13 julio 2013

USTEDES Y NOSOTROS


Hay que felicitarles, lo han conseguido. La línea, ya es un foso, a un lado ustedes al otro el resto de la ciudadanía. Las distancias que nos separan cada vez mayores. Y no les importa nada, y eso que dentro de unos meses, las europeas, vendrán a buscar nuestro voto, ¿Con qué argumentos? ¿Con qué querrán embaucar otra vez? ¿Transparencia? ¿Regeneración? Venga ya.
Estiran y estiran, la cuerda de la paciencia con su codicia sin límites.
Claro que no se les respeta, a ustedes a los políticos, a los que han transformado el servicio al pueblo, por una profesión similar a aquella que tenía Luís Candelas.
Claro que no se les respeta, porque ustedes no han hecho el mínimo tic para hacerse de respetar.
Lo están pisoteando todo. Unos por acción y otros que por consentir, por querer continuar arriba del machito, se han convertido en cómplices.
Muchos de ustedes no tienen cuentas en Suiza, ni apartamentos en Marbella o en los Pirineos, ni cuentas secretas, pero muchos de ustedes saben de compañeros de partido, de compañeros de cargo público, que se han enriquecido a una velocidad de pánico, pero muchos de ustedes saben de “las mordidas” que se pegan o han pegado a infinidad de constructores, pero muchos de ustedes conocen de cómo se han saqueado empresas públicas, pero muchos de ustedes han estado callados, mudos, ante las tropelías que alguno de sus conmilitones hicieron en las fenecidas cajas de ahorros, pero muchos de ustedes contemplaron, sin pestañear, como, por ejemplo, en la Feria de Muestras entraba tanto hormigón como cancelaban ferias.  

Los ciudadanos, los que resignados pagamos impuestos, los que costeamos todas sus equivocaciones y derroches pasados y presentes, los que vamos a sufrir esta Crisis hasta quedarnos sin gota de sangre, estos ciudadanos no merecemos por parte de ustedes ninguna explicación y por favor no nos pidan ni apelen al espíritu cívico, precisamente ustedes que están matando la ilusión que los de mi generación, pusimos en la llegada de la Democracia. 

08 julio 2013

LA MAS HERMOSA

Leí, días atrás, un artículo de Pablo Salazar en el que reclamaba un maquillaje urgente para la Plaza de la Reina, la plaza más visitada, quizás también la más fotografiada, de Valencia. Retoque, a la espera de tiempos mejores, las arcas municipales no dan para más. La Caja de los euros está vacía y la de las ideas no parece estar mejor.
Compartí, al instante, el calificativo para la explanada, el hueco, el espacio o lo que sea, y es, el de ser una de las plazas más deslucidas de Valencia, salvada por el Miguelete, la puerta barroca de la Catedral y la torre de Santa Catalina, que no es poco. 
Al día siguiente me la paseé, tranquilamente, y estuve, aun más, de acuerdo con cada una de las palabras de Salazar.
A Valencia, como a cualquier otra ciudad, se le quiere tanto o más, destacando los puntos a mejorar que cantándole las loas más desmesuradas.
Ya que tenemos cazada una de las plazas más vistas, en la que hay casi tantas mesas y sillas como peatones, en la que hay que caminar en fila india, ya tenemos una plaza en la que en las mañanas de verano los hedores de los orines de los caballos llegan a superar los sudores de los viandantes, ya tenemos una plaza en la que están presentes todos los tipos de establecimientos hosteleros. Ahora hay que ir a la otra cara.
Vamos a intentar encontrar la plaza más hermosa de Valencia. Pregunto a los amigos.
La plaza de la Iglesia de Campanar, es la tranquilidad en medio de avenidas, el sabor de años, me dijo Altea.
La plaza de la Iglesia de Santa María del Mar, al lado de las Atarazanas, o la Plaza de los Ángeles en el corazón del Cabañal, me escribió Miguel.
José María, que se patea todo, me envió un correo con fotos.
La plazoleta del Correo Viejo, junto a la iglesia de San Nicolás.
La del Patriarca en Otoño.
La de San Luís Beltrán al lado del Almudín.
El Parterre, ¿jardín o plaza?.
¿La Plaza Redonda?
Cualquier plaza en la que se haya parado un poco el tiempo, libre de tráfico y casi huérfana de mesas y sillas.

Buscaré durante este verano. 
No será mal entretenimiento.

