30 diciembre 2005

CARTA AL FUTURO

Llegará el tiempo, en el que un candidato a cualquier cargo, a cualquier reelección en el cargo, por ejemplo a President del Consell, que está más a mano, lleve como punto más destacado de su programa electoral, el trato de abordar solo lo que esté en marcha, y de no caer en la tentación de prometer la acometida de obras babilónicas. Que su empeño máximo sea mantener, consolidar, mejorar lo que ya se tiene. Que no tienda ni un metro más de vías de metro, sin antes haber renovado el material rodante y fijo existente. Que no abra ni una estación más, sin haber hecho accesibles todas las actuales y haberles lavado al menos la cara un par de veces. Que no presuma de más autovías, sin haber eliminado puntos negros y travesías atascantes. Que no descubra placas conmemorativas, en nuevos espacios culturales, sin haber llenado de contenido los continentes del presente. Que no se lance a la carrera de que todo tenga que ser lo más grande de España, de Europa, del Mundo, mientras que haya alumnos en barracones provisionales-permanentes, mientras que ande renqueante la sanidad pública o a las mesas de los bienestares sociales les falten unas cuantas patas. Que no adquiera más mega compromisos sin haber estabilizado la enorme deuda que se arrastra desde los años de “nuevos ricos”. Que Canal Nou cumpla las objetivos que justificaron su creación. Que impida que en nuestra Comunidad haya más pelotazos, a costa de todos, que en un frontón “24 horas”. Que piense en el mañana, pero también en el hoy. Que las metas sean algo más que una colección de fotografías cortando cintas inaugurales. Que las urnas no se puedan alimentar solo con el humo del boato. Que no se empeñe, una y otra vez, en levantar museos a la nada, ni en pagar asesoramiento millonario al primer filibustero que pase por la puerta. Que tras las fachadas de cartón piedra de los eventos, quede algo útil. Que todo sea posible, que esta carta no se confunda con una inocentada.
Sea el candidato que sea, del partido que sea, cuando sea, si propone este programa tan sencillo, que no tema quedarse solo, aunque ya seamos cenizas dispersas en las aguas del Tirreno o frente a la vieja Altea, haremos lo imposible por regresar y votarle.
Fernando Martínez Castellano 29 Diciembre 2005
Publicado en Las Provincias el 30 Diciembre 2005

26 diciembre 2005

LOS AMIGOS INVISIBLES

Los sanvalentines, días de la madre, del padre, la primavera y las rebajas, son hijos mantenidos y engordados por los grandes almacenes, como también está muy claro que lo del “amigo invisible” es producto de los “todo a cien”. Cuando se apaguen todas las comidas y cenas que se celebran estos días, las estanterías de los “chinos” deben de quedarse limpias de esos trastos que no sirven para nada. En lo del “amigo invisible”, igual te cae un sacacorchos con música, que unos servilleteros con lucecitas. Un año de estos, se va a convocar un concurso nacional para ver quien ha recibido el regalo más hortera. Como dice Luis Gil, menos mal que no recibimos obsequios ni de los “enemigos”, ni de las cuñadas agresivas.
Sin querer, hablando de “amigos invisibles”, me estoy acordando de Juan Soler, Presidente del Valencia CF Sociedad Anónima Deportiva y de Joan I. Pla, Secretario General del PSPV. No hace falta echar mano al Mago de Cefalu, que solo acierta las terminaciones, para barruntar que hay muy serias tentaciones, materiales y de las otras, para moverles sus respectivos sillones de Mestalla y Blanquerías. Los dos, cada uno por su lado obviamente, deben de cuidarse de sus amigos visibles y de los tapados. De los llanos, aunque sean en cuesta y de los palmerales. Los alcaldes aburridos llegan a dar muchos dolores de cabeza.
Los multimillonarios negocios en euros que se van a mover en torno a ,os Mestallas, el Viejo y el Nuevo, son bocados demasiado apetecibles como para que no hayan movimientos telúricos en torno al control, directo o indirecto, de la Presidencia del equipo de fútbol más representativo de la ciudad. Los intereses económicos que van a rodear a la construcción, explotación y más y más del nuevo estadio, provocan toda clase de rumores, de opacidad, de vete a saber quien está detrás de cada una de las empresas que optan al pastel, de compra de favores, de “engrase” de puertas, de “tapados, de “amigos invisibles” que andan ya haciendo algo más que regalos de “todo a cien”.
Pla, ni tiene estadios que construir, ni acciones que recomprar, pero con sus silencios, con sus desapariciones, está dando pábulo a la creencia de que él es el que está promoviendo a su propio “tapado”.
Fernando Martínez Castellano 22 Diciembre 2005
Publicado en Las Provincias el 23 Diciembre 2005

