Porque
aquí ha habido dos grandes pérdidas, los unos pierden poder, los otros pierden
votos, otra vez, y van….
Después
de las rotundas palabras de Rita Barberá a Serafín Castellano, “¡Qué
hostia!..¡Qué hostia!!!!”, caben pocos análisis más. Hay muchas historias
dentro de esa expresión repetida. Está casi todo dicho, o no.
Más
bien no, porque el argumentario de los populares les dice que deben de insistir con que han ganado las elecciones,
que han sido los más votados, que son los más queridos. Tienen parte de razón,
los números no engañan, pero ganando han perdido y no querer reconocerlo, es no
hacer la más mínima autocrítica, es reincidir en el discurso-rueda de prensa de
Rajoy del lunes 25, en el que por cierto pareció que cortaba abruptamente su
intervención tras la tercera pregunta, es mantenerse en otro planeta.
Pero
los argumentarios diarios, los que escuchas a uno, y al cabo del rato lo
vuelves a escuchar a otro, que parece repetirlo como si fuera uno de los loritos
que inundan Facebook, los guiones para que los militantes no se desmanen, los elaboran
los aparatos de los partidos, y los aparatos obedecen las instrucciones de los
que les mandan. En estos momentos, días después de la victoria-derrota del
domingo 24, el PP no está para versos sueltos. Hay que apretar las filas, y
como dice un exdirigente, iniciar ya la reconquista con caras nuevas y mucha
ilusión. Igual lo dice por ser ex, si no fuera ex, quizás optaría por la
pasividad, e imitar a Rajoy.
Vuelvo
al ataque de sinceridad de la señora Barberá, allá arriba en las primeras
líneas ¿Dijo algo así Joan Calabuig, a alguno de los que se le acercó para
darle la felicitación-pésame? Extraño. Las listas electorales del PSPV, en los
últimos años, parece que se han deleitado en las derrotas. La comodidad en la
oposición ha sido el “modus vivendi” de muchos pretendientes que se adaptaron
de maravilla al papel, de secundarios, que les encomendaron los votos. El PSPV,
ha “pasado” desde hace años, de la ciudad de Valencia. El ayuntamiento de
Valencia se presentó para los de Blanquerías, como algo inalcanzable, se
rindieron antes de entrar en batalla. El batacazo de la candidatura de
Calabuig,el olvidadizo, ha sido un batacazo histórico, en votos y en concejales, no lo
disimula ni la pretensión de Puig a la Presidencia del Consell. Calabuig, tras
una larga carrera trufada y obsequiada de cargos públicos, desde el empleo de
Concejal de la oposición, ha tenido una beca de cuatro años para ir fogueándose
en la vida municipal, comunicar con unos ciudadanos deseosos de explicaciones, tuvo,
o pudo tener, a su disposición documentación de acuerdos y desacuerdos, y no se
enteró o no se quiso enterar. Y le han ganado la mano.
¿Cómo
era aquello, dulce derrota o amarga victoria?
Ya
estamos en la primera semana de la Campaña Electoral de las Generales, y
algunos aun no se han dado cuenta.
fmc
Publicado en Las Provincias 27 Mayo 2015