31 diciembre 2014

EL PANEGÍRICO

El capellán, antes de dirigir unas palabras a los asistentes al funeral, observó el grupo de coronas que había junto al féretro, a las numerosas personas congregadas, caras conocidas, y dedujo en unos instantes algo, tan alejado de la vida real del fallecido, que cuando convirtió sus pensamientos en palabras, hizo que los hijos del extinto se mirasen entre ellos, asombrados, por lo que estaban escuchando, y que los nietos mayores, hiciesen guiños de extrañeza.

El panegírico del sacerdote, fue tan encendido, queriendo consolar a los hijos y al resto de la familia, tal vez también deseando engordar el cepillo de las limosnas, que adjudicó al difunto unas cualidades que éste, en vida, ni pensó, ni quizás quiso tenerlas. Mi abuelo Enrique, tuvo muchas virtudes, pero no fue precisamente la perseverancia en el trabajo, uno de sus rasgos a destacar, por mucho que, en su funeral, la bondad del oficiante quisiera concedérsela. Sus otras virtudes, hicieron que los nietos conservemos de él, de su paciencia, de lo que nos enseñó, un buen recuerdo.

Todo esto viene, porque me he acordado de la parte anecdótica del funeral de mi abuelo, porque me he tropezado con un artículo, escrito por un recién descendido desde otro mundo, que él afirma, superior, que es todo un panegírico, una loa, una colosal engreída adulación, jabón en busca de recompensa, dedicado a un figurado empresario, al que deseando darle tanta coba, llega a poner en ridículo.

Dejémoslo, estamos en el último día del 14, un año fatal, inolvidable aunque nos esforcemos en olvidarlo, igual que a sus colegas 13, 12, 11….¿hace falta retroceder más? Estamos apurando las horas, como si sumándoles veinticuatro más, fuese a cambiar todo, o tan solo algo, y sabemos que no va a ser así, pero nos lo queremos creer. Y nos lo repetimos y nos lo repetiremos mil veces, aunque reconozcamos que cada nuevo día, sea en el mes que sea, debería ser un nuevo año.

Así, que vamos a aprovechar las horas bobas de la tarde del 31 para hacernos listas, para nosotros. Nuestro resumen del 14, lo más querido, lo que nos han dado más repelús, los pequeño nicolases que todos conocemos, los pelotas, los gorrones que se pegan como lapas.

Le decía, días atrás, a un amigo, el 15 va a ser un año cargado de sorpresas. Aunque si sospechamos que habrá sorpresas, estas ya no serán sorpresas. Sorpresa no serán los resultados de las elecciones de mayo, serán la consecuencia del día al día que estamos viviendo, que estamos leyendo, que estamos escuchando. Sorpresa, más bien milagro, sería que obtuviese el PSOE, una diferencia que le permitiese gobernar, pero no será sorpresa el que vuelva a tener unos malos resultados, solo será la resultante de cómo está trabajando en los cuatro años que transcurren entre urnas y urnas.


Les deseo el mejor 2015, pese a salarios, pensiones, subidas, recortes, pese incluso a asombrosos optimismos. 

Publicado en Las Provincias 31 Diciembre 2014

25 diciembre 2014

TAREA DE VACACIONES

El equipo de técnicos del Valencia CF, antes de darles vacaciones a los jugadores, les han procurado unas notas sobre ejercicios que tienen que cumplir, para compensar los excesos que se suelen hacer en la mesa durante estos días de holganza.

Saliendo del fútbol, y entrando en otros terrenos aun más embarrados, también parece ser que en estos momentos, los que cocinan encuestas sobre las intenciones de voto de los valencianos, los de Valencia ciudad, endosan al PP una caída a 12 concejales, desde los 20 que tiene ahora. Concejal arriba, concejal abajo, con la Regla d’Hont por en medio desproporcionando, y pese a una oposición que por entonces, se supone, deberá de haber dejado de estar en Babia.

Ante una situación, como se les presenta a los populares, y teniendo por delante cuatro meses y poco, lo más lógico es que “alguien” les ponga, a los aun 20 concejales, unos pequeños quehaceres para las vacaciones navideñas.
Por ejemplo, que conozcan por dentro un bus de la EMT, con usuarios, que departan con ellos, sin miedos, sin vergüenzas, dentro de nada les tendrán que pedir el voto. Que ya en el bus, recorran la ciudad, percatándose de los enormes desequilibrios que hay en ella, dándose cuenta que existen cientos de solares que aun están anegados o embarrados después de las últimas lluvias de Diciembre, dándose cuenta de lo sucia que está la Ciudad más allá de su Zona Cero. Cuando bajen del bus, olfateen y comprueben lo mal que huele Valencia. Si recorren los barrios viejos aun les agredirán más los tufos. Hablen, vean, huelan, carguen los sentidos, son unas tareas de vacaciones que luego compartirán con sus compañeros. Hasta se reirán, antes de darse codazos para mantenerse en la carrera de las listas electorales.

Tecleando, me he acordado de aquel concejal popular, que quería regar las calles de Valencia con agua de limón, para que no olieran tan mal. Aquella cosa no pasó de ocurrencia, otras desgraciadamente si.

No voy a acudir al topicazo de lo de una imagen vale más que mil palabras, porque lo de mil se queda corto muy corto.

La fotografía publicada, aquí mismo en Las Provincias, lunes 22, en la que se veía un vecino esparciendo azufre en uno de los grandes pilares de Abastos. Un click para mostrar cómo los vecinos, se ven en la obligación de llegar donde los servicios municipales no llegan, para señalar que también en esto, en la limpieza de la Ciudad hay copago o repago.

Valencia, ahora mismo, su Ayuntamiento, tiene una Junta de Gobierno con todas las apariencias, síntomas, de estar muy agotada. Una Junta de Gobierno desbordada por problemas sin resolver, sin reivindicar deudas y sin exigir el fin de las obras a medio hacer, con negociaciones que hibernan en legajos interminables, con muchos sectores de la sociedad muy cabreados.

Vuelvo al fútbol, una vez Rafa Benitez dijo “Nos quedan dos meses de aguantarnos”. Quizás un poco más.


Tengan un buen paréntesis de Navidad.

Publicado en Las Provincias 24 de Diciembre 2014

18 diciembre 2014

LOS HEREDEROS

Que tiempos aquellos en los que las proposiciones de los Presupuestos de la Autonomía, servían para algo. 