20 diciembre 2005

MAQUETAS Y BRONCAS

Lo de los disimulos está tan a la orden del día que vamos sustituyendo aquello de “tirarse los trastos a la cabeza”, o “tener muy mala baba”, por algo que suena más fino, “la crispación”, pero solo la palabra en si, crispación, repetida tantas veces como se está repitiendo en estas últimas semanas, acabará produciendo por si sola, Crispación. Le llamemos como le llamemos, de nada hacemos un castillo y de menos que nada una estupidez. No se si es por contagio televisivo, pero parece como si ya no se supiera hablar, como si el gruño fuera imprescindible. Y no solo pasa en los telediarios. Hay demasiado “broncas” por ahí suelto, metiendo la pata cinco veces por minuto. Todo se convierte en trascendente, de cualquier cosa, opinión, debate, decisión, salen orgullos heridos, como si pendiera el futuro de la humanidad.
Ahora, entre otros, toca enzarzarse con el nuevo campo de fútbol, el nuevo Mestalla. Y nos enzarzaremos, y tanto que lo haremos, ¡pues buenos somos los valencianos para perder la ocasión!.
A lo peor, es que está contribuyendo, a eso de la discusión, la percepción de escasa transparencia y el runruneo de intercambios de favores entre el Equipo de Gobierno Municipal, que nos representan a todos, y el Consejo de Administración del Valencia CF, que representa a los accionistas de una Sociedad Anónima deportiva.
Si faltaba algo, tras la presentación de las maquetas, con lo sufridas que son las maquetas, se está diciendo, que por ahí hay quien va comprando favores y opiniones para decantar la cubierta del estadio, y el mismo estadio, hacia el murciélago o la abeja maya.
Esta Valencia, que hace unos años era experta en heráldica, luego dominó todas las lenguas y gramáticas, ahora se nos va a destapar como gran experta en cubiertas y estadios. Poquitos, se van a parar en reflexionar en el transito de la maqueta a la obra, de la ilusión a la realidad, en todos los pros y los contras de estas enormes basílicas del presente.
Luego vendrán, seguro que vendrán, los sesudos debates sobre el nombre más apropiado para el nuevo estadio. Esperemos que a nadie se le ocurra hacer, o proponer, como han hecho en Benidorm con su pabellón deportivo al que han bautizado con el nombre de Eduardo Zaplana.
Fernando Martínez Castellano 15 Diciembre 2005
Publicado en Las Provincias el 16 Diciembre 2005

