septiembre 2005

16 septiembre 2005

MAS CEMENTO

A veces no sabes que es peor, si tener años o los recuerdos que te han aportado esos años que se acumulan en las venas y en el DNI. Cómo no hay porque elegir entre una cosa y otra, quedémonos con ambos, antes que los unos y los otros nos hagan malas pasadas.
Decía lo de la memoria, porque no hay que hacer mucho esfuerzo, para despertar las feroces campañas que se montaron, cuando se expuso el proyecto del tramo del Viejo Cauce, situado al oeste del Puente de Campanar. ¡Demasiado cemento!, ¡Mucha obra dura!, fueron los mensajes alarmados desde muchas columnas, micrófonos y por supuesto desde la oposición municipal que no era la de ahora. Tanta polvareda se montó, tanto se habló de los autores del proyecto, que su marca ha pasado a la historia del Viejo Cauce, dando nombre a este tramo, ¡Vetjes tu¡. Después de aquellas largas polémicas, después de unos cuantos otoños, la vegetación ha ocultado y sobrepasado el dichoso cemento. Quizás sea éste uno de los tramos del viejo Turia, más “verdes”, más apacibles. Cuando paseas por él, te olvidas que por encima de ti, transcurre un tráfico tan denso como ruidoso.
Ahora, quieren añadir un poco más de cemento a la obra, precisamente aquellos que más se desgarraron las vestiduras ante lo que consideraban una inadecuada utilización del Viejo Cauce. Pero el espacio que se quiere cubrir en el “Vetjes tu”, es muy pequeño ante otras atrocidades que nos esperan. Lo que debe de preocuparnos, es el control sobre la progresiva ocupación de zonas que deben de ser estrictamente verdes en un municipio en el que no es precisamente ese el color dominante. Quien dice Viejo Cauce, dice Viveros, dice Parque de Cabecera con su inquietante Museo de la FIFA que aparece y desaparece, y dice el progresivo recorte, con avance de la obra dura y durísima, en el aún proyecto del Parque Central que se prometía como el gran pulmón, como el Central Park valenciano y ya veremos o verán en que queda.
Un día de estos saldrá la Concejala Puchalt, diciéndome que en el 79 había menos verde en la ciudad, y tendrá razón y aun tendrá más si de paso recuerda que también había menos presupuesto, y menos coches, y menos asesores, incluso menos caprichos, porque no había un duro para tenerlos.
Fernando Martínez Castellano
13 Septiembre 2005
Publicado en Las Prrovincias 16 Septiembre 2005

06 septiembre 2005

GOTA FRIA

Ante las increíbles, aquí cada uno debe poner sus propios adjetivos, imágenes y palabras que se nos han ofrecido desde Nueva Orleáns, si nadie ha podido ser indiferente, los valencianos aun menos, nos traen demasiados malos recuerdos. No vamos a entrar en los comos y porqués han producido tanto desconcierto después de la tragedia. Cada país debe de conocer cuales son sus excesos y sus carencias, y en esto no se escapan ni los EE.UU. El Katrina y sus dolorosas consecuencias, han puesto de manifiesto los enormes desequilibrios sociales de ese país, líder indiscutible mundial en tantos aspectos.
Los territorios ribereños del Golfo de Méjico saben que todos los años se pasean, devastando lo que encuentran, unos cuantos huracanes con todas los grados de las escalas de medición. La desgarradora naturaleza desatada en el sureste de los EE.UU. es tan cierta como la de las “gotas frías” en la España mediterránea.
Tras un largo periodo de sequía, la memoria de la experiencia, nos dice que son muy altas las posibilidades de que la llegada del Otoño vaya acompañada de tormentas incluso más torrenciales de lo que nos tienen acostumbrados las extremas “gotas frías” de recientes años anteriores. Pese a los peligros que pueden suponer las lluvias de Septiembre, diría que son aun tan deseadas como esperadas y necesarias.
Esa memoria de la experiencia es la que nos dice que una de las mejores maneras de que no nos deje la mano de Dios es que oportunamente, mediante esa cosa que se llama prevención, colabore la mano del hombre.
Adelantarse al calendario es la primera de las soluciones para atajar los problemas que se puedan presentar tras un “imprevisto” tan previsto como son los diluvios en estas nuestras tierras. Ahora es el momento, bueno debería de haberse iniciado hace unas cuantas semanas, para comprobar que las bombas de achique funcionan, que los secos cauces de ramblas y barrancos están despejados de obstáculos, que los alcantarillados pueden engullir más de lo que tragaron en lluvias anteriores, que no van a quedar al aire posibles incompetencias. Ojalá que llueva en una justa medida. Ojalá que no nos llegue el momento, en el que lamentemos de que poco nos han servido las amargas experiencias anteriores.
Fernando Martínez Castellano 6 Septiembre 2005
Publicado en Las Provincias el 9 Septiembre 2005