Ahora, son otra simulación, cifras en agua corriendo, papel ajado, una manera más de completar el protocolo, tal como si la Comunitat no estuviese tutelada, como si no nos encontrásemos en las profundidades de la deuda, como si hubiéramos sido capaces de manifestar un gran “basta”, como si no contradijésemos nuestras reclamaciones a las pocas horas de haberlas hecho, como si no hubieran doblegado nuestra “fiereza” con dos golpes en la espalda y otras promesas, tan rumbosas que estamos convencidos que tampoco se cumplirán.

No se tiene ni  puñetera idea del alcance de los ingresos, más los prés-ta-mos o las aportaciones que se van a tener, que dependerán de la caprichosa generosidad del ministro de los dineros, de las encuestas electorales y sobre todo de los resultados de las elecciones autonómicas y municipales del cuarto domingo del próximo Mayo y de las expectativas, malas, peores u horribles, que tras ellas se abran de cara a que entonces ya serán inmediatas Elecciones Generales.

En tanto a los gastos e inversiones, tres cuartos de lo mismo. ¿Recortes y de donde? Todo a la espera de los recuentos. Y a ver que sucede en el resto del 2015, mientras dure la cohabitación entre el Gobierno de Mariano Rajoy y las nuevas alianzas gobernantes, en municipios y autonomías, que surjan de las urnas dentro de unos pocos meses. Veintipocas semanas por delante, que descontando Fallas, Semana Santa y otras fiestas locales, quedan en nada.

Señalaban las noticias, hace días, que es en la Comunitat Valenciana donde más herencias se rehúsan. Hay quien prefiere decir no, antes que hacerse cargo de una vivienda con humedades, grietas, grifos goteantes, cuotas exageradas, impuestos municipales, gastos de notaría, plusvalías, aminoramientos de las plusvalías….y hay quien no quiere complicarse más la vida a cambio de una porción de un edificio en estado de reparación profunda.
Y con eso, se toparan los que accedan gracias a las nuevas alianzas a sus cargos en Junio. Saben o deben de saber con que se van a encontrar. Que no nos vengan entonces con lo de la “herencia recibida”. Tienen cinco meses para ponerse al día. Escarben y comuniquen. Los ciudadanos, incluidos sus electores, no les darán ni los cien días de cortesía, no están las cosas para cortesías. No tendrán un duro en Caja, ni un Gobierno Central dispuesto a echarles una mano. Aunque bien pensado tampoco es que hayan desde Madrid, desde los gobiernos del mismo color, ayudado mucho a los suyos de este lado de Contreras. Se reclamarán resultados al instante y la oposición será mucho más dura de lo que ha sido, quien ha tenido esa responsabilidad durante las dos últimas décadas.


En medio, los ciudadanos necesitados de transformaciones.

10 diciembre 2014

SHOW BOCHORNOSO

Este parece el menos malo, pensamos. Altea, pulsó el ok del mando. Más o menos, nos estábamos distrayendo con un programa mezcla de entrevistas y humor, que ya enfilaba hacia su apoteosis final, hacia el numerito de remate.
Y llegó. Vaya si llegó. Los presentadores eligieron entre el público a un par de voluntarios. Se trataba de subastar, a la baja, entre ellos y dejarse cortar el pelo al cero, en aquel instante, testigos los asistentes en el plató y en las pantallas de las casas de cientos de miles, quizás millones de telespectadores.

Las imágenes, los minutos, que siguieron, no pudieron ser más humillantes, más indignos. Para todos.

Una persona, una mujer, consintió que le raparan el pelo por un puñado de euros. “Es por vosotros, hijos” dijo mirando a la cámara, poco antes que el par de presentadores entraran, con la maquinilla en ristre en su cabellera.

Los que estaban en el plató, no se lo creían. Unos se reían y muchos se tapaban la cara. Los que estaban en sus casas, esperaban que asomara el truco, que la señora llevase una peluca de atrezzo, que alguien dijese ¡Basta, hasta aquí! No apareció nadie cantando “Inocente, inocente”. El rapado fue un autentico corte al cero. Baile, canción, fin del show y a otra cosa mariposa.
Quiero pensar que el aplauso final fue de la lata de aplausos, no del entusiasmo de los asistentes en la grabación.

Quiero pensar que los presentadores se sintieron muy avergonzados por el papel que les hizo desempeñar el guión, el share y el vil metal.
 
Apagamos la tele y no la rompimos porque no estamos para gastos.

Altea, giró hacia mí, y me dijo, “Este País, Fer, está perdiendo la dignidad a chorros, lo que le han hecho a esta mujer es miserable, si ha sido por una bufonada es miserable, si era una figurante es miserable, si lo han hecho por la audiencia es miserable, si los espectadores no reaccionamos nosotros también somos miserables. No puede ser que encima de la desdicha se haga espectáculo. Tocamos fondo”

Entonces, me acordé de una película de Sydney Pollack, “Danzad, danzad malditos”. Peliculon de los primeros años setenta. Entré en Internet, busqué en Filmaffinity y esta es la sinopsis de aquella película basada en una novela de Horace McCoy, “EE.UU., en plena época de la Gran Depresión. En medio de un ambiente de terrible miseria, gentes desesperadas, de toda edad y condición, se apuntan a una maratón de baile con la esperanza de ganar el premio final de 1500 dólares de plata. Mientras los concursantes fuerzan los límites de su resistencia física y psíquica, una multitud morbosa se divierte contemplando su sufrimiento durante días”

La gran depresión de los años treinta, tuvo efectos devastadores dentro y fuera de los USA.

La gran depresión de ahora mismo, ni se sabe hasta donde vamos a perder.


Ayer por la mañana, leí que al show indigno se le escapa la audiencia, también a chorros. 

Publicado en Las Provincias 10 Diciembre 2014

03 diciembre 2014

SOBREMESA, PUNTO DE GANCHO

Fue un día gris de la semana pasada, cielos cargados a la espera de vaciarse, fenómeno del que ya casi no nos acordábamos en estos pagos tan sedientos de agua, de financiación  y de justicia.

En la mesa éramos doce comensales, parte del Bosque Perplejo. Con personas tan variadas como las especies de un bosque. No vamos más allá de la palabra y alguna colación.

Apenas recuerdo lo que comimos, pero vamos a decir que nos reunimos alrededor de un gazpacho manchego, que queda mejor con el día que hacía y hasta con el nombre del restaurante.