09 diciembre 2005

EN TRANSITO

Hay que ver, como han nacido y crecido los negocios, en torno a las fiestas, de cumpleaños, primeros besuqueos, pedidas de mano, despedidas de solteros, bodas al estilo Miami, divorcios modelo Las Vegas, implantaciones de silicona, segundas nupcias, primer análisis con colesterol, subidas de tensión, jubilaciones anticipadas, bonobús gratuito, admisión en el Hogar del Jubilado, entierros con bebida y tapeo como en las películas americanas, etc, etc, además de todo esto, hay quien ha pensado que aun se pueden organizar más episodios.
Ahora mismito finos expertos, han cazado el filón que hay en lo de los tránsfugas políticos. El negocio promete. “En tránsito” es el nombre de la primera firma valenciana que se va a dedicar al asunto. Son como los agentes de los futbolistas, pero en versión Diputado autonómico y Concejal. Su lema de trabajo lo dice todo, aunque no suena bien, “Si llega la tentación, póngase en nuestras manos, máxima cautela”. Ya han hecho un correo masivo ofreciendo sus servicios a todos los electos en la Comunidad Valenciana, más tarde ampliarán al resto de España. El tránsfuga profesional ya sabe que si aparece la tentación en forma de recalificación, moción de censura y similares, solo tiene que marcar un número de teléfono. “En tránsito”, se encargará de todo. Negociará, qué importan ideas, la pela es la pela, esconderá al “saltador”, le organizará un guión para su reaparición, le elaborará una lista de argumentos para justificar la reconversión, le montará una rueda de prensa y unas páginas en el Hola, le maquillará para que en su rostro se reflejen los momentos de aflicción pasados, le cambiarán el peinado, le preparan una sesión fotográfica con el líder del partido que le acoge en su seno, le inventaran una biografía en la que se destacará que siempre quería haber entrado en esta organización política por la que al fin ha fichado.
“En tránsito” también hará la oferta a los partidos, ¿Qué y donde necesitan un converso?.Se lo proporcionaremos con “cante” y baile incluidos.
Pero nos cuenten lo que nos cuenten, los gabinetes de imagen, los “En tránsito”, todos los tránsfugas son unos desvergonzados y aquellos que les dan refugio, aun más, sean del color que sean.
Fernando Martínez Castellano 2 Diciembre 2005
Publicado en Las Provincias el 9 Diciembre 2005

02 diciembre 2005

PATRAIX

Carmen Tejeda es de esas personas que desconecta los fusibles de toda la casa, antes de cambiar una bombilla.. Le tiene más que miedo a la electricidad y su misterio. Carmen, como muchos de sus vecinos está un poco acongojada con esto de la ampliación de la sub-estación que Iberdrola tiene en Patraix, y aun más con los cables, como boas, que enterraron ante su casa, por los que discurrirán miles de voltios cada hora, cada día. Carmen, que no entiende de voltios, vatios ni amperios, ni puede hacerle una OPA a la compañía eléctrica, es una más de los ciudadanos que se manifiestan, desde hace unas cuantas semanas ante la “fábrica de la luz”.
Carmen sabe que los pitos, las cintas negras, los encadenados a la valla, los fríos de la mañana, el que los miren de reojo, incluso los cortes de tráfico en la calle Gaspar Aguilar, no llegan ni a las altas instancias ni a los consejos de administración y teme que lo único que pueden conseguir es el aburrimiento e incluso el cabreo de muchos de sus convecinos a los que parece molestarles que una piedrecilla rompa la tranquilidad del lago dormido, la insolidaridad.
Carmen se asombra al comprobar que haya quien jure en chechenio porque en el balcón de su casa le caga, una de las incontables palomas turcas que andan revoloteando por ahí y esa misma persona, tan sensible para lo suyo, se quede entre sulfurado e irritado ante las quejas de ella y cuantos se manifiestan ante la sub-estación de Patraix. Y muy pocos son los que tienen en cuenta, que el Gobierno Municipal, el Consell, el Ministerio de Industria, los estén llevando a mal traer, lanzándose, los unos a los otro, las culpas de haber dado unos permisos, cuando a lo peor no se deberían de haber dado, cuando a lo mejor han sobrado silencios y han faltado explicaciones.
Carmen, se pregunta, que si todo está tan claro, si no afecta nada a nada, ¿a qué viene lo de pasarse la patata caliente de las autorizaciones de ampliación, de la dichosa sub-estación, del PP a PSPV y del PSOE a PP?.
Carmen sospecha que el desconocimiento, las exageraciones, solo sirvan para convertir la buena fe de los vecinos en carne para la demagogia y para ocultar los otros problemas y carencias que tiene el barrio de Patraix.
Fernando Martínez Castellano 30 Noviembre 2005
Publicado en Las Provincias el 2 Diciembre 2005
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