30 enero 2014

EL CHIVATO

La cosa es de risa, una más, lo de los interrogatorios a funcionarios de la Generalitat, para averiguar quien es “el topo” que filtra documentos, “Top Secret”, tales como las compras para rellenar los frigoríficos del Palau. No sé que resulta más ridículo, si filtrar las unidades de flanes que se comen en Presidencia o andar averiguando quien es el filtrador de tales dispendios. Una gota en medio del Atlántico.

Con la de casos y cosas que hay que averiguar en esta Comunitat, que cada vez está más cerca del furgón de cola que de la zona Champions.

Falciani y Snowden no darían abasto. Que los fiche Jorge Mendes, que ficha todo.

Vaya, si daríamos listas de asuntos sobre los que debería crearse una Comisión de Investigación, de las de verdad. Cuestiones sobre las que si cayera un mínimo de transparencia, a lo mejor hasta comenzábamos a conocer los motivos que han llevado a la Comunitat a ser rescatada. Porque estamos rescatados, tutelados, o teledirigidos y aquí no se mueve un papel, sin antes haber pedido parecer y/o autorización a “Madrid”, o a “Génova”

Vuelvo a lo del soplón. Nos quedamos en la anécdota, en lo banal, en el morbo, salvo que lo que quiera, el espía, es avisar a alguien y decirle “Esto solo es el aperitivo de lo que sé y no te gusta que sepa”. De ser así, la cosa va bastante más en serio, y por lo tanto no hay que perder el tiempo interrogando a posibles. Ya se debe de conocer nombres y apellidos del topo o de los topos. ¿Por cuenta de quien trabajan?

Poder y política son territorios peligrosos, muy resbaladizos. Cualquier principiante, cuya experiencia no haya pasado más allá de verse algunos capítulos de El Ala Oeste de la Casa Blanca, puede pegar un traspié de romperse narices y dientes. Y en cada esquina tropezarse con una daga y en cada fotocopiadora una maza rompe confidencias.


En las vísperas de listas electorales, en el mercado de futuros, hay que andarse con mucho tiento, y aun más cuando las encuestas apuntan a que los buenos tiempos ya pasaron.   

Publicado en Las Provincias 1 Febrero 2014

22 enero 2014

¡¡AY MESTALLA!!

El VCF no se vende ahora, ya se vendió en el momento que a su nombre se añadió el SAD. El hoy es una extensión de un reciente ayer lleno de grandes torpezas.

Cuando el presente es tan sombrío y el futuro tan incierto, mejor es el refugio en las viejas evocaciones.

En la película Blade Runner, el replicante Roy dice, “Yo he visto cosas que vosotros no creeríais”. Muchos hasta hemos visto triunfos.

Gracias a mi padres, y a que la edad aun me permite recorrer las espesuras de mi memoria, puedo decir que he visto en Mestalla instantes que permanecen imborrables en los recuerdos. A mi, que me llevaban al Campo aun con pantalón corto y me sentaban en una almohadilla apoyada entre las sillas de enea, de Enrique y Amelia, mis padres, que no se perdían un partido, los domingo a las tres y media o las cuatro, en aquel Mestalla, a aquel nuestro “teatro de los sueños”, con el frontis de ladrillo y el ovalado escudo estampado en los azulejos. Cuna de mi apego a un equipo que, años después, me hizo brincar en el Calderón por encima de todos los protocolos.

En el viejo Mestalla nos desesperamos con los arbitrajes de Azón, de Sanchez Ibáñez, que le robó una liga en Valencia en unas Fallas, pero también disfrutamos de Pasiego, Puchades, de Asensi, Piquer, Sócrates, Mestre, de Mañó, Fuertes, Badenes, Buqué y Segui, de Wilkes, del disparo de Waldo, de Guillot, de Paquito, de Kempes, de ……... Allí convertimos en malvados a los Campanal, Verde, Grifa, Glaría, Benito, olvidándonos que nosotros también éramos un equipo bronco y copero.

Allí, con el gol de Tendillo creímos que no habría más pesadilla, y la pesadilla del descenso volvió. Lloramos de rabia y al año volvimos a llorar de alegría.

Ahora lloramos viendo como se precipita el valencianismo, por demagogia, y por oscuros intereses de unos y de otros, hacia una profunda ruptura.  

Acabo con otra frase de cine “Los viejos sueños eran buenos sueños. Algunos no se cumplieron pero me alegro de haberlos tenido”


¡Que marque otra vez Tendillo!

Publicado en Las Provincias 25 Enero 2014

16 enero 2014

DETROIT

No quiero pensar cuantos volcanes hubieran estallado en la Península, si por estas tierras del Mediterráneo hubiéramos tenido un cargo público, tan lenguaraz, tan “así lo pienso, o no, así lo digo”,  como la señora Botella, alcaldesa de la capital del Estado. Además de pasarnos lo que nos pasa, que algún día tendremos que decir ¡ya está bien!, seríamos, por el personaje, el hazmerreír aun más de lo que ahora somos. Por nuestra desgracia, hemos pasado, en un “res i no res”, de California a la antesala de Detroit.

Esta ola de caídas de trencadís, de paneles de muchas fachadas, de viaductos quebradizos, creo que son tan producto del diseño, como de la codicia de algunas constructoras. Voracidad, o desmedidas rebajas para engrasar muchas puertas.

Corrupción y Calidad nunca van de la mano. Ahí lo tenemos. Dense un paseo por la ciudad y observen los andamios, con anuncios de rehabilitación con que se van a encontrar, en edificios que están en pie apenas doce años. A más barrio nuevo, más andamiaje, menos vergüenza.