En los entrantes, nos marcamos nuestras líneas rojas, no solo Fabra, el de la calle Caballeros, utiliza el rotulador, otros también lo manejamos incluso casi tan mal como él, con tantas dudas como él. Pero nosotros podemos meter la pata, él no debe. Acordamos hablar de lo divino y de lo humano, pero evitaríamos citar al omnipresente Nicolás y al inmaterial Corredor del Mediterráneo.

Creo que fue C., el que primero citó a Jorge Vestringe, y su sorprendente identificación con el neonato Podemos. No sé porqué, mi auto-corrector se empeña en sustituir Vestringe por Restringe, Nos perdimos en la relación y abanico de partidos y fundaciones por los que había transitado el inadaptado devoto de Fraga. Y claro, salió Don Manuel,  y la extraña postura de su partido en el referéndum de la Constitución, allá por el 78, y siendo Fraga Iribarne uno de los “padres”, uno de los co-redactores, cómo sus seguidores estuvieron por la abstención. Dado que los hombres, o por lo menos los que allí estábamos, somos cruelmente cotillas, cargados de años y aun más de memoria, volvimos a Vestringe, y hete que alguien recordó a su anterior esposa María Vidaurreta. Detrás de la ex de Vestringe, saltó a la mesa, ya íbamos por el segundo plato, el nombre de José Luís de Vilallonga, al que estuvo unida por el papel de couché, y por algo más, durante unos meses.

Vilallonga, decían que era marqués y grande de España, fue uno de los sablistas, bribones y caraduras más garbosos que ha pisado el planeta Tierra. Vilallonga presumió de saber mucho del Rey y aun presumió más, de haberse acostado con todas las actrices de Hollywood. Le regaló El País una página en su suplemento de fin de semana para que luciese sus encantos literarios, encantos con los que exhibió su desfachatez al copiar, letra por letra, la primera página de “Memorias de Adriano” de Margarita Yourcenar, para alabar, enjabonar al, entonces, todopoderoso Felipe González. Hablábamos de pícaros, y ¡zas! salió Nicolás. Nos saltamos, igualito que le sucede a Fabra, Alberto, las rayas rojas que nosotros nos habíamos marcado.

Ya estábamos en el cortado, descafeinado de sobre, cuando me telefoneó mi prima Fina Gil, recordándome que tengo que acercarme a Ontinyent en la Inmaculada.

Salimos a la calle, ya llovía, y todo seguía sin resolverse.

Publicado en Las Provincias 3 Diciembre 2014


26 noviembre 2014

CUÉNTAME OTRO CUENTO

Cuéntame otro cuento, que consiga que, por unos minutos, me olvide de la subida de mi pensión en Enero, que no me recuerde los precios de la luz y del agua, que no piense en los sinvergüenzas que han esquilmado nuestro País, que no me corroa la sangre por la ineptitud para resolver los políticos, problemas políticos, que no estalle por las continuas ruindades, que no haga caso a los rumores de otro sustazo bancario, que no repase Feria ni Puerto, ni Noos, ni vos.

Cuéntame otro cuento, aunque sea el cóctel que dicen que mezcla alguna verdad, muchas porciones de amistades peligrosas, y muchas más de invenciones fantasiosas. Cuéntame, cuéntanos a los españoles el cuento del Garbancito de la Meseta.

Quizás lo entienda un poco, y se aclara una pizca lo inexplicable.

No quiero creer que algo de todo el cuento pueda ser verdad, pero demasiados indicios apuntan a que quizás hay demasiadas cosas ciertas en toda esta historia de picaros, bribones y bergantes.

En momentos en los que se amontonan corrupción, tratos amañados, contratos fraudulentos, sin resolver el problema catalán, en estos justos momentos surge la historia del llamado “pequeño Nicolas”.

La historia es para echarse a temblar.

Si es cierta, malo, y si es falsa, malo, malo.

Si es cierta, la cadena de ceses y dimisiones debería llegar desde Finisterra al Cabo de Creus, y si es falsa, habría que darle la enhorabuena al director de escena que ha hecho que por unos días los españoles hayan hablado de un veinteañero melifluo, barbilampiño, y carente de la labia que se le suponía, cuyo único merito fue elegir, en su día, el camino FAES hacia la fama.

Si es cierta, es para que los españoles nos lo hagamos ver, y si todo es una invención de las de “inocente, inocente”, de las de “todo sea por la audiencia”, también deberíamos pasar por el diván del siquiatra.

Si las declaraciones, a los que algunos medios han elevado a una categoría inusitada, tienen algo, aunque sea algo, de verdad, demostrarían que, como sociedad, estamos más que desprotegidos, demostrarían que el decimonónico “usted no sabe quien soy yo” se abre paso por unos círculos a los que se les supone que disponen de los suficientes filtros como para que no sucedan las rocambolescas peripecias del Nico.

Si hay algo de cierto, temblemos, no nos escandalicemos de las black cards, ni de los timos piramidales, observemos con que facilidad, a golpe de móvil, se manejan los bienes del Patrimonio Nacional, observemos cómo se inclinaron algunos ante el chaval, cuando olfatearon alguna posibilidad de negocio.

Si hay algo de cierto, veamos quien, como y porqué utilizó al osado jovenzuelo para unas fabulaciones propias de una telenovela venezolana de las malas, que ya es decir.

Cuéntame un cuento, que la noche está que arde, decía la canción de Celtas Cortos que, casualidad, también son gallegos.

Publicado en Las Provincias 26 Noviembre 2014


20 noviembre 2014

EL GRAN CAMBIO

Estoy hasta el pirri del señor Monago, de los monagos, de su demagogia, de sus lágrimas, de confundir el trabajo, y de que pongan caritas de borreguitos víctimas de los malvados, malvados que de los que no nos explican si son amigos o enemigos. Los monagos siguen, sin darse cuenta de que el personal está más cabreado porque se le mintió, se le robó, que por sus canas al aire. Siguen con su erre que erre, alojándose, cada vez que mal hablan, más en el laberinto del enredo.

Los ayer repartidores del carnet de la decencia política, los lenguaraces, algunos ahora insolitamente callados, deberían ir minutando las apariciones de sus escándalos, los que querían ser conocidos, ya son conocidos y vaya si son conocidos.

Y es que en los últimos tiempos algunos como el aun presidente de Extremadura se ha metido en nuestras casas aun más que Pablo Iglesias, el de Podemos. Hay que ver, que publicidad se le está haciendo al neonato Podemos.

