29 junio 2012

UNA DE BANDOLEROS


Este verano, TVE, por la cosa de los recortes que todo lo capan, va a echar mano a sus viejos tesoros. “Curro Jiménez” es una de las series, de bandoleros, que se van a desempolvar. No sé si también repondrán “Los Tramposos”, compendio del tocomocho, “Atraco a las tres”, “Historias para no dormir” y algún NODO para encajar con la situación y adyacentes, que nos está tocando cargar en las espaldas.

Y es que entre los sinvergüenzas propios y los importados andamos sobre ruedas, cuesta abajo, sin frenos.

Hienas, cuervos, carroñeros y piezas de ese estilo, están aterrizando en una España, que se quiere coger a todos los clavos ardientes que se le presentan.
Tanto deseo de superar la situación, lleva a no hacer una simple criba de los prometedores de pociones mágicas. Entre lo espabilados que son los timadores y lo tontosdelculo que son los que los reciben, no damos abasto para ahondar aún más el cenagal de nuestras miserias, de nuestros bochornos, de nuestra enorme incertidumbre.

Unos se presentaron con el timo del “jeque árabe”, menuda broma si no fuera porque es un drama. Unos estafadores parapetados detrás de la chilaba, alquilada, de un camarero brasileño, que a duras penas contenía la carcajada oyendo como un incauto estaba picando en que el club que él presidía iba a ser el Chelsea manchego. Pasearon al “jeque”, que les iba a inundar de oro el equipo de fútbol, la ciudad y sus polígonos industriales. Chusco muy chusco, casi, casi, como aquella sociedad uruguaya que iba a comprar al Valencia SAD, el nuevo campo y todo lo que se presentase.

Lo de Las Vegas, ya es para echar a correr y no parar. Unos señores, algo hay que decir, con toda la pinta de haberse escapado del reparto de una película de Scorsese, de Coppola, vestidos de mafietas,  están viendo como les ponen a sus píes las alfombras, cómo están dispuestos a cambiar leyes, para que el mega casino, y lo que salga alrededor, sea declarado zona “duty free”. El tío Gilito de Las Vegas, prometió el oro, la mirra y resulta que no tiene un duro.

Estamos, haciendo el ridículo, el ridículo más absurdo, y de ese pozo de la indignidad, de ese pozo, nos va a costar mucho salir.

23 junio 2012

MÁNDALE MIL SMS


Hace unas semanas visitamos Marsala. Mirando al Este, la tenemos casi en línea recta, prácticamente en el mismo paralelo que Valencia. Posee, como muchas otras ciudades de Sicilia, un casco antiguo en el que son patentes las huellas de los años que pertenecieron a la Corona de España. Marsala es una ciudad, ochenta y tantos mil habitantes, asombrosamente limpia.
Callejeando, llegamos ante un edificio, con todo el estilo de los “treinta” del siglo pasado, en la fachada su nombre, Cine Impero. Fue un antiguo cine, que se salvó de los bombardeos británicos y más tarde de la piqueta. En la actualidad es un contenedor de actividades culturales. Fotografié el edificio. Le ví un nosequé, tanto que, ya de vuelta a Valencia, al pasar las fotografías del viaje  al ordenador, una de las imágenes del Cine Impero la instalé como salva pantallas. Mirándola me preguntaba qué me atraía de aquel edificio. La miraba y la volvía a mirar hasta que un día, ¡zas!, caí en la cuenta. No había, no hay, ni un solo graffiti, ni una sola raya, ninguna firma de ningún imbécil en la fachada principal, ni en las laterales. El edificio color crema, inmaculado. Miro una y otra vez, con envidia, la fotografía del Cine Impero, la envío a los amigos. ¡Un edificio limpio de pintadas!.