26 agosto 2005

EL SALER NO ES UN CAPRICHO

Todavía humeando la zona quemada en la masa forestal de El Saler, le telefoneé a un amigo, que suele estar bastante enterado y le pregunté si conocía cuanto gasta el Ayuntamiento de Valencia en la renovación de las incontables macetas del llamado Puente de las Flores(hoy no voy a llamarle “del Capricho” porque levanta demasiadas ronchas) y cuanto se gasta en la limpieza y conservación básicas de las zonas boscosas de El Saler. “A bote pronto, no lo sé, veré si puedo averiguar algo” contestó Pablo. Más tarde o más temprano lo averiguará y lo leeremos.
Quizás no sean conceptos comparables, pero que quieren que les diga, por lo menos alguna pista nos darán sobre el interés hacia unas cosas y hacia otras, lo que llaman prioridades municipales.
No nos valdrá que alguien nos advierta que estamos hablando de concejalías diferentes porque al fin y al cabo, si hay Delegaciones es porque alguien delega, porque alguien preside, porque alguien está al frente, coordina y dirige la Junta de Gobierno Local de Valencia.
El incendio de El Saler, no se puede achacar a las peleas entre agricultores y ganaderos, o a los cotos de caza, o a la quema de rastrojos. Además de cuatro pirómanos para atar, la dejadez, el abandono, el saltarse los avisos han tenido mucho que ver.
Tengamos las cosas muy claras, que cada palo aguante su vela y peche con ella. La Junta de Gobierno, incluso el Pleno del Ayuntamiento, tienen una parte de culpa, proporcional a las responsabilidades que ocupan, en lo tocante al incumplimiento de la prevención de incendios, en las fantasías de detectores sensibles, rayos láser, gammas y vallecanos, a las luminarias, y no se cuantos Acuerdos Municipales del pasado y presente que duermen en el paraíso. Pero la cantidad de mierda que se acumula entre la arboleda, ni llueve del cielo, ni creo que en sus ratos libres la señora Barberá, el sr. Rubio o el sr. Montalbán se dediquen a ir depositando, a millares, bolsas de supermercados, botellas de cerveza, latas de conserva por aquí y por allá.
Los valencianos capitalinos, nunca nos hemos tomado en serio lo de El Saler y por lo tanto su estado aun nos ha importado menos. Lágrimas negras, pero cada vez más lágrimas de cocodrilo.
Fernando Martínez Castellano 26 Agosto 2005
Publicado en Las Provincias el 3 Septiembre 2005

12 agosto 2005

ATASCOS EN AGOSTO

Menudo peso que me he quitado de encima al comprobar que aquí en Valencia también hay atascos en Agosto. Estaba tan impaciente como un nominado de OT, al escuchar en los telediarios nacionales, que Madrid sufría apretones incluso en Agosto. Los televisivos presentadores, a punto de nieve histérica, mostraban en su rostro las preocupaciones fruto del amontonamiento de coches en la Castellana y la M30, mientras que nosotros, los “levantinos felices”, (¿en qué quedaron aquellas campañas empujadas desde el Consell que se iban a llevar a cabo para que dejasen de ponernos la inconcreta etiqueta “Levante”?, pues la cosa sigue cada día peor), continuábamos ajenos a los atolladeros de la Meseta. Menos mal que nos has salido unos cuantos atascos en la ciudad de Valencia, porque hasta cabía la posibilidad de que el President Camps interrumpiera sus vacaciones, para mostrar su inquietud por la posible repercusión de los embotellamientos madrileños en la hostelería valenciana y de paso pegarle un par de puyazos al Gobierno Zapatero, no sea que llegue el Otoño y le pille desentrenado.
Como hay obras, tendidos del tranvía, zanjas, trasplantes de palmeras, catas y hasta parcheos en el firme en unas pocas calles, (ya veremos cuando le toca a Fernando el Católico) se arman de cuando en cuando los consiguientes amontonamientos vehiculares, aunque no alcancen la magnitud galáctica que los lleve a las entradillas de los telediarios de las grandes cadenas de televisión.
Son las cosas, la aparatosidad de algunas obras, que se producen en Agosto, en todos los agostos, están presentes todos los años, tan presentes como esos minutos de gloria que Rafa Rubio, durante sus vacaciones, les deja, a algunos Concejales de su Grupo, para que luzcan un poco, para que puedan hacer sus propuestas, por peregrinas que algunas sean, propuestas y respuestas, al Alcalde suplente de turno.
Dentro del poliédrico catalogo de publicaciones del Ayuntamiento de Valencia, valdrá la pena recoger la recopilación de todas las ideas de Agosto, esta puede ser una de ellas. Seguro que con el paso de los años, su lectura servirá para conocer como bulleron las ideas y como se fue comportando el termómetro en los distintos veranos.
Fernando Martínez Castellano 12 Agosto 2005
Publicado en Las Provincias 15 Agosto 2005

