27 junio 2008

Una oposición fuerte

Al fin, un día de estos, va a echar a andar la legislatura que ya debía de haberlo hecho, a principios de Abril pasado. Mucho, mucho tiempo, de excesiva e incomprensible pasividad, mientras se confirmaban los malos augurios en el campo de la economía.

La subida diaria del precio del petróleo, muestra que estamos ante un problema estructural energético y este cuadro ha pillado a mucha gente, de la que debe de gobernar, con los deberes sin hacer, sorprendida y ensimismada. El costo del petróleo tiene toda la pinta de que va a seguir hacia arriba, por lo tanto, si esa es la principal causa del caos, todo parece señalar que vamos para rato.

El PSOE, sin oposición, el PP estaba en exceso en sus cosas, nos ha llevado por la calle de la amargura con el manejo de los eufemismos, que si estancamiento, que si desaceleración, que si deterioro económico, fuese lo que fuese, ha faltado valentía para decirle a los ciudadanos, incluso antes de las elecciones, que la cosa estaba bastante fastidiada y que los días de alegrías se estaban pochando.

Se ha llegado a hablar, como si fuese lo último cuando debería ser lo primero, de la necesidad de aplicar, en la vida pública, una gran dosis de austeridad, de controlar el gasto, de eludir lo superfluo. Lo malo, es que en las páginas de los periódicos, a diario, te dicen lo contrario con telefonía novísima para el Senado, con asesores tránsfugas pagados su precio en oro, con las Autonomías en pleno despilfarro como si la cosa no fuera con ellas.

Ahora, tras su congreso, cerradas, es un decir, las tensiones internas dentro del PP, con un Rajoy confirmado, también es un decir, con una cúpula renovada, más que un decir es una incógnita, el principal partido de la oposición tiene que comenzar a ejercer su papel de eso, de oposición, más o menos moderada, más o menos constructiva, tras comprobar que la “bronca” de la legislatura anterior no produjo la esperada cosecha de votos y que es necesario un mensaje duro en el fondo pero suave en las formas.

En manos, en las palabras que transmita ese PP reformado, está el provocar el despertar, de una vez, a un Gobierno Central que parece impasible en los brazos de Morfeo desde allá en los tiempos de la Pascua florida.

FMC

Publicado en Las Provincias 27 Junio 2008

20 junio 2008

Operación Medicago

Hoy es el día en el que columnista que se precie, de puesto y sesudo, no debería de huir de entrar en el tema de la semana, el Congreso del PP. Pero como hizo Pepíño Blanco con las Primarias de los EEUU, voy a quedarme al margen, no quiero con mis opiniones, creído que es uno, influir en el voto de algún delegado de Huelva, Cantabria o Teruel.

Aprovecho la ocasión para hacer una pregunta tanto a los partícipes en este Congreso del PP, como a los que dentro de unas semanas asistirán al del PSOE. “¿Creen que las Autonomías han acercado el Poder al Pueblo, tal como se soñaba en los primeros años de la Transición, o por el contrario lo que se ha conseguido es agrandar y ralentizar la maquinaria de la Administración?”.

Para despejarnos un poco, voy a contarles una historia, que está sucediendo, tan real como cualquier Ponencia Política y con un final que ni se sabe.

Diego Gómez Cabrera, escuchó, de buena mañana, en la radio la noticia “Debido al continuo incremento del precio del petróleo, se dispara, en la Capadocia, la venta de burros”. Aquella voz lo acabó de despertar.

¡Esta oportunidad no se me escapa!, pensó Diego, no reaccioné ante lo del ladrillo, no almacené gasolina y me quedó muy lejos el bluff de los biocombustibles.

Se estrujó, poquito, los sesos y manos a la obra. ¿Qué es lo que comen los burros? Alfalfa. El que acumule alfalfa controlará el Mundo mundial, o por lo menos Turquía, o como mínimo la Capadocia.

Entró en Internet, ya es un vicio. Tomó notas. Lo primero, se dijo, es ponerle un nombre a este plan. Operación Medicago. Suena a revolución de pacientes en la puerta de un ambulatorio, pero los nombres en botánica son así, y a la alfalfa la conocen como medicago.

Comenzó a hacer llamadas. En la primera solicitó unos días de vacaciones. En las segundas compró miles de balas de alfalfa. En las terceras pidió espacio a los amigos.

En dos días, todo un especulador. Recibió unos cuantos fardos de alfalfa que colocó en la terraza.

Ahora, finalizados, de momento, los problemas del transporte, solo le falta resolver cómo y donde va a almacenar lo comprado, cómo poner de moda los burros en España, y como lograr que algunos Ayuntamientos monten lo de “carril-asno”. Todo muy facil.

fmc 18 Junio 2008

Publicado en Las Provincias 20 Junio 2008

12 junio 2008

Obama y Pepiño

Al fin, los miembros de la tertulia El Bosque Perplejo, han podido manifestar sus preferencias hacia Barack Obama como candidato a la Presidencia del Mundo mundial.

