25 marzo 2006

BOTES Y VOTOS

Tras la esperanza en el País Vasco y una vez que se haya celebrado el referéndum para que los catalanes aprueben su nuevo Estatut, a mediados de Junio, todo apunta a que Rodríguez Zapatero remodelará el gobierno que preside. El desgaste que ha sufrido el gabinete en estos dos años pasados, le ha colocado en una situación de la que se ve obligado a salir ya. Desde las distintas familias socialistas, le reclaman a ZP que los cambios se produzcan de inmediato. Han sido muchos titubeos, novatadas, que a lo peor todas ellas solo han servido para ocultar, en algunos casos, una gran ineptitud. A ese deterioro, enorme se podría decir sin pecar de exagerados, que unos miembros del gobierno han aportado granos de arena y otros camiones. Uno de los “areneros” ha sido Jordi Sevilla. Sevilla, además de provocar innecesarios movimientos sísmicos en la silla de Rafa Rubio en el Ayuntamiento de Valencia, ha gestionado peor que mal las etapas de vida del nuevo Estatut catalán. Tiene que existir por ahí, alguna encuesta que determine la merma de votos que le han supuesto a Rodríguez Zapatero los balbuceos políticos de Sevilla y no digamos de Maragall. A más, el inmediato futuro, que se presenta muy denso, va a exigir políticos, muy políticos en los dos grandes partidos.
Cambiando totalmente de asunto y hablando de botes. Alguien que controla la claque, que se instala a los píes del balcón municipal capitalino, en tanto así que haya una concentración festiva multitudinaria, ese alguien debería poner un veto a tanto ¡que bote.....¡. Hay que recomendar un límite a esa “espontaneidad” dirigida. De la artificiosidad de los saltos al espantoso ridículo solo hay milímetros. Después de haberle aplicado al Rey el suplicio del ¡que bote...¡ y oteando en el próximo horizonte la visita papal, me temo, que en esa desmesura, en ese deseo de convertirlo todo en un falso populismo, en el preámbulo de un mitin electoral, alguien pueda continuar con la tentación de querer que Valencia entre en el Guinness como la ciudad en la que todo el mundo bota. Con un poco de suerte, igual le entra el conocimiento al controlador de la claque y es capaz de dar vacaciones a sus boteros, durante la estancia de Benedicto XVI.
Fernando Martínez Castellano 22 Marzo 2006
Publicado en Las Provincias 24 Marzo 2006

17 marzo 2006

20 DE MARÇ

Nos volvemos a encontrar, ahora 20 de Marzo de 2006 con una situación similar a la de hace tres años con los ataques a Irak.
El tiempo nos ha demostrado que tanta destrucción solo trajo consigo más destrucción. Ni se ha llevado la Paz, ni la Democracia. No han aparecido las armas de destrucción masiva. Solo miles y miles de muertos en una guerra que parece sin solución.
Publico hoy un artículo que escribí en la noche de San José, del 2003, minutos despues de escuchar por la radio que Bagdad, YA estaba siendo bombardeada.
Quizás una de las canciones más bellas del primer J. M. Serrat. “M’hauría agradat estar despert aquell matí que amb un vestit verd entre uns bladars ell(el vint de Març) va arribar”. Era inevitable canturrear esta estrofa, en la mañana siguiente a San José. Era una canción a la vida esta canción de Serrat, que ligaba el nuevo nacimiento de la naturaleza con cada 20 de Marzo. Eso queríamos que fuera, eso deseábamos que siempre fuera. Pero este 20 de Marzo de 2003, es distinto, es negro, hubiéramos querido estar dormidos, que todo el mundo hubiera estado dormido tranquilo, sin sobresaltos, sin alarmas. En lugar de despertarnos oyendo noticias de bombardeos, de los primeros muertos, de discursos aún más amenazantes, ojalá que la voz del Serrat, de Mediterráneo, de Machado, Hernández o Alberti, nos hubiera recordado que ya estaba aquí la primavera, la estación de la alegría.
Sadam Husein ha sido un verdugo para su país, tan verdugo como todos los dictadores que en el mundo han sido. Sadam fue un dictador “útil” para frenar al integrismo iraní, tan útil como lo fueron otros dictadores para los intereses de EEUU. Ahora el suelo y subsuelo de Irak son demasiado apetecibles. Alguien por su cuenta decidió, ya hace meses, que el tiempo había acabado, alguien por su cuenta se ha convertido en juez y verdugo vengador. Lo evitable, George W. Bush, nos lo ha convertido en inevitable.
También Serrat cantó un poema de León Felipe que le pedía al Quijote “Hazme un sitio en tu montura caballero derrotado, hazme un sitio en tu montura , que yo también voy cargado de amargura y no puedo batallar”.
Todos los que hemos manifestado, el rechazo a esta guerra ilógica, inmoral e ilegal, aún más que todas las guerras, nos sentimos vencidos, enrabiados como la inocente población iraquí, que ha tenido que sufrir a un dictador, a un bloqueo, y ahora los bombardeos. Casi todos en España nos sentimos vencidos como el Quijote.
La guerra, la destrucción, la muerte todavía se puede parar. Por favor, aún se puede parar. ¡Párenla!.¡Parémosla, todos nosotros, los vencidos!
Fernando Martínez Castellano
20 Marzo 2003

