Si es usted uno de los miles de visitantes que durante estos días acude a esta increíble Valencia, permítanme que le desee la mejor de las estancias. Si es la primera visita que nos hace, esté tranquilo, aunque le parezca que ha llegado a un enorme Parque de Atracciones, ni se ha equivocado usted, ni le han traído a un destino erróneo, esto es Valencia, tercera capital de España, una dulce anarquía que avanza, que funciona, pese a todo, funciona. No es que durante el resto del año, tengamos las calles tan alborotadas como lo están estos días, pero así, así vamos, no crea que están mucho más tranquilas. Podríamos decir que durante once meses y medio, en el vivir de cada día, nos estamos adiestrando en eso del alboroto, y claro con tanto entrenamiento, las aglomeraciones, las locuras de las dos primeras decenas de Marzo ya nos pillan preparados. Y es que verán, ante el calendario que tenemos por delante los valencianos, acabaremos doctorándonos en la celebración de multitudinarios eventos.
Si además, su primera visita coincide con que los días de Fallas, seguro que les sorprenderá la manera estruendosa con la que rellenamos nuestras fiestas. Las Mascletas a ustedes, los visitantes, les suelen parecer estallidos atronadores, para nosotros no es ruido, es ritmo, son como los timbales de las marchas moras. En general nos gustan más las explosiones, eso sí festeras, que los castillos de fuegos artificiales. Pero, para ruidos, ruidos, los que tienen que soportar muchas horas, muchos barrios, muchos vecinos por el descontrol de las noches valencianas, y no en Fallas precisamente. También en esto, hay mucho entrenamiento.
Lo del tráfico, lo que son las cosas, ya tampoco nos preocupa mucho. Estamos tan acostumbrados a que en cualquier vía se aparque en doble o triple fila y se deje el coche frenado, que eso de las calles cortadas por barracas, fuegos, o monumentos ya nos parece pecata minuta.
Valencia ni cabe en una visita, ni en una columna. Disfruten de estos días. Vuelvan, habrá mil ocasiones. Les aseguramos que tendrán un poco menos de ruido, pero también menos música. Si el tiempo y nuestra iluminación lo permiten, miren a la Luna, aquí es especial, es la autentica Luna de Valencia.
Fernando Martínez Castellano 14 Marzo 2006
Si además, su primera visita coincide con que los días de Fallas, seguro que les sorprenderá la manera estruendosa con la que rellenamos nuestras fiestas. Las Mascletas a ustedes, los visitantes, les suelen parecer estallidos atronadores, para nosotros no es ruido, es ritmo, son como los timbales de las marchas moras. En general nos gustan más las explosiones, eso sí festeras, que los castillos de fuegos artificiales. Pero, para ruidos, ruidos, los que tienen que soportar muchas horas, muchos barrios, muchos vecinos por el descontrol de las noches valencianas, y no en Fallas precisamente. También en esto, hay mucho entrenamiento.
Lo del tráfico, lo que son las cosas, ya tampoco nos preocupa mucho. Estamos tan acostumbrados a que en cualquier vía se aparque en doble o triple fila y se deje el coche frenado, que eso de las calles cortadas por barracas, fuegos, o monumentos ya nos parece pecata minuta.
Valencia ni cabe en una visita, ni en una columna. Disfruten de estos días. Vuelvan, habrá mil ocasiones. Les aseguramos que tendrán un poco menos de ruido, pero también menos música. Si el tiempo y nuestra iluminación lo permiten, miren a la Luna, aquí es especial, es la autentica Luna de Valencia.
Fernando Martínez Castellano 14 Marzo 2006
Publicado en Las Provincias el 17 Marzo 2006
No hay comentarios:
Publicar un comentario