26 agosto 2005

EL SALER NO ES UN CAPRICHO

Todavía humeando la zona quemada en la masa forestal de El Saler, le telefoneé a un amigo, que suele estar bastante enterado y le pregunté si conocía cuanto gasta el Ayuntamiento de Valencia en la renovación de las incontables macetas del llamado Puente de las Flores(hoy no voy a llamarle “del Capricho” porque levanta demasiadas ronchas) y cuanto se gasta en la limpieza y conservación básicas de las zonas boscosas de El Saler. “A bote pronto, no lo sé, veré si puedo averiguar algo” contestó Pablo. Más tarde o más temprano lo averiguará y lo leeremos.
Quizás no sean conceptos comparables, pero que quieren que les diga, por lo menos alguna pista nos darán sobre el interés hacia unas cosas y hacia otras, lo que llaman prioridades municipales.
No nos valdrá que alguien nos advierta que estamos hablando de concejalías diferentes porque al fin y al cabo, si hay Delegaciones es porque alguien delega, porque alguien preside, porque alguien está al frente, coordina y dirige la Junta de Gobierno Local de Valencia.
El incendio de El Saler, no se puede achacar a las peleas entre agricultores y ganaderos, o a los cotos de caza, o a la quema de rastrojos. Además de cuatro pirómanos para atar, la dejadez, el abandono, el saltarse los avisos han tenido mucho que ver.
Tengamos las cosas muy claras, que cada palo aguante su vela y peche con ella. La Junta de Gobierno, incluso el Pleno del Ayuntamiento, tienen una parte de culpa, proporcional a las responsabilidades que ocupan, en lo tocante al incumplimiento de la prevención de incendios, en las fantasías de detectores sensibles, rayos láser, gammas y vallecanos, a las luminarias, y no se cuantos Acuerdos Municipales del pasado y presente que duermen en el paraíso. Pero la cantidad de mierda que se acumula entre la arboleda, ni llueve del cielo, ni creo que en sus ratos libres la señora Barberá, el sr. Rubio o el sr. Montalbán se dediquen a ir depositando, a millares, bolsas de supermercados, botellas de cerveza, latas de conserva por aquí y por allá.
Los valencianos capitalinos, nunca nos hemos tomado en serio lo de El Saler y por lo tanto su estado aun nos ha importado menos. Lágrimas negras, pero cada vez más lágrimas de cocodrilo.
Fernando Martínez Castellano 26 Agosto 2005
Publicado en Las Provincias el 3 Septiembre 2005

12 agosto 2005

ATASCOS EN AGOSTO

Menudo peso que me he quitado de encima al comprobar que aquí en Valencia también hay atascos en Agosto. Estaba tan impaciente como un nominado de OT, al escuchar en los telediarios nacionales, que Madrid sufría apretones incluso en Agosto. Los televisivos presentadores, a punto de nieve histérica, mostraban en su rostro las preocupaciones fruto del amontonamiento de coches en la Castellana y la M30, mientras que nosotros, los “levantinos felices”, (¿en qué quedaron aquellas campañas empujadas desde el Consell que se iban a llevar a cabo para que dejasen de ponernos la inconcreta etiqueta “Levante”?, pues la cosa sigue cada día peor), continuábamos ajenos a los atolladeros de la Meseta. Menos mal que nos has salido unos cuantos atascos en la ciudad de Valencia, porque hasta cabía la posibilidad de que el President Camps interrumpiera sus vacaciones, para mostrar su inquietud por la posible repercusión de los embotellamientos madrileños en la hostelería valenciana y de paso pegarle un par de puyazos al Gobierno Zapatero, no sea que llegue el Otoño y le pille desentrenado.
Como hay obras, tendidos del tranvía, zanjas, trasplantes de palmeras, catas y hasta parcheos en el firme en unas pocas calles, (ya veremos cuando le toca a Fernando el Católico) se arman de cuando en cuando los consiguientes amontonamientos vehiculares, aunque no alcancen la magnitud galáctica que los lleve a las entradillas de los telediarios de las grandes cadenas de televisión.
Son las cosas, la aparatosidad de algunas obras, que se producen en Agosto, en todos los agostos, están presentes todos los años, tan presentes como esos minutos de gloria que Rafa Rubio, durante sus vacaciones, les deja, a algunos Concejales de su Grupo, para que luzcan un poco, para que puedan hacer sus propuestas, por peregrinas que algunas sean, propuestas y respuestas, al Alcalde suplente de turno.
Dentro del poliédrico catalogo de publicaciones del Ayuntamiento de Valencia, valdrá la pena recoger la recopilación de todas las ideas de Agosto, esta puede ser una de ellas. Seguro que con el paso de los años, su lectura servirá para conocer como bulleron las ideas y como se fue comportando el termómetro en los distintos veranos.
Fernando Martínez Castellano 12 Agosto 2005
Publicado en Las Provincias 15 Agosto 2005
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