Cada escándalo, y mira que hay, pero ojo que no todos son de políticos, cada viaje pagado con dinero público, y no justificado, cada monago, cada blesa, cada historia rara de caminos puertos y canales, cada novela aun más rara de colegios profesionales, cada estafa que se destapa pero no se ataja, cada vez que sale a la luz que la Administración se tima a si misma, timando a sus trabajadores con contratos basura-basura, cada vez es un montón de cabreo y otro montón de intenciones electorales para un inclasificable partido, con toda su estructura copiada de la de “los partidos de la casta”, del que se intuye el uso del mayor de los centralismos.

España necesita el gran cambio, antes que estallé el sospechado gran escándalo. España necesita que los vientos agiten sus ramas y caiga toda la hojarasca corroída. Corruptos y corruptores. Los que dan y los que cogen, los que venden favores y los que solo saben hacer si antes han comprado los favores.

España ve como se desmorona una era, como aquí se ha timado, robado, defraudado desde muchos frentes. España necesita una profunda y autentica regeneración ética y de que cada uno asumamos nuestra participación en el todo.

Pensemos, aunque solo sea un instante, pensemos si no todos hemos sido un poco culpables por haber mirado hacia otro lado, por haber sido comprados con pan y circo, por no habernos hecho un puñado de preguntas.

Ya de una vez, que se palpen los hechos, que las palabras no sean huecas, que cuando se diga que se va a acometer algo, que se haga de una puñetera vez. No necesitamos que se nos cuenten más historias, no nos hace falta que pretendan ilusionarnos con absurdos. Debemos entrar en tiempos de limpiar la casa profundamente, e intentar dejar un País mejor del que recibimos.

Creo que esta columna ya la he escrito dos o tres veces, debe de ser cosa de la edad, o del desespero, del triste desespero.



Publicado en Las Provincias 19 Noviembre 2014

12 noviembre 2014

RETIRARSE A TIEMPO

Viernes 7, “Mis viajes privados, los pago yo”, dijo un indignado Monago. Aplausos de la concurrencia y gritos de ¡Presidente!, ¡Presidente!.

Sábado 8. Veinticuatro horas después, mismo escenario, similares presentes, “He pedido al Senado que me digan a cuanto ascendieron los viajes, a Tenerife, voy devolver el dinero que gasté”. Aplausos y más gritos de ¡Presidente! ¡Presidente!. Alguna que otra lágrima y algo de moqueo.

Les había mentido, nos había mentido, allí mismo delante de todos, y le aplaudieron y jalearon. En unas jornadas de transparencia. De locos.

Entre viernes y sábado se permitió, Monago, soltar otra perla “Dimitir sería hacer dejación de responsabilidades”. Si, si esto lo dijo Monago, el que se proclamaba adalid de la anticorrupción, el que se permitió calificar, ante la reclamación de cambiar la financiación autonómica, a sus compañeros de partido a los Presidentes de Murcia, Baleares y Comunitat Valenciana, como el “Triangulo de las Bermudas”. ¿En qué triangulo estaba pensando el picaron Monago?.  

Lunes 10. El aun presidente de Extremadura, extiende un cheque para pagar sus treinta y tantos viajes privados a Tenerife. No ha dimitido, no ha sido todavía denunciado por mal uso de los dineros públicos.

¿Cuantos viajes privados hemos pagado a Monago, y otros Monagos, en este descontrol?

España va bien. Todavía puede soportar unos cuantos escándalos más. Pero que no tensen demasiado la cuerda porque el corsé puede reventar.

Hasta Esperanza Aguirre, la que está en todas las salsas, la que se nos mete en casa en todos los telediarios, ha dicho “No voy a dimitir, cuando el barco se está hundiendo” ¿Quién ha abierto los coladeros para que entre el agua, la molicie de la corrupción y el saqueo, a raudales?.

Hay que dimitir, hay que tener la dignidad de marcharse a tiempo, hay que reconocer los errores, hay que mirarse al espejo y ser capaces de confesarse que las ideas se están secando, que la ilusión de los primeros días, meses, años, ya pasó. Hay que saber poner el punto final.

Eran los tiempos de la dictadura, eran los tiempos en los que se hablaba, se escribía a tres bandas, los tiempos en los que aprendimos a leer entre líneas, a veces acertábamos, otras los lectores íbamos más allá que el autor del escrito.  

Tengo por ahí, en alguna de las carpetas azulonas, el recorte de un artículo de Rafael Calvo Serer, “Retirarse a tiempo”, publicado en 1968, en el que de una manera indirecta y mediante una sutil comparación con Charles De Gaulle, le pedía a Franco, sin nombrarlo, que se retirase. Fue pedirle peras al olmo.

El censor también leyó entre líneas. El periódico fue cerrado.

Los que pedimos ceses, dimisiones, cumplimientos de líneas rojas, no vamos contra el sistema, otra perla de Monago, hablamos, escribimos para salvar la convivencia, que no es poco.

Fernando Martínez Castellano

Publicado en Las Provincias 12 Noviembre 2014

LOS REYES GODOS

Ni a mis compañeros de pupitre ni a mi, nos hicieron memorizar la lista de los reyes godos. Si que recuerdo que siendo muy pequeños, nos hicieron estudiar el elenco de generales que acompañaron a Franco en la sublevación de 1936. Lo que sí que nos salía con poco esfuerzo, era la alineación del Valencia. Por entonces, los jugadores no se lesionaban, siempre jugaban los mismos, siempre acabábamos diciendo Mañó, Fuertes, Badenes, Buqué y Seguí. Hasta nos sabíamos las alineaciones del Bilbao, del Barça y del Español, como aun no había llegado la televisión, no daban la vara con el Madrid. También conocíamos a los futbolistas, por los partidos con botones que nos organizábamos.

Ya me he ido por los cerros de Úbeda, lo que quería decir es que aquellas listas de reyes, de generales, de jugadores de fútbol, han sido sustituidas por series de corruptos y más corruptos, que aparecen como cacas de perros en las aceras.

Quien más o quien menos, reconoce el nombre y apellidos de todos los directores generales de empleo y cosas múltiples, que ha tenido la Junta de Andalucía. Y sus ginebras deseadas, sus whiskies caros y su coca. Preciso, el grado de conocimiento dependerá de la cadena en la que suelas ver los telediarios. 