08 junio 2005

contenedores y festivales

Estos días pasados me he preguntado si dentro de ese festival que se ha montado la señora Concejala del Medio Ambiente, habrá incluido un gran panel con la colección de fotografías que a lo largo del último año, para que irnos más atrás, le ha dedicado la sección “El Ojo Crítico” de Las Provincias, a muchas de las cosas que quedan en el aire en el Área de la que la señora Puchalt es coordinadora. Lo del topicazo de que una imagen vale miles de palabras, con “El Ojo Crítico” viene que ni pintado, porque pone la realidad como es, sin festivales, sin florituras, sin distracciones.

Toda clase de trastos viejos apilados alrededor de una farola, contenedores sobrepasados de bolsas, montones de cajas de cartón junto a contenedores con todas las trazas de no haber sido descargados en mucho tiempo. Pero de todo esto no solo hay que echarle las culpas a la señora Puchalt, en ese negocio de tener las calles visitables, también tenemos todos los ciudadanos, unos más otros menos, una parte.

La Concejala Puchalt, ha considerado que la celebración de un festival, en un punto muy concreto de la ciudad y dirigido también a un público muy concreto, es la mejor solución para incentivar a los ciudadanos para que contribuyan en la cadena del reciclaje. Por cierto la señora concejala consideró que si el mensaje pro-reciclaje se emitía hacia los adultos “estos se sentirían agredidos porque a nadie nos gusta que nos llamen la atención”, más o menos vino a decir esto en una televisión local. Hay quien considera, técnicos y no técnicos, que la mejor campaña que se puede realizar es la de que cada vecino compruebe que es útil, el pequeño esfuerzo que cada uno hace en su casa con una clasificación de las basuras, porque los contenedores se vacían con frecuencia, porque de cuando en cuando les explican que ha reportado a las arcas municipales, o cuantos arbolitos, del amor o sin amor, se han plantado gracias a poner el plástico con el plástico, el cristal con el cristal......

Se ha abierto la veda de los saraos. Concejalía que se precie de funcionar como debe de ser, tiene que montar un espectáculo aunque no venga a cuento, las excusas se busquen con lupa y el espectáculo sea comprobar lo mal que funcionan.

Fernando Martínez Castellano 8 Junio 2005

Publicado en Las Provincias

15 abril 2005

cometa dorado

La línea verde en el cielo estalló el 13 de Abril a primera hora de la mañana frente a las costas valencianas. Un cometilla, o menos, sin nombre, cruzando el mundo del Oeste al Este, para venir a caer en las aguas de la copa del América, puede tener muchos intríngulis. Una vez dejada de lado la posibilidad de que haya sido un efecto elaborado por el marketing del evento náutico, hay que pasar a contemplarlo desde otras perspectivas. Sin menospreciar la intervención de rapelianos televisivos. Los cruces en el firmamento siempre han querido decir algo y esta vez no iba a ser menos, pese a que la estrella haya venido desde el Occidente, o a lo mejor por eso.

Por cierto, acostumbrados a las exageraciones de los “partes”, también conocidos como telediarios, de Canal 9, sorprende la escasa cobertura que se le ha dado al galáctico acontecimiento. Esto con Zaplana no hubiera sucedido ¡Lo del meteorito es una clara señal de que esta es la tierra afortunada, más clara no ha podido ser!, nos hubiera dicho el señor que riñe a los que lo quieran ver a las nueve de la noche. Quizás, para el ex President hubiera sido la excusa perfecta para montar una “ciudad de los meteoritos”.

