Hay políticos populares, con mando en plazas
valencianas, que andan como atacados de los nervios. Estando como están, a
escasas semanas de conseguir un triunfo en las urnas de una magnitud impensable
hace unos años, parece como si la impaciencia les cortase el aliento para
recorrer los últimos metros. Los hay que están más crispados que los jugadores
del Real Madrid de Mouriño, a nada que les digan saltan y enseñan la patita de
lobo, patita que por ahora no deberían enseñar, ni mucho menos meter.
Esto está muy mal, el personal, políticos y
sufridos ciudadanos, está detectando la Crisis por momentos, ya se está palpando
con solo caminar por las calles, cada día se ven más negocios cerrados, ya son
familiares las siglas ERE, el futuro se ve de un negro zahíno que espanta. Ya
todo el mundo es sabedor que hay que hacer mucho, mucho.
Ahora y aquí, todo el mundo quiere recortar.
Recortar, palabra lider en 2011. Todo el mundo, dice que hay que aplicar la
sierra mecánica, pero eso si, no en sus intereses. Lo ajeno es susceptible de
que obren las podadoras, pero ¡ay! lo
propio es intocable. Que no se acerque nadie, que yo me basto para poner orden,
es un decir, pero es lo que dicen todos, y los nerviositos aun más, cuando se
menta lo suyo.
A Lorenzo Agustí, alcalde de Paterna, popular,
atípico, se le ocurrió decir ante un grupo de empresarios, que hay Organismos
que están de más, desde hace tiempo y ahora, no digamos. Aun volaban los
aplausos en el enmoquetado salón, cuando al atrevido Agustí, le cayó encima toda
el agua del Diluvio Universal en versión siglo XXI.
Alfonso Rus, que en muchos asuntos ha demostrado
que es más listo que los ratones coloraos, seguro que es el primero que sabe
que preside un ente, la Diputación Provincial, que en la España de las
Autonomías duplica funciones con otras Instituciones. Alfonso Rus sabe que más
pronto o más tarde, tiene y debe de producirse un pacto de Estado, antes que
nos lo imponga Europa, los Mercados o el Sursum Corda, que conduzca a la
reforma o supresión de las Diputaciones Provinciales. Y siendo lo torero que es
el señor Rus, ¿por qué no se pone él, al frente de una reforma que seguro que
considera necesaria?