¿Y de los pueblos de la Comunidad de Madrid? Reconocemos de todos, su población, su déficit, mangoneos urbanísticos, compinches de timbas del alcalde, partidos por los que han ido saltando hasta acomodarse, del amor de todos los ediles “por el pueblo al que sirven”.  Además de nombres, apellidos y motes de los bandoleros, sabemos de sus marcas de coches preferidas, suelen ser dos o tres marcas, no dan para más, los relojes que engrillan sus muñecas, tampoco tienen mucha imaginación, y el grado de embabiamiento de sus esposas que ni saben ni contestan a su enriquecimiento ultrarrápido, ni si son capaces de malpensar que el sueldo de concejal o alcalde, no debía dar para tanto. De Madrid, al cielo de la pasta trufada.

¿Y los ochenta y tantos, por el momento, usuarios de las tarjetas opacas, y su marca de lencería preferida?.

¿Y los miles de consejeros de las fenecidas Cajas de Ahorro, que no sabían hacer una O con un canuto, pero ahí estaban para llevárselo? ¿Y los presidentes de esos consejos?.

¿Y las cacerías?. ¿Y las traductoras? Piezas de caza mayor y caza menor. ¡Cómo gustan las escopetas a esta gente! Quizás haya mucho de freudiano en esta atracción   

Y toda esta fiesta, se la hemos pagado entre todos. Los panolis hemos estado becando a los sinvergüenzas.

Así que, hasta que llegue el momento que la clase, casta, tribu, o lo que quieran decir, sea capaz de desprenderse del aforamiento, les invito a repasar la lista de los reyes godos. Repitan conmigo, Ataulfo, Segerico, Wamba, Teodoredo……No vale para nada, pero incluso fueron mejores que Barcenas, Rato, Granados, Castedo, Guerrero…..

Fernando Martínez Castellano

Publicado en Las Provincias 5 Noviembre 2014

29 octubre 2014

ALGUNAS COSAS NO NOS GUSTAN

El titular no es mío. Me lo ha prestado Mariano Rajoy, al que le cuesta tanto que algunas palabras salgan de su boca. El día que escuchemos, al impávido Rajoy,  aunque sea vía plasma, decir los vocablos “corrupción”, “caja B”, “dinero negro”, “Granados”, “Barcenas”, nos dará un pasmo.

Cada día, aparece otro cadáver en el armario. Destapando cadáveres, la capacidad de aguante de los españoles se pone a prueba, día si y día también. El Santo Job fue español, no cabe la menor duda. En las dobles o cuádruples hélices del ADN, llevamos unas dosis de paciencia no superadas por pueblo, etnia, raza, casta, estirpe que pisa la corteza terrestre.

La corrupción nos está robando todo a todos. Qué a nadie, cuando llegue Mayo, le sorprendan los resultados, los batacazos, electorales. Qué entonces, a nadie se le ocurra decir “no me explico cómo….”. El presente, leyendo, oyendo, viendo el presente, estamos viendo, oyendo y leyendo los previsibles resultados del futuro, las consecuencias del hoy.

Pero no solo es cuestión de recuento de votos, esto es ya mucho más gordo, es contemplar cómo se ha esquilmado a un País, cómo se ha empobrecido a España, por un tajo de impresentables. Y no pasa nada, quizás algunos acaben en el trullo, pero con los bolsillos llenos de por vida. Aquí, no hay quien devuelva lo robado. Hace un rato, tertuliando, nos preguntábamos unos amigos, de todos los colores políticos por cierto, ¿Gürtel es el tronco de una gigantesca sequoia,  o solamente es una rama más del árbol? ¿Hay muchos gürtels? Cada vez está menos claro. ¿Alguien está tirando, por fin, de la manta? Van a aparecer más montones de basura. No es pregunta, es afirmación.

Hagamos acopio de tila, porque la vamos a necesitar a chorros. Un tazón, por si acaso, antes de ver los telediarios. Dos tazones, por la hipertensión, antes de abrir Internet y leer las últimas noticias. Tres tazones para no recordar  los sumideros por los que se escapan nuestros impuestos y los recortes que nos han pegado. No más tazones, la infusión de tila induce al sueño y dadas las noticias que percibimos, los sueños pueden acabar siendo pesadillas.

No debemos ser ni tolerantes, ni blandos con el enriquecimiento rápido de algunos, hay quien dirá muchos, políticos, que solo han acudido para mangar. No más. Ni uno más. Por menos, en otros países habría diluvio de dimisiones. No basta con pedir perdón, esto no es una cacería en Botswana, esto es mucho peor. Es la hora de ceses, dimisiones y convocar elecciones. Es la hora de la Renovación por motivos de salud del pueblo español, por la Democracia española. 

Y me revienta estar tan harto, estar viviendo tiempos de tanto hartazgo. Hubiera querido escribir, sobre Claudio Scajola, y su asombroso piso frente al Coliseo, en Roma, corrupción a la italiana. Les estamos superando.

Fernando Martínez Castellano

Publicado en Las Provincias 29 Octubre 2014

28 octubre 2014

LOBOS Y CAPERUCITAS

Aquí estamos, esperando con que nos va a acabar de petrificar Octubre. No es por lo especialmente caluroso, lo de las Estaciones ya hace tiempo que saltó por los aires, mucho antes de que nos lo montásemos con los ciclos  de los siete años del Niño y los otros siete de la Niña, con las corrientes del Pacífico yendo hacia Japón, o a la costa de Chile. Ya nadie se acuerda. El Niño  y la Niña, duermen en los cajones de las viejas redacciones. Ni tan siquiera se pregunta por ellos a Podemos. Y mira que es raro que no se le haya ocurrido a la Sexta, requerir, con esa excusa, al oráculo del nuevo producto político, amamantado, criado y mimado en los brazos de sus “prime times”.

Decía que aquí permanecemos a la espera del nuevo pasmo que ya definitivamente acabe con nuestra paciencia de ciudadanos.

Cuando creíamos que ya estábamos curados de todo espanto y de todo escándalo, que ya nada nos podía dejar más patidifusos, va y aparece el lío de las Tarjetas Negras. Lío menor, los millones dilapidados por los agraciados, sin vergüenza, de Caja Madrid, con lo de las tarjetas opacas, es peccata minuta comparado con todo lo que se ha hecho de luiscandelismo en la mayor parte de las Cajas de Ahorro, incluida “nuestras” Bancaja y CAM. Pero lo que asombra es que en este recién destapado atraco de los directivos de Caja Madrid, es comprobar que los mismos ingredientes, los mismos apellidos, las mismas jetas, están en otros guisados y desaguisados que han llenado, recientemente, primeras páginas.