Absurdo, sospechoso, inadmisible, que “grandes obras” se estén descomponiendo sin haber alcanzado la mayoría de edad. Y no se trata del Monopartido, ni del Bipartido, ni del Tripartito, ni rollos por el estilo, se trata que todo nos ha costado millonadas de euros y ahí está el resultado a la vista de todos, propios y extraños, y a sus burlas, incluso de los que aun tienen en su territorio tantas chapuzas como nosotros.


No soy muy amigo de los correos que van dando vueltas por Internet, algunos con imágenes tan idílicas como photosopadas, el palabro del día. Menos mal que algunas vez, entre cientos, aparece un archivo, para confirmar la regla, que vale la pena. Desde hace unas semanas, quizá meses, está circulando un correo con una colección de fotografías, que recogen la descomposición de Detroit, ciudad estadounidense, un día, no hace muchas décadas, por la que fluyeron chorros de dólares de la industria automovilística. Hay que verlo y reflexionar.

Publicado en Las Provincias 18 Enero 2014

09 enero 2014

TIENE QUE LLOVER

Ya estamos en “la normalidad”. Los lunes vuelven a ser lunes, los martes, martes, y así, día tras día hasta que en la segunda semana de Marzo, en Valencia, vuelvan a juguetear los días y las noches, y otra vez los lunes no sean lunes.

Me voy muy lejos, me estoy yendo a tiempos de Fallas, y tal como suceden las semanas, días, horas, en España, intentar penetrar en el futuro, con diez semanas de anticipación es mucho anticipar.

¡Menudo ambiente!, ¡Que pesadez!, ¡Que selva!.

“Smog” le llaman, los británicos, a esa combinación de humo y niebla que hace que vayas a ciegas, con los ojos y la garganta irritados, lo que por aquí y ahora, denominamos “no se ve ni la finca de enfrente”.

El smog, no habíamos viajado a Londres, ni sabíamos que era eso del “low cost”, pero lo conocimos por todas las películas de intriga de la productora inglesa Rank, la del enorme gong. Cuando surgía la niebla ya sabías que a los pocos minutos ibas a ver en la pantalla, sombras en un callejón, pasos sobre adoquines mojados, un apuñalamiento, un cadáver, un policía tocando un silbato y un detective fumando en pipa, todos los detectives fumaban.

Lo del smog, viene a que esto que estamos viviendo, o sea “la normalidad”, los asuntos que son portada en España, son muy espesos.

Hace falta que llueva. No llueve. Falta lluvia siempre dentro de un orden, que limpie nuestras calles, que depure el ambiente. En el resto de España dicen que sí que llueve, aunque no debe de llover mucho, porque la contaminación se resiste.

En Valencia, que estamos tan olvidados y además somos tan especiales, ya no nos acordamos de lo que es ese fenómeno atmosférico que se conoce como “lluvia”. Aquí, o Gota Fría o Gota Seca, sin términos medios.

Si no fuera porque tenemos otras preocupaciones, de mayor calado tal como ha ratificado el CIS, quizás hasta estaríamos hablando de pertinaz sequía, cambio climático en el Golfo de Valencia y cosas así.


Sea virga, llovizna, lluvia, pero que, de una vez,  caiga agua del cielo que limpie.

Publicado en Las Provincias 11 Enero 2014

01 enero 2014

ENTRENAMIENTO

Ya está, ya hemos tirado la cadena y el 13 ha viajado por las alcantarillas hasta la depuradora de Pinedo, que paradoja, allí le harán un lavado, secado y planchado, y como nuevo, ya se puede recordar de él, del 13, lo que cada uno le acomode.

Que bonito sería todo, si fuera así de sencillo. No haría falta pegar martillazos en los discos duros para borrarlos. Poca relación de amistad existe entre una maza y un ordenador. Pero, estamos viendo cosas tan raras en los últimos tiempos. que ya nada nos va a impresionar.

No nos va a turbar ni el falso optimismo de los dirigentes políticos. Ahora toca vender alegría, y a poner jiji jaja, en todos los discursos, en todos los actos. Aunque el personaje emisor, sea un soso, soso, soso, que no transmita nada, nada, nada. Hay que salpimentar todos los guisos. Jovialidad, y ánimo, aunque veas y escuches simpleza e insustancialidad.

Alegremos las caras, ¿Cómo nos vamos a presentar en un año electoral, éste, el 14, lo es, y el que próximo en llegar vendrá cargadito de urnas y de responsabilidades para los electores?. Porque no olvidemos que como electores todos y cada uno de nosotros tenemos una cuota de responsabilidad. Si hasta ahora, nuestra opción de papeleta no debimos de hacerla al tuntún, en lo que hay por delante, tendremos que saber que hacemos. Un papelito u otro, nos cambia mucho la vida, como se está viendo.
En el 14, tendremos un ensayo, las Europeas, ensayemos, aunque en Europa, también como se está viendo, nos jugamos un montón, pese a que los grandes partidos se empeñen a enviar al Parlamento Europeo a políticos a los que ya dan por amortizados.


Así que, como desde el próximo martes nos comenzarán a bombardear con argumentarios en los que nos dirán lo buenos que son, lo bien que lo están haciendo, que se están sacrificando un montón para no fastidiarnos más, preparémonos, construyamos nuestras alternativas interiores, y disfrutemos de los pocos momentos buenos del día. La vida es corta y aun nos la quieren acortar más.

Publicado en Las Provincias el 4 de Enero 2014
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