Charles de Gaulle dijo “Como los políticos
nunca creen lo que dicen, se sorprenden cuando alguien sí lo cree."
Quizás, lo peor que le puede pasar a un político es que dejen
de creerle. De lo peor que le puede ocurrir a un País es que se retire la fe en
sus políticos. En España, desde hace unos años, los ciudadanos no creen lo que
les dicen sus políticos, sus administradores. Son tantas las palabras vacías,
que se han escuchado, que a algunos solo se les cree en el frío cuando hace
mucho frío, y en la lluvia cuando diluvia.
Se viene especulando tanto y desde tanto tiempo, con la
salida de la Crisis, se han tanteado y tonteado con fechas, como quien juega a
la ruleta, anunciaron “el segundo
semestre del 2012”, “la primavera del 13”, “el verano del 14”, con una
inconsciencia e inconsistencia, más propias de una tertulia de sobremesa que de
las previsiones que deberían de hacerse en despachos con alfombras de cinco
centímetros de calado. Y eso que, por fortuna, ya quedaron muy atrás aquello de
“los brotes verdes” que se convirtió en una leyenda urbana casi como la de
aquella chica que anestesiaron en el probador de una tienda de moda, para extraerle
un riñón. Desde que Enero apareció en el horizonte, el sonsonete que este 2015
va a ser un año maravilloso, nos golpea a todas horas. Y el personal, ya se lo
toma, y solo van quince días, como si no fuera con él la cosa.
No se maquillan
datos, directamente se miente sobre la calidad del empleo, y tan tranquilos.
Aquí estamos, en este lado de las noticias, aun esperando
expectantes los resultados de Conferencias, Convenciones, Interparlamentarias, y
demás historias, tinglados que por cierto pagamos todos, montados para asombrar
no sé, ni saben, a quién, porque en este minutado de la película todos tenemos
la certeza que de ellos, de los perpetuos
políticos, no va a salir nada que nos alivie nada.
Pese a los avisos que les están enviando las encuestas,
continuamos en dos mundos distintos. A su bola y en su bola, nos hablan desde
otro mundo, desde un mundo a lo Mato, con cañones de serpentinas y caramelos de
fresa.
En el otro lado, los electores muy hartitos, así lo
confirman, desde hace muchos meses, toda clase de encuestas van a
proporcionarles, en tanto tengan ocasión, un gran susto a los dos “grandes”
partidos.
Hace un par de años
estaríamos hablando de una gran abstención, ahora según los sondeos, el voto
dormido parece que está despertando. Y se está recobrando pese a que le hacen
propuestas vistosas, pero tan absurdas, que saben, los mismos electores, que
quizás les vuelvan a engañar, pero son voces nuevas y el atractivo por lo nuevo
suele causar mucha confusión.
Empecé con una cita, finalizo con otra cita, esta de Toynbee
“El mayor castigo para quienes no se interesan por la política, es que serán
gobernados por personas que si se interesan por ella”.
Publicado en Las Provincias 14 Enero 2015