La cosa es que el Gobierno de Francisco Camps le sepa sacar provecho al asunto. El paso del aerolito, el pedrusco galáctico o lo que fuere antes de hundirse en el mar fue fugaz, pero se trata de explotar los beneficios que pueda reportar tan señalado acontecimiento, aunque al cabo del año caigan miles y aun más grandes. Hay que aprovechar la ocasión, esto es real y no como lo que pasó hace unos años con aquellos bloques de hielo que caían por doquier, en la mitad de los pueblos de España y al final resultaron que igual eran los desahogos de las letrinas espaciales o los rebosantes servicios de algún avión en vuelo.

Nuestras partículas interplanetarias si que han venido del espacio exterior. Y además gratis. Se ha presentado sin pasar factura, sin anunciarse, sin anteproyectos ni proyectos ni impactos ambientales que sirvan de excusa para injustificables retrasos. Han llegado con la velocidad que hubiéramos deseado para hacer realidad unos cuantos cientos de promesas que también un día llovieron sobre nosotros.

07 abril 2005

capricho y amores

Estaba contando José Manuel las sensaciones que había experimentado en Sevilla, cuando, callejeando por la capital andaluza, percibió el penetrante aroma del azahar que bañaba las estrechas calles y plazuelas. “Serán muy bordes los naranjos sevillanos, pero le dan a su ciudad un olor especial”. Al final José Manuel nos preguntaba por la ausencia en las calles del Cap y Casal, del árbol al que tanto debe la economía valenciana, el que tanto representa a y para nuestra Comunidad. Y nos quedamos sin respuesta, pese a aquellos argumentos-excusas sobre la “pinyolá”, la mosca, la tristeza y no sé cuantas cosas más, plagas que seguro que tampoco deben de faltar en otros árboles ornamentales.

Coincidiendo en el tiempo, va y sale lo de los árboles del amor en la Plaza del Ayuntamiento de Valencia. Al principio poca gente cayó con eso del amor. Había quien lo asociaba con lo del Capricho, el puente, como si capricho y amor pudieran llegar a confundirse. Menos mal que los concejales de la oposición, nos sacaron del error cuando nos dijeron que se trataba del Ceris Siliquastrum, y entonces caímos en la cuenta de qué iban los dichosos arbolillos que nos han costado como si estuvieran tan contrachapados con panes de oro como los palacios de los zares en San Petersburgo. El equipo capitaneado(¿por qué se dice capitán y no coronel o general?) por Rafa Rubio insiste, con el píe de rey en ristre, en la desproporcionada relación entre el diámetro de los troncos de los árboles plantados en la Plaza del Ayuntamiento y el importe de la factura de los mismos. La Concejala responsable contraataca con un metro de esos de toda la vida. Pero creo que aun nadie se pregunta si este tipo de árboles es el más apropiado para una plaza con superficie y usos tan trapezoidales y explosivos como es la mayor de nuestras plazas, si es tan solo otro capricho o es la consecuencia de un estudio que coordina espacios y vegetación ornamental.

Cuando se aclaren los asuntos de los escuálidos calibres y nalgudos euros, valdría la pena que no se guarden los metros y los píes de rey y empiecen a darse cuenta que Valencia se extiende bastante más allá de lo que se divisa desde sus despachos de Gobierno o de Oposición.