Creo que ha sido el Ayuntamiento de Alicante el que ha dicho que no tiene presupuesto para limpiar las pintadas. Así estamos. El recorte de cada día. Recortes en los servicios que deben de prestar los municipios a sus vecinos. Pero ya va a ser hora, de que los vecinos también reclamemos a los vecinos un mínimo de civismo.
¿Por qué tenemos que pagar por limpiar, o soportar eternamente, que un gilipuerta pintarrajee en un muro “Te amo Yesi”?
No hay excusas, ni feronomas, ni subidones de hormonas, que lo justifiquen, mándale mil sms, pero no empastres más la ciudad.
¿Por qué hay tanta permisividad con gente que armadas con un spay, no respeta ni monumentos, ni puentes, ni petriles, ni mobiliario urbano?
Si quieres dejar para la posteridad el garabato de tu firma, cómprate una resma de papel, una caja de bolis y empieza. Cuando acabes empapela tu casa, pero déja la calle limpia.

15 junio 2012

LA ÚLTIMA COMIDA


Maldita Crisis, maldita sea, por lo que a todos nos está cambiando, por la desilusión, el miedo a lo que pueda venir, el terror a que el futuro pueda ser aun peor. Maldito “rescate”, maldito préstamo, malditos eufemismos que ocultan verdades escondidas en el fondo del enloquecido laberinto.
Así inició Luís Gil una charrada conmigo, manoteando como si quisiera atrapar lo inatrapable, aderezándola con un puñado de tacos.
Luís me quiso poner un ejemplo, muy próximo a él, de los efectos de esta puñetera crispación que estamos viviendo y que todo lo envenena.
Y Luís me contó de un grupo de amigos que ya cantan los setenta, todos compañeros de aulas y pupitre desde los años de pantalón corto y babero a   rayas azules. Seis décadas como mínimo de recuerdos comunes, en la mochila de cada uno. Es tal el grado de la nostalgia, de lo que fueron, el deseo de cada uno de revivir momentos de la infancia y juventud, antes que el calendario los emborrone, enfatizaba Luís, que incluso algunos concurren desde bastantes kilómetros cada vez que se convocan las reuniones semestrales.
Detallaba mi amigo, que a la última comida, acudieron treinta. Se preguntaron por la tensión, el colesterol, los hijos, los nietos, los muertos. En la sobremesa, saltó, era lógico, tienen su edad pero no viven aislados en una burbuja, la cruel situación que estamos atravesando. Y allí estalló la reunión. Sucedió lo que nunca les había sucedido. Aquello fue un reflejo de España, por un lado unos que querían que el caos exterior no traspasase las puertas del salón, por otro lado, otros que querían participar sus inquietudes con aquellos con los que habían compartido fútbol en los recreos, con los que se habían contado películas, con los que habían descubierto a Brigitte, Kim, Gina, a las alumnas del Loreto y Teresianas, la Gran Vía, el genio del Hermano Javier, y…,y…… 
Algunos ni se despidieron.
Hubo a quien le saltaron lágrimas, viendo el enfado entre compañeros, entre amigos.
Hubo quien pensó que quizás aquella era, por edad, por ambiente, por el abismo de la Crisis, era la última reunión.
Todo esto, muy cabreado me lo contó Luís. Solo eran una gota, treinta abuelos, en medio de un océano de desespero.