Durante meses han contenido las ganas de decir lo que deseaban, han callado. En estos tiempos que todo corre a la velocidad de la fibra óptica no quisieron que sus opiniones influyeran en los ánimos de los ciudadanos de Oklahoma, Dakota del Norte, o en cualquiera de las decenas de ciudades llamadas Springfield. Uno de los principios fundacionales de la tertulia El Bosque Perplejo, es la no injerencia en los asuntos internos de otros países, y aunque las elecciones norteamericanas afectan a todos, los tertulianos optaron por el mutis hasta que el asunto se decantase hacia uno u otro candidato.

¿Verdad que todo esto resulta bastante ridículo? Pues claro que si. Es más que ridículo. Pero todo puede ser superado. Y esto de creerse el ombligo del Universo, también.

Lo de la opinión de la tertulia El Bosque Perplejo es una guasa para ir haciendo boca, pero lo que ha soltado, con rueda de prensa incluida, el Secretario de Organización del PSOE, está más allá de la broma.

José Blanco, Pepino, para los conocidos, ni corto ni perezoso, ha dicho, en su blog, que no había querido mostrar, hasta ahora, sus preferencias, entre Clinton y Obama, para no interferir en lo más mínimo en el proceso de elección que estaba desarrollando el Partido Demócrata

Ahora, ha descubierto, que desde el primer momento él estuvo del lado de Barack Obama. Pues muy bien. Muy bien por no meter otra vez la gamba, apostando antes de tiempo, como lo hizo en las pasadas elecciones en los EEUU o más acá, en todas las que se han presentado en Europa.

Pese a ese canto a la neutralidad de Pepiño, a uno le cuesta mucho imaginar a un, tan solo a uno, ciudadano de Kansas, Missouri, Texas o Hawai rebuscando, como un poseso, en Internet, los consejos del señor Blanco antes de ir a depositar su voto.

Aun cuesta más imaginar si esos presuntos escudriñadores en la red de redes, tienen alguna idea de quien es José Blanco.

Todavía cuesta mucho más imaginar si el señor Blanco, pese a su cargo, pinta algo en la política española.

Y ya hay que ir a la estratosfera, para pensar en Blanco y el PSPV.

Fernando Martínez Castellano 10 Junio 2008


06 junio 2008

Calidad de siesta

Asombra, cómo en los medios de comunicación, según los vientos, se usan las palabras. Hay que ver con que sutileza se camina en unos casos y con que galope desbocado en otros. Se acude a toda clase de eufemismos, sinónimos y recovecos, mientras que en otras ocasiones tiran por la calle de en medio y que sea lo que sea.

Para hablar del estado en que se encuentra la economía española, se utilizan, según quien, términos como desaceleración, ralentización, expectativa incierta, todo para eludir la palabra “crisis”.

Para hablar del momento que atraviesa el PP, los mismos medios que tratan con guante blanco la situación económica, ahí si que van directos a la palabra, ”crisis”, adobada con los adjetivos de profunda, abismal, y todo lo que le de peso al asunto.

Y también ocurre al contrario.

La repera. Si los peperos, en estos tiempos, estuvieran callados y firmes, se diría, que están cocinando un congreso a la búlgara. Si los peperos están como están, les dicen de todo, parece que se quiera obviar y olvidar que éste es precisamente el escenario lógico de un partido en vísperas de renovar sus órganos de dirección. Sucede y sucederá en todos los partidos, en todas las asociaciones, en todos los clubs de lo que sean, hasta en las comisiones falleras. Y no pasa nada, nada que ya no aburra.

Los que se deben de ir, retrasan la salida y los que quieren llegar, precipitan la llegada.

Y todo acompañado del ronroneo, de chismes, de rumores, de “lo se de buena tinta”. ¿Cómo no va a suceder todo esto si resulta que España es el primer país del mundo en difundir rumores por Internet?. Dicen que muchos de estos comadreos mueren a las pocas horas, pero algunos mueren matando después de haber dado ocho veces la vuelta al mundo. Hay rumores para todos los gustos y no digamos políticos.

Aseguran que la indiscreción es una forma de distracción social española, que es algo propio de nuestra cultura.

Y ahí en esto de nuestra cultura, nuestras costumbres, es donde el Ayuntamiento de Alcàntera del Xùquer se ha marcado un tanto como la copa de un pino. Una ordenanza anti-ruido para salvaguardar las horas de la siesta. Eso si que es buscar calidad de vida. En Valencia nos conformaríamos con que nos cuidaran las horas de las noches.

Fernando Martínez Castellano 3 Junio 2008

Publicado en Las Provincias 6 Junio 2008

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