Fernando Martinez Castellano 7 Abril 2005

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04 abril 2005

atasco

En aquellas películas que se empeñaban en mostrarnos el casticismo de la Villa y Corte te soltaban por lo menos media docena de veces el consabido “De Madrid al cielo”. Dicen que aquellas películas de Tony Leblanc en las que era inevitable que la Cibeles, apareciera cada dos por tres, fueron unas de las causas de que media España recogiera sus bártulos y se lanzara en pos de las delicias de la Capital del Reino. De esto hace treinta y muchos años, pero las cosas, en la España de las Autonomías, siguen estando como estaban o peor, en cuanto a la visión mediática centralista. Ahora aquellos, o los hijos de aquellos, que un día se fueron hacia la Meseta, aprovechan la más mínima excusa, en forma de puente, para salir zumbando. En los medios de comunicación, públicos y privados, de alcance nacional, existe Madrid; incluyendo el Real galáctico, el resto todo es difuso. La “periferia” para entrar en sus telediarios, que deberían de ser los de todos, tiene que tener a cuestas una matanza similar a la de Texas, un accidente de esos que los vehículos quedan reducidos a la nada o un incendio que arrase un polígono industrial. Si llueve en Madrid, es la Lluvia. Si nieva es la Nieve. Si tienen un puente tenemos todos un puente. Si los que huyen del “cielo”, todos a la misma hora sacan sus flamantes coches a la carretera y montan un atasco de no te menees, nunca mejor dicho, es el Atasco. Lo tenemos en el desayuno, la comida y la cena. El Embotellamiento de la salida y el post-Embotellamiento. El Retorno y hasta si han logrado aparcar bien cuando han llegado a casa. No hay más carreteras y autovías en toda la santa y paciente España. La vida más allá de la M40 no existe y si existe es cuando a los madriles les da por comerse una “paella”, en un chiringuito en cualquier playa. Por cierto, en “las paellas” hay más pirateo que en los DVD y más falsificaciones que en la ropa deportiva. Alguna Consellería debería velar por la mala utilización del nombre “paella”

Acabar tan hasta el moño del puente y el atasco intersideral-mesetario, nos obliga a escarbar en el calendario para ver cuando cae el próximo y en consecuencia preparar provisiones de las debidas infusiones apaciguadoras y tapones para los oídos.

fernando martinez castellano 4 Abril 2005

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01 abril 2005

coche manta

Hace un par de años el Concejal Delegado de la cosa, anunció que el Ayuntamiento de Valencia iba a intervenir con firmeza, ante la proliferación de vehículos estacionados en innumerables sitios, que lucían rutilantes carteles en los que el “Se vende” iba acompañado de los teléfonos móviles del vendedor y toda su familia. Recientemente, hará unos seis meses, el mismo Concejal Delegado volvió a recordar, debería decir a recordarse a si mismo, que los vehículos que estuvieran estacionados y además empapelados con anuncios ofreciéndose, serían considerados como objetos abandonados en la vía pública, por lo que se procedería a la retirada de los mismos por los servicios municipales de limpieza. De paso el Concejal Delegado responsable de la cosa esa de los vehículos rodando por las calles, o sea del Tráfico, anunció que una nueva ordenanza acabaría de redondear la regulación de todo este improvisado mercado del coche de varias manos, imagino que teniendo en cuenta a los ciudadanos que pagan los impuestos para dedicarse a la actividad de la compra-venta de vehículos a motor.

Ni la Ordenanza prometida ha debido de ver la luz, ni el Concejal Delegado ha debido de dar las instrucciones oportunas para que los coches-anuncio fueran cargados por las grúas correspondientes. El caso es que los vendedores “improvisados”, por supuesto que nada improvisados, siguen plantando sus coche-manta cada día junto a más aceras. El viejo cartel del “Se vende” con los móviles de contacto, ha dado paso a una descripción detallada de las características del vehículo, tan detallada que casi incluye la lista de cd’s(pirateados por supuesto) que regalan con el equipo de sonido. Aquellos fiestas y corsas, en una clara puesta al día, han sido reemplazados por vehículos de alto poderío y amplia gama de todo-terrenos.

Comentando la cosa esta del coche-manta, Luis Gil me decía que cuando encuentre un hueco próximo a su casa, va a bajar un paragüero viejo que tiene y le va a plantificar un cartelón con un “se vende”, si por una de estas se lo retiran los servicios municipales ya tiene el asunto resuelto, y si antes aparece un comprador, mejor que mejor. Es capaz de ponerle cuatro ruedas al paragüero, para que no llame la atención.

Fernando Martinez Castellano 1 Abril 2005

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29 marzo 2005

ahora no toca

“Ahora, eso no toca” fue una de esas respuestas que sobrevivirán a su autor, José María Aznar López nos la dejó para la posteridad. Casi siempre solía decirla con una medio sonrisa y también por regla general estaba encadenada a la curiosidad que despertaba la identidad del sucesor designado.

Hubieron también otras frases mucho más célebres para los siglos de los siglos pronunciadas por el anterior jefe de gobierno, pero no es cuestión de andar enredando pues luego hay quien se enfada y todo.

Pero el fondo de esa frase, el meollo de la cosa, no es exclusiva del señor Aznar, al que no se le regatea méritos en la autoría. Montones de políticos han caído en la misma tentación al considerar que las preguntas eran inoportunas, cuando muchas veces la tal inoportunidad solo es consecuencia de un celo en la profesionalidad. A veces se reemplaza el “ahora no toca” por un “el debate ya está cerrado” cuando no se ha hecho lo más mínimo porque existiera tal debate, aunque si que se ha precipitado el cierre del conato de apertura del mismo.