05 julio 2013

COMER CON UN AMIGO

Ayer comí con mi amigo Gustavo. 
No pretendo que sea noticia comer con un  amigo. A Gustavo lo conoce media Valencia y la otra mitad no sabe lo que se ha perdido. 
Para mi, comer con Gustavo, tener una larga sobremesa, es como comer conmigo mismo cuando titubeaba por los quince, cuando caminaba por los veinticinco, cuando volaba por los treinta y cinco, tropezaba a los cuarenta y cinco, volvía a tropezar en los cincuenta y cinco, me serenaba a los sesenta y cinco y ahora en la espera de lo inesperado charlo con los amigos.
Tras hablar de lo humano y lo divino, de lo que son los hombres y lo que son sus religiones, después de haber repasado anécdotas que ya habíamos repasado miles de veces, después de haber hablado de amigos que veíamos y ya no veíamos, después de reconocer, Gustavo, lo guapas que son mis primas, va y a nosotros, a un par de señores mayores, en los periódicos dirían “un par de ancianos”, se nos ocurrió y lo comentamos con Altea, con Koldo, hablar de la Valencia que vivimos, que pateamos, yo en el día, y él un poco más tarde, de aquella Valencia que se nos fue. De aquella ciudad, de la que de vez en cuando nos envían enlaces de Internet con colecciones de fotos antiguas de unas calles, unas plazas, unos edificios, que muchas veces ya no están, pero nosotros recordamos haberlas visto, haber visto aquellos tranvías abarrotados, aquellos sogeas que acercaban al personal a las playas, anteriores a la popularización del seiscientos, antes que aparecieran las francesas y los bikinis en este lado del Mediterráneo.
Y no sé porqué, saltamos desde la Plaza del Ayuntamiento, antes con otros singulares nombres, de la plaza de los sesenta al impersonal y vacío espacio actual, y a la España que cada día se despierta con noticias más inquietantes que el día anterior, a los sobresaltos que cada mañana nos pegan a los señores mayores.

No sé como decirles, antes que causas mayores lo impidan, coman con viejos amigos, hagan largas sobremesas, caminen hacia atrás. Es más sano que hacerlo en el presente.

PD

Días después de haber escrito y publicado esta columna en Las Provincias, un amigo nos invitó a comer, a Ximo Castillo a y mi, en un restaurante de la playa de las Arenas. uno que dice que es "estimat" ¡¡¡Qué cañazo!! le pegaron a Rafa Cobos. ¡¡Que desproporción entre calidad y precio¡¡ Que no se quejen de "lo mal que van las cosas a los hosteleros", no se puede cobrar 25 euros por un plato de arroz con alguna gamba pelada, con algún trozo de sepieta, el resto de la comida en ese mismo plano. Un timo. 

20 junio 2013

EN LOS MISMOS DIAS

En los días que España se despertaba con otro hecho, incomprensible y esperpéntico, como es la extraña historia montoresca de los “deneises” que casi superaban a los grouchonianos-cospedalescos finiquitos simulados diferidos, con Agencia Tributaria, notarios, registradores, requerimientos judiciales, metidos por en medio.
En los días que Rajoy decía a quien se lo quisiera creer, que lo peor de la crisis había pasado.
En los días que el FMI, ese organismo que un día tuvo la suerte de ser presidido por Rodrigo Rato, ese ente al que la Crisis mundial le pilló en Babia, esa cosa, el FMI, que no tenemos ni idea para que sirve, se le ocurrió decir que los salarios de los españoles de a pie deberían ser recortados un poquito más.
En los días que entre los unos y los otros, los de esta Comunidad y los del resto de España, se afanaban para que la corrupción española sirviera para animar los telediarios de medio mundo, porque mientras se mira la paja ajena el personal se distrae de las vigas propias.
En los días que el Presidente del Gobierno trataba de explicar la reforma de la Administración, reforma que no es “ná”, reforma tememos que va a quedar solo en el papel, porque desde Moncloa parecen olvidar que “para hacer tortilla hay que romper huevos”.
En los días que se publicaban los millonarios sobresueldos de los políticos del PP, que llegaron a la política con afán de servir a todos.
En los mismos días que la mitad de los españoles se preguntaban qué pozo de petróleo habían descubierto los populares para poder pagar, poco importa a estas alturas, si fueron declarados o no, unos sobresueldos tan jugosos y tan desproporcionados con respecto a los salarios medios de los españolitos que les votaban o no.
En esos mismos días el Banco de Alimentos en Valencia lanzó un SOS mostrándonos las estanterías de sus almacenes totalmente vacías.
En esos mismos días, el Presidente de la Casa de Caridad de Valencia expuso en los medios de comunicación las alarmantes cifras de atenciones prestadas.
En los mismos días, nos dijeron por enésima vez que aquí, en España, en Valencia, hay Hambre.
En esos días, ayer, hoy, perdimos la esperanza.

