Sin dramatismos, sin rasgamientos de vestiduras, sin poner a funcionar el cadalso en la plaza mayor.
Empecinarse en negar por un lado lo que por otro andan afirmando los profesionales del sector, no conduce a nada, a marear la perdiz con unas cifras que todos ponen en duda y que lo único que se va a lograr con ello es que se lleguen a cuestionar, aun más de lo que están, las cifras que salgan de los organismos oficiales. Cuando
Ni tan siquiera se había sentado frente a la mesa de su despacho, cuando la nueva Consellera de Turismo manifestó rotundamente su postura continuista, poniéndoselo de paso “a huevos” a la oposición que se pregunta ¿para qué pues el cambio?.
O es que de todo hacemos “cuestiones de estado” o es que no tenemos más remedio que caminar por la senda de la “infalibilidad del pensamiento único”. Y ahí, casi en la cota en la que están instalados los dogmas, nos han metido “el sol y playa”, que también podría entenderse como “barrera de cemento a lo largo de toda la costa”. El que no opine así, es como un loco que anda suelto jugando peligrosamente con la apostasía.
fernando martinez castellano 7 Septiembre 2004
Publicado en Las Provincias
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