La señora Alcaldesa de Valencia, cuya persona y cargo merecen todo el respeto, nos ha salido con que da por zanjada la posibilidad de un debate, no hay que buscarle sinónimos, en torno a convertir en flotantes los días de Fallas, en ordenar un poco la cosa, ordenar no es encorsetar. Su Concejal Delegado de Fiestas, Félix Crespo, insinúa que puede llegar a plantearse la discusión sobre tal movilidad, pero deja la exclusividad de la autoría, de la discusión, a las Comisiones Falleras.

No creo que valga la pena recordarle al señor Crespo, porque él, o alguno de sus asesores, lo debe de tener en cuenta, que en la Fiesta participan todos los ciudadanos todos, pertenezcan o no a una Comisión Fallera, y más aun cuando de las arcas municipales salen chorros de euros hacia la financiación de los monumentos y adyacentes.

Desconozco en que se pueden basar los miedos a empezar a pensar si cabe la posibilidad de introducir cualquier cambio en las fiestas. Estamos hablando de probables, que a su vez tendrían la intención de mejorar lo mejorable, que lo hay como todo el mundo reconoce. Si no toca ahora a once meses vista, ya me dirán cuando toca y si no toca ¿por qué no toca?.

Fernando Martínez Castellano 29 Marzo 2005
Publicado en Las Provincias

28 marzo 2005

el cochecito lere

Esa cancioncilla forma parte de los clásicos que el viento se llevó. Con samboris y combas. Suena a Prehistoria recordar cuando oías cantarla en la Plaza de la Santa Cruz. Aquellas niñas, hoy ya abuelas, ¿les enseñarán la cantinela a sus nietas? Que inocentes o que tontos del haba éramos, o las dos cosas a la vez. En la edad en que ahora se estrenan con el botellón, entonces aun se saltaba a la cuerda, dirán que menudos bobalicones que estábamos hechos. Pues no.

Hace unos cuantos meses, igual ya es un año, que fue presentado, como todo, a golpe de timbales, bombos y platillos, un cochecito que casi, casi, iba a solucionar los problemas de tráfico de Valencia, Área Metropolitana y media Europa si se dejaba. El cochecito, con toda la pinta de un comecocos, iba equipado de todos los artilugios posibles para ir captando a cuantos infractores de tráfico se topase en su camino. Era como un robot limpiador de coches aparcados en el carril bus. Con sus ojos electrónicos barría la calzada atrapando trasgresores de las normas de circulación. El autito fue paseado por calles y Ferias. No sé si debido a tanto trajín, de aquí para allá, por tener el disco duro lleno de miles de vehículos pillados in fraganti, por no saber que hacer el Ayuntamiento con tantas sanciones o porque no estaba programado para llegar a encontrarse con gente aparcada en triple fila, lo cierto es que parece que el trastete ha desaparecido de nuestras vidas. Los vecinos de las grandes vías se han quedado sin la distracción de verlo avanzar, chano, chano como un justiciero a motor, reparando los actos insolidarios que supone “el que venga detrás que arree”.

La cosa es, que como ciudadanos solemos reclamar la intervención de la Concejalía de Circulación para que solucione el caos que atenaza a nuestra ciudad, ya a cualquier hora. Pedimos que otros actúen, cuando no hacemos ni lo más mínimo por solucionar el maldito embrollo que es el tráfico rodado. En esto tenemos que colaborar todos, aunque sea por puro egoísmo, con el Concejal Novo, en todas las campañas que inicie. Le pediremos, hasta exigir, atención hacia el transporte público, pero en el privado o le echamos una mano, o nos ahogamos todos entre tubos de escape.

Fernando Martínez Castellano 28 Marzo 2005

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01 marzo 2005

la tragedia del crítico gastronómico

Andaba escuchando los comentarios de un critico gastronómico sobre un reciente certamen-concurso culinario, andaba escuchando con el deleite con que, desde el micrófono, describía algunos de los platos, que se palpaba que allí había más devoción que obligación. Entre que la hora era una de esas, en las que las tripas te reclaman actividad y que aquel comentarista se complacía contándonos las texturas y sabores de cada uno de los ingredientes, cual Matías Prats de la cocina, el caso es que seguro que a nueve de cada diez oyentes que sintonizábamos en aquel momento el programa, se nos puso en marcha la fábrica de jugos gástricos. No había ni oídos ni paladares que se resistiesen al entusiasmo con el que nos describía las gachas de Ademuz, el “ajopebre” en el que el bacalao sustituye a las anguilas, y “les orelletes” de Xátiva.