Y los tíos, merecen calificativos más despectivos, están en la calle, hasta corremos el peligro de que cuando se tropiecen con un micrófono amigo abierto, nos suelten una perorata sobre cómo debemos, porque España no va bien, apretarnos un agujero más el cinturón, como tenemos que adaptarnos a los duros tiempos que nos toca vivir, etc., etc., cuando ellos han sido una de las piezas de este rompecabezas de miseria en que estamos metidos y se los han llevado, los euros y antes las pesetas, calentitos. Y parece que no pase nada, porque los escándalos, como las corrientes del Pacífico, se suceden, se cubren, los unos a los otros.

Ahora mismo, nos asombramos de la intrepidez del “pequeño Nicolás”, intrepidez forrada con una cara dura de impresión, y nervios para meterse en recepciones reales, codearse, y compartir canapés con las fuerzas vivas más vivas de este País. Pero Nicolás solo ha sido un pícaro, un pequeño pícaro, con mucho photoshop y con una gente que no encontraba anormal que aquel imberbe niñato, que presumía de joven cachorro pepero, hubiese hecho una carrera tan rápida. Todo lo más, se preguntaban de quien sería hijo o asesor, el pequeño Nicolás. Un picarillo más, en un País lleno de lobos y caperucitas vestidas y desvestidas, a golpe de Tarjetas Negras, que, atentos, seguirán apareciendo.    

Fernando Martínez Castellano

20 Octubre 2014

GRAN BAZAR

Somos como un enorme, gran bazar, tenemos de todo, caldereros, sastres, escuchas, soldados, espías, pisos francos, escopetas, fontaneros, escapadas de fin de semana, y hasta topos que lo van piando todo al primero que les atiende. No nos falta de nada, ni tan siquiera toneladas de mimbres para tejer, otra vez más, el cesto del ridículo. Estamos condenados, mejor dicho nos han condenado, a hacer equilibrios en el filo de lo grotesco.

Repasas la semana y compruebas como insisten en superar a la semana anterior. Y lo consiguen. Progreso para mal. Los hechos, aislados o embutidos en el fárrago de noticias, hablan.

Con la que está cayendo por todas partes. Con un fin de ciclo tan próximo que se palpa, aunque no se quiera ver. Con un gobierno autonómico que ni pincha ni corta, ni en las tres provincias ni en el resto del País. Con una gestión que tiene más agujeros que la versión francesa del queso Gruyere. Con unos gestores que parece que están más pendientes de acomodar su futuro a siete meses vista, que en el trabajo que tienen sobre la mesa. Con una Comunidad en la que se le mueren los pinos de aburrimiento, se le caen las palmeras por desidia y no hay un duro para arreglar un bache, a alguien se le ocurre montar un tinglado de interrogatorios de espionaje, contraespionaje, de Bonds, de Mata Haris, que adelanta a Mortadelo, Filemón, Pepe Gotera y todas las familias de la historia de las historietas.

Ya está bien de querer vendernos la cabra, de que el “interrogador” montó la operación por su cuenta. Montar una operación, por libre, contra unos camellos de la droga, por si tirando, tirando, del hilo aparece un cartel con laboratorios clandestinos de coca, es digno de una de las medallas del Nou d’Octubre, pero montar una operación policial contra el entorno del Vicepresidente  del Gobierno de la Generalitat, ya es otra cosa, un poquito más gorda, más liosa, más extraña, más de dar explicaciones.

Qué mal suena, en un Estado democrático, juntar las palabras “interrogatorio” y “político”, “asesor”, “jefe de Comunicación”.

¿Pero esto no se había acabado? ¿Pero no estaba ya amortizado que al personal le importaba un pito si en Presidencia se tomaban yogures de fresa o bífidos con cereales? ¿Pero no hay ya, unas dos mil leyes de transparencia que nos deben de aclarar el destino de todos los euros que pasan por los presupuestos nacionales, autonómicos, provinciales y municipales? ¿O es que la cosa no va por ahí? Que no se trata de notas de supermercados, ni de cuentas de hotelitos con encanto, sino que todavía colean facturas silenciadas en cajones, de visitas papales, de formulas unos, de ferias, de financiaciones, de ciudades ilusorias, de acuerdos secretos, de vete a saber en que líos aun más, nos han metido, y que en el día menos pensado sale a la superficie. Eso va a ser.  

Fernando Martínez Castellano

14 Octubre 2014

08 octubre 2014

LA SÉPTIMA ESTROFA

Hay quien asegura que mañana, 9 de Octubre, es el día en el que sobran muchas soflamas rimbombantes, muchas pomposas palabras, el día que nos preguntamos, ¿Cuántas veces he oído decir lo mismo? Nos insistirán, una vez más, con que somos, los valencianos, un eslabón imprescindible en la cadena de la inalterable unidad nacional. Y nosotros, la Comunitat Valenciana, los valencianos, a los que tantas veces nos han engatusado con espejuelos y abalorios, nos pondremos así de anchos, estiren los brazos, miren de izquierda a derecha, o al revés según sus preferencias, y verán cuan de sueltos que nos ponemos.

La fantasía de las palabras, de los discursos, choca con la dura realidad. Con la realidad, con las palabras de Cristóbal Montoro que tiene las llaves de la caja, el despertador que baja a algunos de los sueños, con los fríos, para nosotros heladas, cifras de los Presupuestos del Estado para el 2015.
Ya no sé, si el gobierno de Mariano Rajoy y la cúpula del PP dan por perdida la Comunitat Valenciana en el próximo Mayo electoral y no quieren facilitarles el camino a los que vengan, o pretenden que Fabra, don Alberto, renuncie, por extenuación, a sus pretensiones, incluyendo llamadas a pactos con terceros, de continuar en el cargo de President de la Generalitat.

“En Valencia la rebaja de impuestos será simbólica”. Más o menos vino a decir, hace cuatro días, don Cristóbal. Y se quedó tan pancho, no hay que ser un Nobel de los que han investigado sobre el GPS del cerebro, para adivinar que hasta dibujó, el señor Montoro, en su carita de diablo cojuelo, esa sonrisa suya que tanto enerva al personal de a píe.

