10 septiembre 2004

abuelo, padre, hijos

“Con todo el apoyo de Rajoy” decía Camps, o los suyos decían por él, siempre conjugando y anteponiendo el verbo “contar”. Mientras, la “otra sensibilidad”, entre cena y cena ,callaba y no perdía posiciones.

Tras la tormentosa reunión, así la calificaron los medios digitales afines, que la cúpula de los populares mantuvo hace unos días en el Parador de Tordesillas, cabría preguntarse ¿Rajoy está para apoyar o para que le apoyen?. Demasiados movimientos a su alrededor indicadores de que algo se le escapa al tranquilo político gallego. Desde la propia Galicia en la que se ve sorprendido por un Fraga que se autopropone, por sorpresa, para repetir una vez más como candidato a la Xunta a la vez que desplaza a la segunda o tercera fila a Ana Pastor, ex ministra de Sanidad y cercana a Mariano Rajoy. O la aun más sorpresiva reaparición de J. M. Aznar como miembro(¿freno?, ¿vigilante?) en el próximo Comité Director del PP.

Rajoy, situado en medio de la familia popular, va a tener que echar mano a toda su retranca gallega, para equilibrar las presiones. Por un lado “el abuelo”(Fraga, con todos sus achaques, todos sus años y las posiciones mas inmovilistas de años muy pasados), por otro “el padre”(Aznar se siente así, padre padrone, que se fue, pero no se va, reclamado por unos “ex” que temen quedar al margen en el futuro), y aun por otro “los hijos” o “los nietos” o tal vez “los biznietos” miembros de las Nuevas Generaciones que exigen ya desempeñar su papel.

No lo tiene fácil Rajoy teniendo a la vista un congreso, no es lo mismo un hiper conclave en el poder, que cuando se ha perdido aunque haya sido de sorpresa y en el tiempo de descuento.

Las cosas pueden ser así, o no. Como diría el propio Rajoy. O pueden ser, con la reaparición de Aznar incluida, una jugada de encaje florentino, en el que las piezas-que-puedan-dar-problemas queden bloqueadas al ser incluidas en la propia estructura. Quizás por ahí vayan también los tiros de Camps cuando quiere encuadrar a Zaplana, Trillo, Michavila y Costa en su próxima Ejecutiva, aunque para reunirse necesiten un espacio como el Velódromo Luis Puig.

Zapatero, Ibarra, el PSOE son otra historia, otras columnas.

fernando martinez castellano 10 Septiembre 2004
Publicado en Las Provincias

07 septiembre 2004

baile de cifras

¿Qué sucedería si el Consell reconociese que efectivamente en este ya casi pasado verano, ha habido un ligero descenso en las tasas de ocupación hotelera?. No pasaría nada, al contrario, se dispondría de unos cuantos meses por delante para corregir lo que se pueda corregir y promocionar lo que se tenga que promocionar.

Sin dramatismos, sin rasgamientos de vestiduras, sin poner a funcionar el cadalso en la plaza mayor.

Empecinarse en negar por un lado lo que por otro andan afirmando los profesionales del sector, no conduce a nada, a marear la perdiz con unas cifras que todos ponen en duda y que lo único que se va a lograr con ello es que se lleguen a cuestionar, aun más de lo que están, las cifras que salgan de los organismos oficiales. Cuando la Administración se empeña en decirles a los ciudadanos algo muy distinto de lo que ellos están percibiendo por otros caminos, a la larga cae sobre toda la Administración la niebla de la sospecha. Aunque no venga al caso, o a lo mejor si, los distintos gobiernos, autonómicos o municipales, en los que todavía detenta la responsabilidad máxima el partido popular, deberían de estar muy escaldados por experiencias recientes a nivel nacional, de lo que supone despejar balones no utilizando la herramienta de la verdad. No tienen nada que ver las cifras de los turistas que nos han visitado con otros dramas muy duros que afectaron al pueblo español, pero precisamente por ser mucho menor el asunto turístico no acabas de entender el porqué de la enrocada.

Ni tan siquiera se había sentado frente a la mesa de su despacho, cuando la nueva Consellera de Turismo manifestó rotundamente su postura continuista, poniéndoselo de paso “a huevos” a la oposición que se pregunta ¿para qué pues el cambio?.

O es que de todo hacemos “cuestiones de estado” o es que no tenemos más remedio que caminar por la senda de la “infalibilidad del pensamiento único”. Y ahí, casi en la cota en la que están instalados los dogmas, nos han metido “el sol y playa”, que también podría entenderse como “barrera de cemento a lo largo de toda la costa”. El que no opine así, es como un loco que anda suelto jugando peligrosamente con la apostasía.

fernando martinez castellano 7 Septiembre 2004

Publicado en Las Provincias


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