Ponía el hombre tanto entusiasmo que no pude dejar de pensar, también son ganas de incordiar las mías, en lo que le puede suceder el día que le gaste una mala pasada el colesterol, el azúcar o la presión arterial. Si para cualquier mortal, cualquiera de estas alteraciones físicas es un incordio, para un crítico gastronómico debe de ser un drama bordeando la tragedia, porque se supone que tienen que probar los platos que describen y muchísimos más, y también está contrastado que a los galenos, en el momento que pones los píes en su consulta, lo que les priva es eso de prohibir mientras te atiborran de píldoras.

Pensé preguntarle a Carlos Pajuelo si se puede considerar accidente laboral el que se le dispare el colesterol a un comentarista del arte de las sartenes, pero Carlos está muy ocupado rebuscando nombres y apodos de aquellos camisas azulonas que con su Formación del Espíritu Nacional transitaban por las aulas de toda una generación. Al final, como casi siempre, Ximo me ha aclarado que lo que con tanto papeo, puede afectar a los críticos gastronómicos se considera “enfermedad profesional”, que hasta llega a desembocar en incapacidad laboral.

¿Qué les sucederá a los críticos de cine y televisión? ¿Y a los de libros, si llegan a leerse algo más que las solapas y contraportada? ¿Y a los que leen columnas?. Miles de “enfermos profesionales”.

Fernando Martínez Castellano 1 Marzo 2005
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22 febrero 2005

contar los días

Si un día de estos le dejan, a lo mejor, Francisco Camps ejercerá de President del Consell. Lo curioso, por no decir lamentable, es que los que más obstáculos le está poniendo para que no haga tal ejercicio, es una porción del partido que también preside. Su partido a veces demasiado partido.

Decena arriba, decena abajo, son seiscientas las mañanas que Francisco Camps se levanta de la cama como President del Consell. Valdría la pena recontar cuantos días no ha tenido que hacer de bombero dentro de su partido, cuantos días no ha tenido que apaciguar “nerviosets”, en el norte, centro y sur de la Comunidad, que manejan el provincialismo como arma “ante el poder centralista valenciano”, cuantos días se ha tenido que dedicar a sortear las “pedradas” que le lanzaban desde los medios teóricamente afectos, cuantos días se ha tenido que guarecer del fuego amigo, cuantos días ha tenido que soportar los chantajes, desde sus propias filas, oyendo amenazas del estilo “a que rompo la baraja, me voy al grupo mixto y te quedas en minoría”. Valdría la pena contar los días. Valdría la pena, contar “los sapos amigos” que se ha tenido que tragar el actual President del Consell.

Como reconocía un destacado militante popular, “somos tan grandes, que somos hasta nuestra oposición”. Es cierto. El merito del desgaste que sufre el poliédrico Partido Popular, hay que atribuírselo a ellos mismos en un continuado empeño a medio camino entre el canibalismo y el harakiri, entre la caza de brujas y el invento de Joseph Guillotine, entre el irresponsable gallinero y el erróneo convencimiento de que su electorado es ciego, sordo e inamovible. Hasta los dardos con las etiquetas de “catalanista”, que hasta ahora estaban destinados a los pesepeveros, lanzados desde el sector “marineros de secano”, la mas inmovilista de las sensibilidades populares, se han revuelto contra aquellos dirigentes que apoyan a Francisco Camps.

Joan Ignasi Pla, tranquilo, callado, mirando el calendario, a la espera de recoger la cosecha. Otros, que agitan la bandera del miedo de que él, J. I. Pla, llegará en el 2007, otros le están haciendo la faena de despeje y deslustre, aun mejor que los suyos los estrategas de Blanquerías.