No quiero ni pensar si el Ministro de Hacienda, fuera de un partido político distinto al que acoge a Alberto Fabra, lo que tendríamos que estar oyendo,  que ahora por desgracia no escuchamos. 

La cosa sería de partida de Stratego o de Candy Crush, para hacerlo más moderno, si no fuera porque en medio de todos estos recortes, de estos “Hoy no te quiero, pero mañana todavía menos”, están ubicados cinco millones y pico de valencianos que están pagando las culpas de haber votado malos gobiernos y aun peores oposiciones y seguro, seguro, que penan por esa dejadez que algunos, suavemente, llaman meninfotisme.

Somos leales a España, hasta lo cantamos, pero esa Lealtad no suele ser correspondida.

Maltratados en la distribución de las inversiones del Estado, de todos los presupuestos, aquí estamos, aquí estaremos mañana, cantando un Himno en el que unos se recrean con la primera estrofa y otros aprietan los dientes, descargan adrenalina y algo más, con la séptima.

¿Qué cual es la séptima estrofa?. Pues esa que comienza “Valencians, en péu alcem-se”.  Aunque siempre nos ha dado tanta pereza, que lo dejamos para el día siguiente, para el mes próximo, para el año que viene.

Fernando Martínez Castellano
Publicado en Las Provincias  8 Octubre 2014

HIMNO DE LA COMUNITAT VALENCIANA, en valenciano y castellano

En valenciano[editar]

Per ofrenar noves glòries a Espanya
tots a una veu, germans, vingau.
Ja en el taller i en el camp remoregen
càntics d'amor, himnes de pau!
Pas a la Regió
que avança en marxa triomfal!
Per a tu la vega envia
la riquesa que atresora
i és la veu de l'aigua càntics d'alegria
acordats al ritme de guitarra mora.
Paladins de l'art t'ofrenen
ses victòries gegantines;
i als teus peus, sultana, tos jardins estenen
un tapís de murta i de roses fines.
Brinden fruites daurades
els paradisos de les riberes;
pengen les arracades
baix les arcades de les palmeres.
Sona la veu amada
i en potentíssim, vibrant ressò,
notes de nostra albada
canten les glòries de la Regió.
Valencians en peu alcem-se.
Que nostra veu
la llum salude
d'un sol novell.
Per a ofrenar noves glòries a Espanya
tots a una veu, germans, vingau.
Ja en el taller i en el camp remoregen
càntics d'amor, himnes de pau!
Flamege en l'aire
nostra Senyera!
Glòria a la Pàtria!
Visca València!
Visca! Visca! Visca!

En castellano[editar]

Para ofrendar nuevas glorias a España
nuestra región,supo luchar.
¡Ya en el taller y en el campo resuenan
cantos de amor, himnos de paz!
¡Ved a la Región
que avanza en marcha triunfal!
Viene a dar la huerta mía
la riqueza que atesora,
y es la voz del agua canto de alegría
que nació a los ritmos de guitarra mora.
Manda el arte Paladines,
,que te ofrezcan sus laureles
y a tus pies, Sultana, tienden mis jardines
un tapiz de rosas, nardos y claveles.
Brindan ricos tesoros
los naranjales de las riberas;
penden racimos de oro
bajo los arcos de las palmeras.
Suena, la voz amada
y en victorioso vibrante son,
notas del alborada
cantan los triunfos de la Región.
Despertemos, valencianos;
que nuestra voz
la luz salude
de un nuevo sol.
Para ofrendar nuevas glorias a España
nuestra Región, supo luchar
¡Ya en el taller y en el campo resuenan
cantos de amor, himnos de paz!
¡Flote en los aires
nuestra Señera!
¡Gloria a la Patria!
¡Viva Valencia!
¡Viva! ¡Viva! ¡Viva!




01 octubre 2014

AHORA ¡NO TOCA!

Hay días, cada vez son más, en los que necesito reírme un rato. Es como un tratamiento, como las pastillas de la tensión. La risoterapia genera beneficios mentales y emocionales. Reírnos nosotros o ver reír a las personas próximas, nos produce dividendos añadidos. Incluso los hay que disfrutan aun más, pues el carcajear es la excusa que les permite mostrar el último pastonazo que se gastaron en las fundas dentales que les plantaron recientemente.

A lo que iba, cuando quiero reír, o sonreír en el silencio, busco en el reproductor, el video de Dolores Cospedal en el que intentaba explicar lo inexplicable, aquello de la simulación del despido diferido programado, que no era ni despido, ni diferido, ni programado. ¡Qué quieren que les diga!, el ser humano es tan cruel, que se desternilla con los resbalones de sus congéneres, desde los tiempos del padre Abraham, pasando por las películas de Keaton, Chaplin, Lloyd y un largo etcétera de insignes y otros no tan insignes, como es el caso de Mariló Montero y su empeño de estar en boca de todos, a base de meteduras de pata propias o guionizadas.

Ya que estaba en lo de reproducir videos para alegrarnos la vida, para mi, ha habido una escena, una de las muchas que nos han ofrecido las noticias durante esta última semana, que fue la comparecencia, por decir algo, de D. Jordi Pujol en el Parlamento Catalán. Una vez finalizada la comparecencia, presencia, declaración, bronca, amenaza del señor Pujol, se produjeron una serie de imágenes que me dejaron un tanto confundido.

Aquello era como un “deja vu”, lo había visto antes, lo había soñado, o era uno de esos inquietantes juegos que, en milésimas de segundos, te montan entre la vista y la memoria. Así estuve un buen rato. De repente ¡zaas!, se descifró todo, estaba claro esa escena ya la había visto, y millones de personas más la habíamos visto. Me había faltado la música de fondo, la música de Nino Rota.

Jordi Pujol, de pie, apoyado en la mesa, los parlamentarios afines, de CiU y adyacentes, saludándole uno a uno, algunos casi inclinando la cabeza, apretándole con las dos manos. Aquello era clavado a los primeros minutos de El Padrino, aquello era como la boda de la hija de Don Vito Corleone, solo faltaba la música, hasta parecía que Francis Ford Coppola estuviese dirigiendo el besamanos.  ¡Claro que me lo grabé! Para ver la escena del Parlament como veo la del Diferido Simulado y por supuesto las dos primeras partes de El Padrino. El cine imita la vida y la vida falsea al cine.

