25 julio 2009

La Bombilla

Nada, que a mi buzón no llega. Lo abro todos los días y tan vació como Pintor Sorolla un domingo de agosto. No es que el reparto de Correos sea en verano un ejemplo de actividad, que como de todos es sabido no lo es, en este caso creo que desde origen el envío todavía no ha salido. La espera ha dado paso a la intranquilidad, al mosqueo. Me corroe la duda y no hago más que preguntarme cuales pueden ser las causas del retraso.
A ver, si me sé explicar. Hace unos cuantos meses el ministro Sebastián nos anunció que, cada uno de los españoles, íbamos a recibir una perilla de bajo consumo,. Bueno, no recuerdo si dijo cada ciudadano o cada hogar. Sea la cosa como sea, en mi buzón no hay rastro de la perilla. Y por ello, se está excluyendo mi participación en la campaña de ahorro, que buena falta nos hace, al contador de la luz y a mi bolsillo.
¿No estarás en una “lista negra”? El ser algo incrédulo, en tu fuero interno, ante algunas propuestas no debe de ser motivo de eliminación, por lo tanto desechas esa tontería de las listas. No la has recibido porque se amontona el trabajo y hace calor.
Pero, ahora que las tardes se hacen largas, te pones a pensar y te das cuenta que de la bombilla saltas a otras cosas, saltas a otras exclusiones y ahí ya te vas poniendo un poco más encendido.
Se mire por donde se mire, te lo expliquen, si te lo explican, por el derecho y el revés, no acabas de entender las razones por las que los valencianos estamos en el furgón de cola a la hora de la financiación autonómica. Alguien tiene que estar, dirán. Pero ¿por qué un año y otro y otro estamos nosotros? ¿No podría bailar un poco la clasificación? Mejor aún ¿no podría encontrarse una formula que favoreciese o perjudicase a todos por igual? Mira que hay “sabios” en este País, ¿no hay nadie capaz de equilibrar repartos?. Luego nos dicen que jugamos, y nos gusta, desde los tiempos de ni se sabe, el papel de victimas. ¿Si no nos dan otro espacio que vamos a hacer?.
Afortunadamente somos pacientes, pero… todo tiene sus límites.
Voy a ver si ya ha llegado la bombilla.
fmc Publicado en Las Provincias 25 Julio 2009

19 julio 2009

Bailes de Salón

Debo de estar haciendome mayor a una velocidad de esas que quitan puntos. Esto hay que frenarlo. Después de haber hecho la prueba del ayuno prolongado que tan buen efecto ha causado en los monos longevos, no voy a tener más remedio que pedir consejo, a los sabios, para que me orienten sobre los remedios que invierten el calendario.
No creo que transite solitario, en ese camino en el que no entiendes todo lo que contemplas.
En este pasado mes de Junio, leímos una magnífica columna de Pérez Puche, acerca de ese proyecto, como otros que de ahí no pase, de ponerle una tapadera a la Plaza de Toros. Remataba, Paco, reflexionando sobre la extraña e intercambiable utilización que se hace en Valencia de los espacios públicos.
El rizo del rizo, la sorpresa de las sorpresas, creo que llegó la semana pasada cuando en la Plaza de la Virgen, se celebró una exhibición o un concurso de bailes de salón. Al leer la noticia, al ver en las fotografías media plaza ocupada por un gigantesco tablado y enormes altavoces, no sé porqué, o si que lo sé y mucho, se me erizaron los pelillos de la nuca.
Recordé, y rebusqué en Internet, y releí el artículo de Puche y pensé “Te quedaste corto, amigo”.
Después estuve un buen rato pensando en lo que escribí arriba en el primer párrafo, “te estás haciendo viejo” me dije. Es verdad y no es verdad.
Lo de llamar la atención el uso de la Plaza de la Virgen como contenedor de todo tipo de saraos, creo que no es cuestión de edad, creo que es cuestión de un mínimo de gusto, de un mínimo de calentarse un poco la cabeza y clasificar las galas que se pueden ofrecer y fijar el espacio adecuado para cada una de ellas.
Seré un anticuado del año que quieran, insisto que no, pero no creo que precisamente la Plaza de la Virgen sea el lugar más correcto para andar con idas y vueltas al ritmo de cumbias, tangos, ballenatos, cha-cha-chas, salsas y alguna que otra rumba.
No sé que cara se les debió de quedar a los apóstoles en su Puerta en la Catedral. ¡Que se vayan acostumbrando, pues lo próximo igual es la final de Fama!
fmc Publicado en Las Provincias 18 Julio 2009