Fernando Martínez Castellano 22 Febrero 2005

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01 febrero 2005

un aeropuerto para mañana

¿Tiene Valencia, toda su área de influencia, un aeropuerto en consonancia con sus necesidades y aspiraciones?. La respuesta es rotunda, “No”. Pese a las eternas reformas que se vienen sucediendo en la Terminal, sigue siendo pequeña e incómoda para los pasajeros. Un piso de sesenta metros, siempre será de sesenta metros aunque muevas los tabiques. Todas las promesas, cada año nos obsequian con un par de ellas, todas las obras que se han realizado, han sido para solucionar problemas de ayer, el futuro no llega más allá de cien días. Las pistas de Manises, que están entre las más cortas de los aeropuertos españoles, tienen muchas restricciones para recibir o despedir a las grandes aeronaves. Ni los vuelos transoceánicos, ni el Airbus 380, caben, ni cabrán, en un aeropuerto tan encajonado, su crecimiento es limitado, cualquier ampliación solo será un remiendo sin mañana, insuficiente antes de haberse proyectado y por supuesto finalizado.

Pero la gran pregunta, la que los cursis dicen “la pregunta del millón”, debe de girar alrededor de mantener o no, la actual ubicación del Aeropuerto de Valencia. Está claro que las instalaciones de Manises no las puedes cambiar de sitio con la facilidad con que mueves un sillón o una estantería, pero hay que pensar en ello. Hay que ir estudiando el nuevo emplazamiento para un aeropuerto digno de la tercera capital de España, eso sí, respetando su entorno, y los núcleos de población próximos.

Las presiones y exigencias del Consell, Diputaciones, Ayuntamientos, Cámaras y todo el que se apunte, ante el Ministerio de Fomento y el gobierno Central, deberían de haber ido encaminadas, desde hace muchos años, más por el traslado que por el crecimiento imposible, incluso cuando Álvarez Cascos se encabotó en el faraónico Aeropuerto de Barajas olvidando los demás, mientras por aquí, como decía el otro día Puche, nadie abría los labios. Si no se llega, como no se llegará al 2007, ¡ahora que se le va a hacer!, pero pensemos, sin resignarnos, un poco más allá, ni la vida, ni Valencia, ni su industria hotelera, ni sus Ferias, ni sus Museos, ni su Ciudad de las Artes, ni sus Fallas, cerraran sus puertas cuando finalice la última regata.

fernando martinez castellano 1 Febrero 2005

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17 enero 2005

al asombro y el artículo 1.5

Mi amigo Paco se ha asombrado porque, desde unas gigantescas vallas, Loquillo le pide el voto para la Constitución Europea. Desde que leí su asombro he pensado lo bueno que es que a estas alturas de la vida, de la de Paco, Carlos y Fernando, a los que apela de cuando en cuando, aun haya cosas que les sorprendan. Muestran que no tienen callos en la percepción de las cosas, que no les vence el aburrimiento y que pueden continuar dando guerra, aunque suavita, estén donde estén. Pese a todo esto, cabrá recordarle a Paco, que el voto no solo se lo pide el cantante de los Trogloditas, también se han embarcado, entre otros, a Luis del Olmo, Iñaki Gabilondo, en esa aventura de dirigirse al ciudadano para recordarle que además de español es europeo. El problema creo que no está en quien nos pida el voto, obviamente afirmativo, sino en saber si a los votantes, a los ciudadanos, se les va a aclarar los porques y los para qué de la Constitución Europea. De paso tampoco vendría mal que se explicase porqué se ha elegido el camino del Referéndum en lugar de un amplio, y más barato, debate parlamentario con su correspondiente votación, tal como han hecho otros países. Una vez que se ha optado por implicar al mayor número posible de ciudadanos, lógico es que se les desmenuce, muy a fondo, de qué va la cosa. Que nadie acuda a ciegas ante las urnas.

Entre otras cosas hay que evitar que la Campaña del Referéndum para la aceptación de la Carta Magna Europea quede enredada, huérfana de aclaraciones, por la maraña de los acontecimientos internos españoles. Pero si nos ceñimos a las cuestiones internas españolas, valdrá la pena que releamos la Constitución Europea y nos detengamos en el Articulo 1-5 “Relación entre la Unión y los Estados miembros. 1…..Respetará las funciones esenciales del Estado, especialmente las que tienen por objeto garantizar su integridad territorial, mantener el orden público y salvaguardar la seguridad nacional”, entonces tendremos las cosas más claras para dar nuestro voto afirmativo el próximo día 20 de Febrero. No hará falta que llamen a nuestra puerta Loquillo, Cruyff, Del Olmo, Gabilondo o Nicole Kidman, acudiremos a votar.

fernando martinez castellano 17 Enero 2005

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