Fernando Martínez Castellano

20 Junio 2013

11 junio 2013

CAMPO DE MINAS

En el inicio de la semana, saltó a los medios, la curiosa medida tomada por el Ayuntamiento de Brunete. La idea, hay que tener ganas de tenerlas, bautizada como Caca-Express, consiste en enviar, los cagalloncillos del perro, al domicilio de los amos que miran hacia otro lado, mientras sus canes hacen caquita o cacaza, y tras haberse aliviado el animal, no son capaces, los amos, de recoger en unas bolsitas de plástico, baratitas, las deposiciones de sus bienqueridas mascotas.

Recuerdo, que ya hubo una campaña para colocar una banderita en cada mierdecita encontrada, pero se agotó la tela y aceleraba la desforestación del Amazonia .

En Valencia, porqué estamos escribiendo y leyendo, en Valencia, hay jardines grandes y pequeños, hay plazas céntricas y recoletas, hay aceras en calles peatonales y no, que son auténticos campos de minas, de minas de mierda de perros que camparon a sus anchas.

No son los perros los guarros, los descuidados son los amos. Los amos que tienen mascotas porque está de moda, que no saben vivir en comunidad, qué van a la suya, que les importa un bledo si los esfínteres de su chucho estallan en el ascensor, en el zaguán, en la acera, o en el primer lugar que encuentran. 

Pocos días antes de conocer lo de la Caca-Express de Brunete, me comentaba una yaya-madre-criadora de sus nietos, que cuando baja al parque con los críos, casi tiene que llevarlos atados, porque los dueños de los chuchos, que habían pasado por allí, no los llevaban agarrados con una correa.

En todas partes, incluida Valencia, se han recortado los gastos de limpieza de las vías públicas, a la vista está, por ello cada vez es más necesaria la colaboración de los ciudadanos para mantener unos mínimos. No se trata, que también lo es, de presentar orgullosos, a nuestros visitantes, una ciudad limpia, que dice mucho de sus habitantes, es por nuestra propia satisfacción, por la convivencia del día a día, porque la ciudad, aunque a veces no lo parezca, es de todos, y todos llevamos una parte de la responsabilidad de dejarla en mejores condiciones que la recibimos.

Fernando Martínez Castellano

6 Junio 2013

30 mayo 2013

PABELLÓN MARCOL, POLIDEPORTIVO NOU MOLES

No pude ver el reportaje de Jose Forés acerca de parte de lo que esconde el subsuelo de ésta, aun, hermosa ciudad, Valencia, pese a que cada día parece estar más inacabada, victima amodorrada de múltiples proyectos ideados, como dice Rajoy, sin sentido común. Decía que Forés había enseñado parte lo que está bajo nuestros píes, porque, poco a poco, se van sumando a esos soterramientos, las primeras piedras que no tuvieron segundas, los primeros agujeros que lucen como inútiles maceteros en la trama urbana.

Antes de que me vaya hacia otros rumbos, vale la pena recordar la magnífica, por multicolor, por libertad, tertulia que moderaba Jose Forés en la televisión de Las Provincias. Vendrán tiempos mejores que resuciten y reconozcan méritos. ¿Cuando? Cuando quieran nuestros tutores, ya que cada vez está más claro que ahora estamos muy tutelados, desde Bruselas, Berlín, las Islas Caimán, y hasta por el Torrebruno, Palomar dixit, que quiere a crear un puticlub de nombre Eurovegas, al que le van a hacer ordenanzas y leyes a su medida.

Decía por allá arriba, la variada obra pública, pagada con dinero público, pagada con ese dinero que ahora se tiene que devolver aumentado con intereses, pagada con ese dinero que ahora escasea para cubrir necesidades verdaderamente perentorias. Inventario de obras muertas y proyectos yacientes que se va incrementando conforme pasan los días.

Si fueran una o dos, las operaciones fallidas, podrías echar mano al infortunio, a los gatos negros o algo así, pero si la cosa va por decenas, no te cabe más que la pregunta sobre la negación para el cálculo que han tenido nuestros políticos más próximos, la enorme carga existente, en todos y cada uno de los proyectos, del cuento de la lechera.  Antes de la Crisis y durante la Crisis. Uno de los ejemplos muy evidentes es el del antiguo Pabellón Marcol, rebautizado como Complejo Polideportivo Nou Moles. Para complejo, los euros que se han enterrado en un proyecto inútil, por faraónico, que ahora no tendrán más remedio que volver a rellenar con tierra y redefinir que narices se quiere hacer en el solar del viejo pabellón.