13 julio 2009

Confianza

Me está sucediendo como a Pablo Salazar el otro día. Pablo, no quería hablar de camisetas y chanclas y al final nos hizo una descripción pormenorizada de lo que abunda en cualquier centro comercial o calle de nuestra ciudad.
Me pasa lo mismito con el fútbol. No quiero entrar al trapo, pero entro más que los bovinos en los encierros pamplonicas. Y es que lo del negocio del fútbol, provoca y vuelve a provocar.
Estos días, Silvio Berlusconi ha declarado que “El fútbol tiene que volver a la normalidad”. No hará falta recordar que don Silvio, es el presidente del gobierno italiano, además controla el 85% de los medios de comunicación de su país, además está rodeado de escándalos con “velinas” y “escorts”, además está dejando aparcados en tiendas de campaña desde hace unos cuantos meses, y lo que te rondaré morena, a las victimas del terremoto de l’Aquila, además de todo esto “il cavalliere” es el presidente del Mílan y sabe lo que se mueve en el mundo del balompié.
Hasta hace cuatro días, creíamos que “los locos” estaban por ahí afuera, que nuestro País estaba un poco a salvo de vete a saber qué, pero en una tarde, en la del lunes 6 de Julio, definitivamente me he caído del jumento.
Aquí estamos todos, todos los que nos criamos con aquello de que “el fútbol era algo más que un deporte”, para que nos pongan la camisa de fuerza y nos sienten delante de un televisor que emita unos cuantos programas de Sánchez Dragó.
En un momento, que sea corto, que en España bordeamos los cuatro millones de parados, se llena el estadio Santiago Bernabeu de forofos/as, aclamando a un señor que se gasta lo nunca escrito comprando a otro señor que gana al año más que juntos todos los miles de histéricos que están allí adorándole, esto es de dementes.
Que en el mismo momento en Valencia, se presente otro señor pidiendo confianza, sin más aval que su palabra, asegurando que hay un enigmático primo por ahí, de padre y madre incógnitos, dispuesto a soltar un maná de euros, aun es más de perturbados.
¿Confianza? Menuda historia. Menudo cuento.
fmc Publicado en Las Provincias 11 Julio 2009

05 julio 2009

Eccomi

Igual es una “coentor” lo de suplir el “ya estoy de vuelta” por el “eccomi”. Es una coentor, pero ya está escrita, y ya estoy de vuelta.
Intentar ponerse al día en unas horas, leerse de golpe, al menos los titulares, de las noticias de tres semanas, te crea un guirigay mental, aun mayor del que ya tenías. Acabas confundiendo al baloncestista Kobe Bryant con uno de los agentes de la CIA que mueve masas en Teherán, y la cubierta de la Plaza de Toros con el rodaje de alguna película en la Ciudad de la Luz. Al final te preguntas que necesidad hay de pasear por aquí a Kobe Bryant y de la tapadera para el coso de la calle Xativa. Al final, al principio, y por en medio, te preguntas si no hay otra manera más acertada de gastar el dinero de los ciudadanos, que estas que están saliendo en las últimas semanas del “taller de ideas” de la Diputación de Valencia.
La cosa es que ya estamos en Julio, y no hay ciudad, pueblo en toda la Comunidad Valenciana que no tenga las calles revueltas de obras.
Por mucho que algunos, toca ser agoreros, digan que estas obras, acogidas a los planes de fomento de empleo promovidos por los gobiernos central y autonómico, van a ser pan para hoy, pero hambre para mañana, bendito el pan de hoy que por lo menos suaviza la situación de algunas empresas y de bastantes trabajadores.
Mañana ya vendrá y quizás traiga bajo el brazo nuevos planes para que las garras del desempleo aprieten pero no ahoguen.
Y hablando de destrucción de puestos de trabajo.
Deberíamos preguntarnos sí las grandes, las muy grande, multinacionales se alimentan de chantajear, lean otra palabra si esta les parece muy fuerte, a las Administraciones de los territorios, en los que se encuentran instaladas.
Deberíamos preguntarnos a cuanto ascienden las ayudas, las continuas ayudas a fondo perdido, que han recibido las dichosas multinacionales, con excesiva frecuencia, procedentes de los erarios públicos.
Deberíamos preguntarnos muchas cosas, pero el calor que hace, nos viene como excusa perfecta para dejar tanta pregunta para más adelante.
Publicado en Las Provincias 4 Julio 2009
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