16 marzo 2006

SEAN BIENVENIDOS

Si es usted uno de los miles de visitantes que durante estos días acude a esta increíble Valencia, permítanme que le desee la mejor de las estancias. Si es la primera visita que nos hace, esté tranquilo, aunque le parezca que ha llegado a un enorme Parque de Atracciones, ni se ha equivocado usted, ni le han traído a un destino erróneo, esto es Valencia, tercera capital de España, una dulce anarquía que avanza, que funciona, pese a todo, funciona. No es que durante el resto del año, tengamos las calles tan alborotadas como lo están estos días, pero así, así vamos, no crea que están mucho más tranquilas. Podríamos decir que durante once meses y medio, en el vivir de cada día, nos estamos adiestrando en eso del alboroto, y claro con tanto entrenamiento, las aglomeraciones, las locuras de las dos primeras decenas de Marzo ya nos pillan preparados. Y es que verán, ante el calendario que tenemos por delante los valencianos, acabaremos doctorándonos en la celebración de multitudinarios eventos.
Si además, su primera visita coincide con que los días de Fallas, seguro que les sorprenderá la manera estruendosa con la que rellenamos nuestras fiestas. Las Mascletas a ustedes, los visitantes, les suelen parecer estallidos atronadores, para nosotros no es ruido, es ritmo, son como los timbales de las marchas moras. En general nos gustan más las explosiones, eso sí festeras, que los castillos de fuegos artificiales. Pero, para ruidos, ruidos, los que tienen que soportar muchas horas, muchos barrios, muchos vecinos por el descontrol de las noches valencianas, y no en Fallas precisamente. También en esto, hay mucho entrenamiento.
Lo del tráfico, lo que son las cosas, ya tampoco nos preocupa mucho. Estamos tan acostumbrados a que en cualquier vía se aparque en doble o triple fila y se deje el coche frenado, que eso de las calles cortadas por barracas, fuegos, o monumentos ya nos parece pecata minuta.
Valencia ni cabe en una visita, ni en una columna. Disfruten de estos días. Vuelvan, habrá mil ocasiones. Les aseguramos que tendrán un poco menos de ruido, pero también menos música. Si el tiempo y nuestra iluminación lo permiten, miren a la Luna, aquí es especial, es la autentica Luna de Valencia.
Fernando Martínez Castellano 14 Marzo 2006
Publicado en Las Provincias el 17 Marzo 2006