Pero que no se preocupen,mejor dicho nunca se han preocupado, los ciudadanos, lo iremos pagando, resignados y muditos que es lo nuestro.

Fernando Martínez Castellano
30 Mayo 2013


23 mayo 2013

DESCONCERTADO

Desde las últimas horas del martes pasado, ando aun más desconcertado de lo que suelo hacerlo en los últimos tiempos. 
A las nueve de la noche, con la colaboración de mi televisor y mi languidez, era noche de languideces, con el mando a distancia, penetré en el túnel del tiempo.
A poco de escuchar a José María Aznar, se fueron por los suelos todos los planes que tenía preparados para las próximas semanas.
No es que me impresionasen sus palabras, no dijo nada que no supiésemos y sufriésemos más de la mitad de la población española. 
Dado que Aznar pasa tanto tiempo fuera de España, lo dijo él, quizás por eso, no se había enterado de lo fastidiado que está el asunto. A mí, más que las palabras de Aznar, me acongojaron sus gestos, no me acabo de acostumbrar a su extraña sonrisa, ni tampoco me ha habituado a su singular arqueo de cejas mientras encoje para adentro las mejillas, no sé si el expresidente imita al terrorífico Jack Nicholson de El resplandor, o es por lo que le cambia a uno la tele.  
Pero a lo que íbamos, al escuchar que el regalo de treinta y tantos miles de euros, que le hizo Correa, el capo di capi de Gürtell, a Alejandro Agag, su yerno, el de Aznar, era un obsequio de lo más normalito que se podía hacer, en ese mismo momento, se me cortó la digestión y eso que ceno poquito. 
A partir de aquellas palabras, para mi, ya podía decir el ex lo que quisiera, que lo hizo, y yo en justa correspondencia, no atender nada, que también lo hice.
Menudo sofoco, yo, queriendo, no le puedo hacer un regalo “así de normal” a Rocío, e imagino que otros invitados, a su boda, estarán igual. Tampoco puedo regalar en especies como hizo Correa. No le puedo montar la iluminación del evento, porque no me dedico a eso, todo lo más, una tertulia o una columnita.  

Y es que está claro, algunos volaron tan alto, tuvieron tantos aires imperiales, miraron tanto por encima del hombro, les dio tanto el sol en la cabeza que aquellos si que se desnortaron, de tal modo que confundieron los productos de los saqueos a lo público con lo normal.

09 mayo 2013

LAS DOS CARAS DE RUS

Me había hecho el ánimo de escribir sobre apuntes, ensueños, mentiras, y unas cuantas cosas más, pero acabo de enterarme que Julián Muñoz, el que se los llevó cruditos de Marbella, y localidades colindantes, ha publicado sus memorias, “La Cruda Verdad”, y creo que deben de estar, las memorias del exálcalde marbellí, al mismo nivel de credibilidad que las “otras”.
No perdamos el tiempo en gansadas.

Si pidiésemos a unos cuantos politólogos, de nuestro alrededor, que haciendo un repaso a los personajes que se han dedicado a la política en la Comunidad Valenciana, elaborasen una clasificación de los más capaces, espabilados y cazadores de lo que salta, seguro, más que seguro, que en muchas listas, aparecería en los primeros lugares Alfonso “Jano” Rus.
¡Mira que es listo el setabense! Ha oteado, como Jano, el dios romano de las dos caras, a su derecha y a su izquierda y ha comprobado, ya desde hace tiempo, lo yerma que está la oposición. Y ahí, ha encontrado Rus, la gran veta de oro. Va a ser gobierno y oposición en la misma persona. Sin despeinarse. Quizás hasta lo tiene todo pactado con alguien por encima de él, en el escalafón pepero.
Ahí lo tenemos diciendo blanco y negro, carne y pescado, impuestos arriba, impuestos abajo, el argumentario del día y lo contrario. ¡Un fenómeno!
Además de que disfruta del placer de ir por libre, manda, por lo que también debe de disfrutar, le pagan, que no debe de ser poco, y encima me parece que el papel le divierte. Porque debe de ser delicioso, lanzarle unos cuantos dardos, domesticados, a personajes que supones que Alfonso Rus no acaba de soportar. Es público su desencuentro con Maria Dolores Aplazado Diferido, y me cuesta imaginar a Rus tomando el te de las cinco con Aguirre, Mato, Guindos, Morenés y soportando la bobería de la que apela a las buenas maneras de la Virgen del Rocío para que baje el paro.

Ahora que bien pensado, si Rus juega a Juno, igual le debe de pegar a los almuerzos sabatinos de cacaos y vino con gaseosa, que a las meriendas en la calle Serrano, de Madrid naturalmente. 

