De vez en cuando, me da por
revisar viejas agendas, tickets de consumiciones, notas de viajes, papeles
dormidos en el segundo y tercer cajón de mi mesa. Allí, tengo de todo, guardé,
no se para qué, y mucho menos porqué decidí conservar aquello y no otras cosas.
Hace unos días, creo que el
jueves del bochornoso calor, esa tarde, a muchos nos dio por lo mismo, me puse
a rebuscar en la isla del tesoro que es mi mesa. Me encontré con una columna
que escribí para Las Provincias, en Abril del 11, que había guardado impresa. Por
aquel entonces, vísperas electorales, que, también, se presentaban como un esbozo
para las que se adivinaban cercanas Generales, ya andábamos bastante
emberrinchados con los recortes y con todo lo que se estaba tramando. Aun no se
había hecho patente el cabreo-acampada del 15 de Mayo, fecha que, como si se
tratase de otra toma de la Bastilla, la prensa de Madrid, ombligo de la vida
nacional, a falta de Champios y Ligas, se ha empeñado en conmemorar.
Iniciaba la añeja columna
con “Esperamos cual morlaco herido de
muerte, a que nos claven la puntilla. Con esta frase, un amigo mío, inicia su
blog de reflexiones. No va de toros, va de ciudadanos perplejos e inquietos”.
Al principio, lo que quería
decir es que guardo objetos, como en este caso la cita del blog, y luego no soy
capaz de recordar quien fue el amigo que escribió lo del símil del morlaco, que
es lo mínimo que debería de hacer con alguien que he citado.
Y he nombrado lo de las
elecciones de esta semana, cosa que me había prometido no aludir de hartito que
estoy, por una campaña electoral tan larga, tan vacía y tan papafritas como la
que estamos viviendo y sufriendo. Estamos a punto de elegir alcaldes o
alcaldesas, concejales, diputados autonómicos y presidente de Comunidad, y no
se habla nada de asuntos municipales, autonómicos, de financiación, de
racionalización de las administraciones, de modelos de ciudad. Los Rajoy, Sánchez,
Garzón, Iglesias, Rivera…, vienen por aquí, unos llenando recintos a base de
bocata y autobús, todos en un ensayo para el Otoño, nos largan el mismo
discurso que soltarán, o han soltado, en Lugo, Jaén, o Huesca, pero ninguno
dirá una sola palabra de nuestras calles, de suprimir las aulas barracones, de
reformar el mapa sanitario, de la aportación del Estado a los transportes
públicos de la tercer Área Metropolitana de España, de las nulas relaciones con el Ministerio de Fomento.
También nos hablarán de
“transparencia”, de “lucha contra la corrupción” en un ejercicio más, de cinismo,
de impudicia, cuando los ciudadanos estamos recibiendo un diluvio tras otro,
sobre los vergonzosos saqueos a los que fuimos sometidos, cuando pensamos que
más nos valdría que todo fuesen más mentiras, y solo las consecuencias de las
guerras entre conmilitones de partido.
No duden, atrévanse, voten.
Publicado 20 Mayo 2015
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