Los sanvalentines, días de la madre, del padre, la primavera y las rebajas, son hijos mantenidos y engordados por los grandes almacenes, como también está muy claro que lo del “amigo invisible” es producto de los “todo a cien”. Cuando se apaguen todas las comidas y cenas que se celebran estos días, las estanterías de los “chinos” deben de quedarse limpias de esos trastos que no sirven para nada. En lo del “amigo invisible”, igual te cae un sacacorchos con música, que unos servilleteros con lucecitas. Un año de estos, se va a convocar un concurso nacional para ver quien ha recibido el regalo más hortera. Como dice Luis Gil, menos mal que no recibimos obsequios ni de los “enemigos”, ni de las cuñadas agresivas.
Sin querer, hablando de “amigos invisibles”, me estoy acordando de Juan Soler, Presidente del Valencia CF Sociedad Anónima Deportiva y de Joan I. Pla, Secretario General del PSPV. No hace falta echar mano al Mago de Cefalu, que solo acierta las terminaciones, para barruntar que hay muy serias tentaciones, materiales y de las otras, para moverles sus respectivos sillones de Mestalla y Blanquerías. Los dos, cada uno por su lado obviamente, deben de cuidarse de sus amigos visibles y de los tapados. De los llanos, aunque sean en cuesta y de los palmerales. Los alcaldes aburridos llegan a dar muchos dolores de cabeza.
Los multimillonarios negocios en euros que se van a mover en torno a ,os Mestallas, el Viejo y el Nuevo, son bocados demasiado apetecibles como para que no hayan movimientos telúricos en torno al control, directo o indirecto, de la Presidencia del equipo de fútbol más representativo de la ciudad. Los intereses económicos que van a rodear a la construcción, explotación y más y más del nuevo estadio, provocan toda clase de rumores, de opacidad, de vete a saber quien está detrás de cada una de las empresas que optan al pastel, de compra de favores, de “engrase” de puertas, de “tapados, de “amigos invisibles” que andan ya haciendo algo más que regalos de “todo a cien”.
Pla, ni tiene estadios que construir, ni acciones que recomprar, pero con sus silencios, con sus desapariciones, está dando pábulo a la creencia de que él es el que está promoviendo a su propio “tapado”.
Fernando Martínez Castellano 22 Diciembre 2005
Publicado en Las Provincias el 23 Diciembre 2005
Sin querer, hablando de “amigos invisibles”, me estoy acordando de Juan Soler, Presidente del Valencia CF Sociedad Anónima Deportiva y de Joan I. Pla, Secretario General del PSPV. No hace falta echar mano al Mago de Cefalu, que solo acierta las terminaciones, para barruntar que hay muy serias tentaciones, materiales y de las otras, para moverles sus respectivos sillones de Mestalla y Blanquerías. Los dos, cada uno por su lado obviamente, deben de cuidarse de sus amigos visibles y de los tapados. De los llanos, aunque sean en cuesta y de los palmerales. Los alcaldes aburridos llegan a dar muchos dolores de cabeza.
Los multimillonarios negocios en euros que se van a mover en torno a ,os Mestallas, el Viejo y el Nuevo, son bocados demasiado apetecibles como para que no hayan movimientos telúricos en torno al control, directo o indirecto, de la Presidencia del equipo de fútbol más representativo de la ciudad. Los intereses económicos que van a rodear a la construcción, explotación y más y más del nuevo estadio, provocan toda clase de rumores, de opacidad, de vete a saber quien está detrás de cada una de las empresas que optan al pastel, de compra de favores, de “engrase” de puertas, de “tapados, de “amigos invisibles” que andan ya haciendo algo más que regalos de “todo a cien”.
Pla, ni tiene estadios que construir, ni acciones que recomprar, pero con sus silencios, con sus desapariciones, está dando pábulo a la creencia de que él es el que está promoviendo a su propio “tapado”.
Fernando Martínez Castellano 22 Diciembre 2005
Publicado en Las Provincias el 23 Diciembre 2005
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