02 mayo 2013

SANTO JOB

Del aeropuerto a casa, el taxista llevaba la radio encendida, tan encendida como el sonido de miles y miles de gargantas gritando ¡Si se puede! ¡Si se puede!, una, otra, y otra vez. Roncos.
Imaginé, que a punto de saltarles las lágrimas de tanta rabia contenida. Calculé que se había colmado el vaso. Creí que se presentaba un 1 de Mayo distinto. 
Fueron décimas de segundo, porque de inmediato, continuaban los gritos en segundo plano, escuche la palabra “remontada”, caldeo pre-partido, y la evocación al espíritu de un jugador de fútbol que tuvo fama de ser bastante marrullero, y al Cid, y a Guzmán el Bueno, a Colón, Cortés y Pizarro, al Alcazar de Toledo y a las páginas amarillas. 
Cosas del fútbol, del fútbol como enorme capa de niebla para desviar la atención, trampantojos mentales.
“Estos tampoco podrán”, me dijo el taxista. Acertó. Y aunque no debería decirlo, luego me alegré del acierto. Y aun más, me alegré de no haber sufrido, por ausencia, los cantos de apelación a la épica, a la heroica, martirio al que parece ser, fue sometida latosamente la España periférica, desde la “objetividad” de los medios de la Meseta carpetovetónica. Paciencia.
Paciencia, como ha pedido Rajoy a una parte de la población española, la que sufre el hacha y la poda, ante el presente y el incierto futuro. Incierto, porque ni se sabe ni se contesta. Llamada al santo Job, el santo de la paciencia, por cierto no se olviden de felicitar el próximo viernes a todos los pacientes resignados, es el día de su santo patrón.
Mentando a Job, recuerdo que nos contaron, que Rajoy hace horas extraordinarias, ojo que no hablo de sobresueldos, estudiando, a marchas forzadas, el idioma inglés.
Y aquí es cuando me pregunto si lo de Rajoy ha sido una declaración o una plegaria, porque como saben, “job” en inglés significa trabajo, quizás alguno de esos canales multiplexores que tenemos en el cerebro le ha llevado, al aun jefe de gobierno, Ansar está al acecho, a saltar del español al inglés y donde pidió paciencia, ante los seis millones de parados y las cero soluciones, quería decir trabajo, sencillamente trabajo, que no es poco, en la España del 2013.
Llegamos a casa.

Fernando Martínez Castellano

2 Mayo 2013

21 marzo 2013

MUCHAS VIGAS

El asunto ya irrita bastante. Estoy, como muchos, hasta el gorro de las continuas críticas que está recibiendo la Comunidad Valenciana en todos los medios de comunicación.
Ya está bien, que nos pongan en todas partes como ejemplo de despilfarro, mala cabeza y corrupción.
Ya está bien, que seamos el hazmerreír de tanto y tanto programa de tele y de radio.
La cosa se pasa de castaño oscuro.
Que en este País, España, que en esta Comunidad Valenciana, se ataron los perros con longanizas, fue más que reconocido. 
Que tuvimos los españoles y los valencianos unos dirigentes políticos, que no nos merecíamos, pero que contaron con el apoyo de las urnas, y que eran talmente como sacados de un tebeo. 
Que nos equivocamos a la hora de elegir, también es un hecho reconocido. Que el electorado también yerra, está a la vista, el pasado y sus consecuencias. 
Que nos deslumbraron los fastos y los oropeles. 
Que lo estamos pagando, los españoles y los valencianos, especialmente los valencianos, también es evidente. 
Que aun nos quedan unos cuantos años de penar, lo tenemos casi asumido. Y si aun no lo tenemos, vayamos admitiéndolo, aunque nos arranque el cuajo.
Habiendo aceptado eso de que hemos sido tontos, generosos, confiados, habitantes de Babia, admiradores de la Luna de Valencia y unas cuantas cosas más, digamos bien fuerte ¡Ya está bien!.
No debemos aceptar ni un solo reproche de los Feijoos, los Monagos y las Cospedales. No debemos aceptarles una palabra más en la que nos digan ¡que desastres sois! ¡que manirrotos! No. No son ni Nuñez Feijóo, ni Cospedal, ni Galicia, ni Castilla la Mancha, precisamente ejemplo del buen hacer. Si por aquí hay Ágoras, Ciudades de la Luz, Aeropuertos sin aviones, dense una vuelta por el Aeropuerto de Ciudad Real, por el macro hospital de Toledo, por los gigantescos Palacios de Congresos, por los AVEs, en construcción y construidos, vacíos e innecesarios, por la desierta Ciudad de la Cultura Gallega, muchas vigas que callar.
Ya está bien de querer darnos lecciones, ya está bien de tantos menosprecios. Punto en boca, que aquí se ha metido la pata y la mano en muchos lugares.  