10 marzo 2006

6000 GATOS

La sagacidad ya se le adivinaba, desde sus años mozos, al concejal R. I. Sanchis. Eran los tiempos en que se le conocía como “el zorro plateado”. Después, nos dio muestras de su arrojo al ser fotografiado, en lo alto de las Torres de Quart, con los huevos de una cotorra en las manos. Le plantaron la etiqueta de muy sensato, la excepción del Grupo Popular, al ser capaz de permanecer en segundo plano. Ante tanta discreción hubo quien apostó por creer que igual era él “el tapado” sucesor, aunque eso de la sucesión parece que apunta hacia otro, aun más cauto, concejal. Lo que si que está claro es que a R. I. Sanchis, desde la leal oposición socialista, lo desgastan muy poco. Ahora que, bien pensado, la oposición es tan “muy leal” que hay periodos en los que parece ensimismada y encantada de haberse conocido. Los concejales socialistas están en una minoría que se empequeñece, aun más, con sus extrañas desapariciones. Igual trabajan como enanos, pero van tan de silentes, cosa que no se le pide a la oposición, que parece que se hallen perdidos entre los legajos del pasado. Es palpable que el Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Valencia, no transmite su papel de oposición, de contrapunto, de valedor de los intereses de muchos ciudadanos presentes y futuros. Desde que, desde no se sabe donde, le movieron la silla a Rafa Rubio, algo les está fallando. Es como si faltasen ganas o sobrasen frenos. Pese a los evidentes visos de que la improvisación conduce la construcción, en todos los sentidos, de la Valencia del Siglo XXI, asombra la modorra de una oposición que aparenta estar en la figuereta.
Así andaban las cosas, cuando gracias a la gripe aviaria y a un titular en primera página de LP de 3-3-2006, hemos descubierto que el Concejal Sanchis, que es de los que mandan, dice que ha puesto vigilancia a los 6000 gatos, mil arriba mil abajo, que callejean por Valencia.
¿Cómo se vigilará?, ¿equipos captando estornudos gatunos?, ¿cámaras ocultas?, ¿y los accesos a Internet?, ¿y el ántrax?, ¿y perros, estorninos, tórtolas, y gaviotas?, ¿y las fritangas en Fallas? ¿y aquello que lo reparaba todo en 72 horas?, ¿y lo rentable que es el acongojamiento colectivo?, ¿y los buses articulados?. Vale, vale.
Fernando Martinez Castellano 7 Marzo 2006
Publicado en Las Provincias 10 Marzo 2006

07 marzo 2006

DE LA MANO

No se si son los años que me faltan o los que sobran, pero cada vez hay más cosas con las que no me aclaro. Igual trazamos una línea y ponemos el cartel, ¡ojo que este es mi espacio!, que estamos por un Estado al que le exigimos que meta las narices y manos en todo. Pretendemos que otros(gobierno central, autonómico o municipal), pongan cotas allí donde por comodidad no nos atrevemos a llegar. Un País, una Autonomía, una ciudad, no deben de funcionar sobre Decretos Ley y Ordenanzas para todo. Un ejemplo, el no fumar en un local público, no debería regirse por unas normas impuestas desde el Ministerio o la Conselleria de Sanidad. Tendría que sobrar con unos gramos de educación, con una pizca de cortesía hacia los demás. Pero se está viendo que no basta, pues siguen, los humos y el debate.
Pero la cosa no queda solo en lo del fumeteo. Hace cuatro días, alguien destapó la extrema delgadez de las modelos que desfilaron en la Pasarela Cibeles. Todas las cadenas de televisión han reemitido las imágenes de unas chicas que parecían salidas de un campo de concentración. Radiografías andantes, a flor de piel costillas, vértebras y exagerados omoplatos. Una palidez enfermiza tan profunda como sus ojeras. La representación misma de la antilujuria. Mucho más allá de la anorexia y la bulimia.
Uno de los personajes a los que se le pidió su opinión acerca de la fragilidad de aquellos hambrientos mini cuerpos, consumidos por no se que cánones impuestos por la moda o los modistos, exigió la intervención de las Administraciones para controlar las tallas mínimas en los desfiles de moda.
Lo mas cómodo, pedir la intervención de otros, a golpes de BOEs y Bandos.
Una cosa es la urgente prevención sanitaria, que hay que hacerla, y mucho, ante modas estúpidas y enfermedades reales y otra es tener que poner unos policías a controlar el tallaje a pie de pasarela.
No puede ser que una sociedad que se dice libre, tenga que ser llevada de la mano para todo. Si somos adultos, somos adultos. Es la sociedad “civil” la que tiene que reafirmar sus normas de convivencia, escritas y “no escritas”, la que debe de reeducarse cada día.
Quien dice tallas, dice humos, dice respeto, dice comportamiento en la ciudad.
Fernando Martínez Castellano 1 Marzo 2006
Publicado en Las Provincias 3 Marzo 2006
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