Todo esto, al margen de que las palabras de Jordi Pujol, me sonaran a vacías de sinceridad y llenas de amenazas a mucha gente.  

El viernes 26 de septiembre, No Tocaba decir la verdad. Ni en Barcelona, ni en Valencia, ni en Madrid, ni tampoco en Singapur. Como siempre, nos siguen tomando como a imbéciles.


Fernando Martínez Castellano
1 Octubre 2014 publicado en Las Provincias

24 septiembre 2014

PARCHES DE 20 CÉNTIMOS

Cuando Arias Cañete llegue a su nuevo cargo de Comisario Europeo de Energía y Acción por el Clima, quiero imaginar que explicará a los españoles, porqué en Alemania hay kilómetros y kilómetros de campos de placas solares, porqué en Alemania hay miles de parques eólicos con miles de aerogeneradores, y como se come esto con que la factura energética en España sea muy superior a la de muchos de los países socios en Europa. Que no nos suelten la pamplina que si las centrales atómicas y demás lindeces, en la Germania, los paneles solares están a la vista y los molinos en el horizonte. Aquí, con un sol que nos fríe, diez meses de doce, somos capaces de decir que lo de la energía solar es carísimo. Y no se les cae la cara, al repetirnos aquello de “viaje menos y vea más telediarios en la uno”.

A otra cosa.  

Aclaro, por si acaso hay que precisarlo, a mi no me gusta que me suban los impuestos. No me gusta nada. Tampoco me gusta que vacilen conmigo y con más gente. Que anuncien que el año próximo, te van a bajar los impuestos y que casualmente el año próximo sea año electoral, mosquea un poco.

Hace cuatro días, llorando por los rincones que no teníamos un duro, pagando mal a los proveedores, diciendo que Montoro no nos hacía ni puñetero caso y ahora, de la noche a la mañana, después de repasar alguna encuesta, después de escuchar los reniegos, de los alcaldes populares contra los despilfarros de los gobiernos anteriores de la Generalitat, después de ver que en todos los rankings nacionales para encontrarnos hay que empezar a buscar desde abajo, después de todo esto y mucho más, va y Alberto Fabra, anuncia que el año que viene los valencianos tendremos menos impuestos.

Por favor, no nos tomen más el pelo, que Bruselas nos está buscando las cosquillas con cuentas trucadas y cosas así, que a donde miremos hay cieno, que está lo de la Valmor, lo de la Feria de Muestras de Valencia, lo de la Ciudad de la Luz, lo de….

No presuman que todo va ya en vías de solución, cuando todo sigue enmerdado, no presuman cuando Sanidad tiene, para 50.000 ciudadanos de Mislata solo 1(UN) medico de Urgencias, no presuman cuando las listas de espera quirúrgicas son eternas, no presuman cuando sigue abiertas cientos de aulas en barracones. No hagan el Monago. 

No, no nos bajen veinte céntimos los impuestos, guárdenlos, adminístrenlos mejor, intenten devolver la Sanidad y la Educación a los niveles de hace cinco o seis años. 
Después revisen toda la política fiscal. 
Después bájennos los impuestos pero no solo en los años electorales, todos los años, no veinte céntimos, muchos más. 
Después miren cada euro que se gastan como los mirarían si tuvieran que salir de su propio bolsillo. 
Después sean más serios con sus propuestas, sus parches y solo entonces presuman de gestión, si llegan y pueden.

Fernando Martínez Castellano

22 Septiembre 2014

17 septiembre 2014

LA VISITA

Hay que ver la que se ha organizado, por la visita de Rita Barberá a Mariano Rajoy, imprevista cita de la que se han filtrado, para cebar el morbo, solo las imágenes, tal como una película muda. ¿De que asuntos hablaron? ¡No molesten!, es la nueva política de transparencia que maneja el gobierno. Fue una charla, entre dos patas negras del PP, sobre la insoportable levedad del ser, los principios aristotélicos, y las leyes newtonianas, no hay que buscarle más vueltas.

Pero, si aun tenemos el recelo de que pudo ser una de las cortinas de humo que, tan a menudo, se van a crear este próximo otoño, para desimantar el 11S catalán, y de paso dar un poco de bebida energética a los alicaídos cargos peperos, vamos a elaborar una lista de lo que seguro que no se habló en la reunión digitalizada, y tuiteada en la Moncloa.

Allá va la lista.
Rita y Mariano, así con familiaridad, no hablaron de las escaleras del metro de Valencia, que llevan meses averiadas y paradas, ni de los inexistentes reproches del Ayuntamiento del Cap i Casal a la Consellería de Infraestructuras, por tanto pitorreo en el transporte del área metropolitana.

Tampoco hicieron apuestas, el jefe de gobierno y la alcaldesa, sobre el número  de palmeras, cargadas de dátiles y ramas secas, que van a despanzurrarse en el Bulevar Sur, enfrente mismo de la ¿nueva? Fe, como consecuencia del mantenimiento cero que están sufriendo.

Me da, que tampoco abordaron lo del extremo abandono del lago, laguito, estanque del Parque de Cabecera, visitado por miles de valencianos cada fin de semana, con el agua a punto de putrefacción por una depuradora rota desde hace muchos calendarios, aun antes que las deterioradas escaleras del metro.

Estas tres cosas son minucias, propias de una ciudad tan mal administrada como Valencia en los  últimos años. De estas cosas no se habló.

Como el asunto es muy delicado y Mariano había dicho “ahora no toca” tampoco se atacaría esa pequeña pieza, que es la financiación autonómica y municipal.

Igualmente no se puso encima de esa mesa tan absurda que reflejan las fotos, lo del túnel pasante y la no solución de RENFE, Adif y Ministerio de Fomento juntos.  

Lo de finalizar las obras de la Línea 2 del metro, esa que solo tiene enterrados unos cuantos de cientos de millones de euros y solo sirve para que se inunde y a algunos les recuerde su viaje a Venecia, de eso tampoco se charló. 

Entonces ya está claro, por eliminación, está claro.
Como Mariano es muy aficionado al ciclismo, se platicó del Carril-Bici, asunto estrella en Valencia, y que tanto quita el sueño a los valencianos.

Entre carriles y bicis, saltó el nombre de Alberto Fabra. Se habló, vaya si se habló. Saltaron los nervios y los dedos se hicieron huéspedes. Y apareció el brazo guardián de Gonzalez Pons sobre el hombro de Rita.
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