07 febrero 2013

UNIDAD DE QUEMADOS

Hay por aquí tal tufo a carne achicharrada, que ni los fuertes vientos consiguen despejar. Se está chamuscando algo en la lumbre. ¿Cuántas manos se han puesto en el fuego?. ¿Cuántas oportunidades de callar se han perdido?.
Quizás la frase más repetida en los últimos meses ¡Pongo la mano en el fuego por…!. Quizás la frase, la coletilla, más vacía de cuantas estamos escuchando. Quizás supere a otras en las que se incluyen las palabras, sobres, conspiración, chantajes, coacciones, inocencia, etc.
No ponga la mano en el fuego. La carne quemada huele mal y luego curar las llagas supone más gastos para Sanidad, incrementar los atascos en las puertas de Urgencias.
No ponga la mano en el fuego. Si quiere hacer patente su ¿absoluta? confianza en otro, solo tiene que decir que pone sus percepciones trimestrales o anuales como aval de la buena conducta del individuo que merece su fe ciega incondicional. Caritas, la Casa de la Caridad, el Cottolengo, le agradecerán el donativo.
No ponga la mano en el fuego, así como así, porque además a la hora de la verdad no la pondrá, dudará, ¿y si me quemo?, ¿y si tenía razón Cospedal cuando dijo que cada palo aguante su vela?. No estamos en el Medioevo con las torturas disfrazadas de juicios de Dios. No estamos en la Edad Media, aunque con tanta regresión como estamos teniendo, una mañana de éstas nos despertamos en el Siglo XIII.
No ponga la mano en el fuego, dedique estas adhesiones sin límite, dedique sus esfuerzos a que se clarifique la situación, a que salgan a la luz pública todas las sinvergüenzonadas que están minando por fuera y por dentro a la sociedad española, a que “subterfugios” legales ni oculten la verdad, ni encubran las mentiras.  Limpieza autentica.

Ponga la mano en el fuego, por y para que todas las Instituciones españolas recuperen el prestigio que en estos momentos tienen tan bajo cero.
Ponga la mano en el fuego, para que este País, España, vuelva a confiar en proyectos de futuro que le rescaten del atormentado presente.  

31 enero 2013

HABLANDO CON PIEDRAS

Dicen que le ha sacado a sus ramitas de romero aun más provecho que las gitanas del Albaicín, del Sacromonte o de las que te quieren leer las lineas de las manos junto a la Mezquita de Córdoba.
Dicen que de tonto no tiene un pelo por mucho que lo quiera ocultar con sus pañuelos con antenas. 
Dicen que es más listo que el hambre, pese a que la fama le haya llegado ya de mayor.
Dicen que el nonato aeropuerto de Carlos Fabra, le acabó de confirmar en el estrellato.
Dicen que le ha dado la vuelta al derrumbe de una de sus obras, convirtiendo un equilibrio mal calculado, en una prodigiosa charla, soportando el helor de la madrugada, con un amasijo de cemento en una de las infinitas rotondas que adornan la ciudad de Castellón.
No hace falta dar ni un “dicen qué” más, para saber que estamos hablando de y con Juan García Ripollés.
Lo que me ha asombrado estos días, es que haya habido extrañados de que  Ripolles mantuviera una conversación con su desmoronada escultura.
Les puedo asegurar que he visto y oído a bastantes personas soltando más de una imprecación ante algunos emblemáticos edificios en el centro de Valencia.
Y aun más, aconsejo que aprovechen este invierno-verano que estamos viviendo, acérquense al mal llamado puente del jamonero. Estén un rato por allí, tomando el sol y viendo los peligrosos frenazos que se dan, productos del cambio de rasante calatraveño. Seguro que en apenas unos minutos, verán como algún peatón, agitando los brazos, se encara con la inacabada e inútil masa de azul cobalto, conocida como el Agora, y si afinan un poco el oído, escucharán, al andante, jurando en arameo, acordándose de la pésima gestión y del innecesario derroche de la gestión del expresident Camps. Si no entienden lo que dice el airado ciudadano, tranquilos, a los pocos minutos seguro que pasa otro y se volverá a repetir la escena.

Ripolles, aseguró que el monumento a la Paz, le había respondido. No sé, si el Ágora le ha contestado a alguien, a Camps, a Calatrava, o por el contrario ha dado el silencio por respuesta, solo sé que cuantas más veces veo el mejillón azul, más veces pienso en los años que tendrán que transcurrir para que penemos aquellas torpezas que condenaron a este presente.

19 enero 2013

VANDALOS


Te da más que rabia cuando compruebas la velocidad en la destrucción, que una pandilla, o menos, puede causar en una noche de aburrimiento o de querer batir records.

Creo que fue al día siguiente de abrirse al público, cuando nos dimos una vuelta por el nuevo jardín que ocupa el espacio del Viejo Hospital, en la calle Guillén de Castro, en Valencia. Me gustó, pero pensé que aquel sitio iba a durar muy poco en el estado que se encontraba.  

A los quince días se habían cumplido mis peores pronósticos.

Está claro que hay individuos que quieren mostrar su absoluto rechazo con lo que les rodea, su asociabilidad salta a la vista en cada uno de sus gestos de destrucción. Les mata su tedio. Insulta su seguridad de que no les va a pasar nada, si les sorprenden con las manos en la masa.

Hay que hacer algo. La Ciudad, la ciudadanía tiene que defenderse de esta clase de individuos. No les debe de salir gratis una noche de estragos. La quema de contenedores, de coches, la destrucción del mobiliario público, el destrozo de los Tinglados del Puerto, el ácido en las lunas de los escaparates, la muñeca fácil con el spray, tiene que tener su condena. No son chiquilladas, son bastante más. Nada de esto se puede contemplar con la más mínima concesión a “cosas de la situación de crisis”, “rebeldías de juventud”, “rebotados”. Estupideces. La ciudad no es ni del alcalde ni de la alcaldesa, de turno, por muchos años que estén en el cargo, por muchas expresiones que lleven a que se crea algo así, la ciudad, el pueblo, la calle, es de todos los ciudadanos que vivimos en ella, hayamos nacido aquí o miles de kilómetros más allá.

Me asombra la falta de respuesta de los partidos políticos, cada uno ya va bien con sus problemas, el silencio de los representantes públicos, gobiernen o estén en la oposición, ante el vandalismo que impide que nada esté medianamente presentable.

Lo peor, es que aun es mucho más devastador el vandalismo de cuello blanco, los que deberían dar ejemplo, los que les pagamos para que den ejemplo. Y todos los días, los vándalos de trajeados, soberbios, despectivos, desfilan ante nosotros mostrando la impunidad, que nosotros los paganos, les hemos dotado. 
Lo aun mucho peor es que "ellos" no tienen remedio.......y nosotros tampoco por tener una paciencia infinita.

13 enero 2013

AFONIA


Wikipedia, define “Afonía” como término médico para referirse a la incapacidad de hablar. Causas de la afonía, sigue Wikipedia, pueden ser el mal uso de la voz, problemas del aparato respiratorio, ingestión de productos irritantes, nervios, frío excesivo.

Esto no es un apéndice de Salus. No. Solo es que estoy, intrigadísimo con la afonía que ha atacado a los gobernantes valencianos desde hace un año. A todos, alcaldes/as, presidentes, President, consellers, diputados nacionales, autonómicos y provinciales, asesores, los profesionales de animar los facebooks, y los tuiters, hasta al antaño ocurrente González Pons, todos parecen ser victimas de una contagiosa afonía. No se oye nada, desplegamos las orejas, abrimos los oídos pero seguimos sin oír nada de nada.

Me puse a repasar las causas de la Afonía, según Wikipedia, y eché en falta una, precisamente la que aqueja a los políticos peperos valencianos, la Disciplina de Partido, esto si que causa afonía profunda.

Que satisfecha debe de estar la señora ministra de Fomento, de la fidelidad de sus conmilitones valencianos. ¡Poca guerra me dan!, debe de pensar la señora Pastor.

Lo de las dificultades de financiación de las obras públicas debe de afectar exclusivamente a las que arrancan, transcurren o finalizan en la Comunidad Valenciana.

Si hubo agravios comparativos en los tiempos de Zapatero, y se proclamó a los cuatro vientos la justificada rabia de los valencianos, ahora, en los tiempos de Rajoy, también los hay, agravios, pero por la maldita “disciplina de partido” se le pone sordina a todo.

La, muy calculada, indefinición del gobierno central respecto al Corredor Mediterráneo, las multimillonarias inversiones en el AVE Madrid-Galicia, la paralización de la ampliación de la A-3, el menosprecio del túnel pasante en Valencia, son algunas de las muestras, afortunadamente no olvidadas por los medios de comunicación valencianos, que deberían provocar que nuestros representantes políticos alzasen la voz con un ¡Ya está bien!, pero sufren desde hace un año, una humillada afonía.

Solo cuatro voces, Miñes, Boluda, Felix, JL Gonzalez, clamando en un desierto sordo y mudo.

08 enero 2013

NO SON INOCENTADAS


Pasó, ni fu ni fa, el día de los Inocentes, pero dado el clima general de timo y sinvergüenzonería en el que este País está metido, en los últimos años, creo que hay que proponer que festejemos lo contrario, el día libre de Inocentadas y adyacentes. 
Con un poco de suerte, y debido a la miseria por la que transitamos, al tajo de vividores y sanguijuelas que nos parasítan les entra un poco de conmiseración, y por lo menos durante veinticuatro horas, se apiadan de nosotros y nos dejan tranquilos. No parece gran cosa un día entre trescientos sesenta y cinco, pero qué alivio sería vivir unas horas sin sablistas.
Hay que hacer algo, en todo “hay que hacer algo”, porque estamos en un punto en el que la realidad se confunde con la inocentada y viceversa.
Hubieron medios que en un principio no sabían donde clasificar las fotografías de los canales navegables de Ruzafa, si en el de las Noticias o en las bromas del 28 de Diciembre. Hubo quien pensó que era una de las muchas falsificaciones de lo real que circula por Internet. Pero era, es, innegable, autentico.
En Valencia, en la Comunidad Valenciana, lo imposible es posible, lo más esperpentico ya lo hemos adoptado como cotidiano. 
Nos fastidia, y mucho más que fastidia, nos repatea los intestinos que nos tomen como el icono del despilfarro, del despropósito, pero es que se lo ponemos “a güevos” con todo lo que hay, con todas las atrocidades que tenemos empastradas a medio hacer y otras ya acabadas que en mal momento se planificaron, realizaron y algunas hasta se acabaron, otras están con el “falta rematarlas”.
Haces un repaso y casi te conviertes en un mal bicho del pesimismo, pero hay tantos millones de euros que se han enterrado, que se han dilapidado, que han volado, que solamente escribiéndolo notas como se calienta el teclado.
Ya lo tenemos todo, aquí a la vista, aeropuerto, estudios de cine, estadios de fútbol, ágoras, túneles navegables, estaciones de metro sin metro, ciudades de las lenguas y del hombre del saco. Una de dos, o las dinamitamos, o se ponen los Consejos Consultivos a estudiar, para que sirven las obras y, de paso, si ellos no son otra “faena” que nos dejó el reciente pasado.

2 Enero 2013

02 enero 2013

EL AÑO SIN SIN


¿Qué etiqueta le vamos a poner a este 2012 que se despide? Uno es el rótulo que pongamos en el plano de hechos personales o familiares. Otro cartel es el que en la memoria colectiva le peguemos a estos últimos doce meses que entre ayes y suspiros hemos pasado, extenuados, quemados.

¿Por fin cómo vamos a inscribir en el registro de los recuerdos a este 12 que se agota? No será por falta de etiquetas y mucho menos, por falta de adjetivos calificativos, a cual peor.

Pocas alegrías nos ha dado el doce. En el platillo de lo positivo, debemos colocar la casi, con esta gente no acaba uno de fiarse, desaparición del terrorismo en suelo español. Toquemos madera e invoquemos a todo lo que tengamos que invocar, para que la historia en esto no se repita.

En el otro platillo, el de lo negativo, tiene que ser tan grande como el viejo-nuevo Mestalla, hay tantas cosas que desearíamos que no hubieran sucedido. Vence el lado malo.

El año sin, sin. El año en el que Merkel comprobó que no hace falta disparar un tiro, para ganar guerras y dominar.

El año en el que a las altas Instituciones del Estado, no solo a la Corona, los escándalos les brotaron como champiñones. 

Año funesto donde los haya. Un negro eslabón más, de esa cadena que se inició ¿en el 7?, ¿En el 8? ¿En las trampas del salto de la peseta al euro?.
El año en el que hemos escuchado miles de veces “Yo no quería tomar esta decisión, pero me veo obligado/obligada a…” Y ¡zas!, tijeretazo al canto y siempre por el mismo lado.

Esto no es una crisis pasajera, esto es una enorme vuelta del calcetín de una sociedad que creía que era capaz de caminar sobre las aguas. 
El año en el que los ciudadanos pensamos que si se “externaliza” la Sanidad ¿por qué no la política?.

El año en el que aun se destapó más corrupción y hundió políticos y política.

En fin, un año para olvidar, si no nos hubiera dejado tanta ruina, tan malas cifras y nos hubiera despertado imágenes de hambre que nos contaban nuestros mayores. Año que nos deja un País con los ánimos por los suelos. Y encima con enormes problemas por resolver.

A pesar de todo, o precisamente por eso, recibamos con esperanza el 13. Creamos en algo.
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