10 junio 2012

EL CORREDOR CENTRAL...VOLVEMOS A LAS ANDADAS


Somos un País curioso, pasamos del drama a la comedia con una facilidad que no veas. No sabes, si es que somos unos clarividentes excepcionales, unos superficiales febriles, o unos descreídos de tomo y lomo, que ya no nos creemos nada.
Ni las colas de la pobreza nos hacen poner el píe en tierra. Un cuarto de la población en el umbral de la pobreza, otro cuarto tiritando de miedo, otro cuarto padeciendo insomnio y el resto pensando en que nuevos líos nos van a meter.
Ha bastado con que alguien, que visto lo visto tiene la misma capacidad de predecir el futuro que una vidente de la tele, ha bastado que ese alguien, dijera que allá al fondo del túnel se ve una tenue lucecilla, igual puede ser un atisbo de salida que una luciérnaga extraviada en el precipicio, decía ,que ha bastado con que alguien haya cambiado el discurso, para que volvamos a las andadas, volvamos a gastar dinero, sin ton ni son, en proyectos que solo son humo, en proyectos alentados, otra vez, desde las Administraciones.
No estoy hablando del macro proyecto del macro casino que se disputan Madrid y Cataluña, con traductoras incluidas, y en el que, con el reloj muy avanzado, apareció la oferta de Castellón, que tuvo toda la pinta de “ir de farol”.
No iba por ahí. 
Voy por la insistencia en colar otro corredor distinto al que dicen que tiene todas las bendiciones oficiales de Bruselas. La insistencia de Extremadura, Madrid y Aragón, con la sospechosa complacencia de la Ministra de Fomento en la plataforma por el corredor central. ¿De qué va el asunto? ¿De gastar por gastar en un proyecto que no va a llegar a nacer? ¿De enfrentar a los de la solución central con la mediterránea? ¿De mantener al personal en vilo?
Si España, su Ministerio de Fomento, su Gobierno, apoya una u otra solución, que se diga de una vez, con firmeza. Si el Corredor del Mediterráneo solo es un sueño más, díganlo y sigan apoyando la plataforma que mantiene el gobierno extremeño. Si no es así, que se deje de gastar dinero en humo, que ya estamos bastante ahumados.
Por favor señora Ministra, señora Pastor, deje de querer quedar bien con todos, porque, al final, solo dejará muchos desencantados y cabreados.

01 junio 2012

GOLFOS


Mi amigo Miguel quiere rescatar del desuso la palabra “golfo”, no de golf, ni de accidente geográfico, sencillamente “golfo” tal como lo hemos entendido siempre, generaciones pasadas, en esta sufrida España. 
Golfo, carota, sablista, sinvergüenza, aprovechado e infinitas cosas más de ese estilo. “Golfo” suma de adjetivos. Es curioso que haya palabras-etiquetas que se han ido perdiendo, pese al acelerado incremento de los individuos a los que cabe aplicarlas.
Quisiera que ahora tome papel y lápiz. Bueno, valdría la pena que también tomasen, por si acaso, algo que les tranquilice. Escriba, por favor, un 4 seguido de 12 ceros. Yo no los escribo porque me ocuparían media columna. Esa cifra que usted ha escrito se lee, en castellano, como Cuatro Billones. Es el resultado de pasar de euros a pesetas el cañazo, por el momento, de la mala gestión, algunos dicen que fraudulenta, que se ha llevado a cabo en los últimos años en Caja Madrid y Bancaja.
Ahora, debajo de esas gigantescas cifras que escribió, en euros o en pesetas. Insisto en lo de las pesetas porque nunca se sabe que nos puede deparar el futuro imperfecto de indicativo o de subjuntivo. Decía, debajo de las cifras de vértigo causadas por la irresponsabilidad consentida, escriba su pensión, su nómina, e incluso su saldo en la cuenta corriente que tenga más cargada. Mire bien, los números de arriba, los números de abajo.
Abra una de las ventanas de su casa, o un mirador, o un balcón. Olvídese de sus simpatías políticas. Recuerde que ahora todos los meses tienen cuesta. No caben contemplaciones, El bolsillo es el bolsillo, la vida es la vida, el abuso es el abuso. Tome aire y por un instante desahóguese, suelte, grite, chille, truene, en el idioma que sea, incluso en afgano, la primera palabra que se le ocurra recordando los numeritos del papel, recordando el 4 y los 12 ceros. Cuatro Billones.
Seguro, totalmente seguro, que lo que usted va a decir, gritar o mascullar con los dientes apretados y los puños cerrados, se parece mucho a la palabra que Miguel quiere que vuelva a ser de uso común: Golfos.   
¿Adonde vamos o nos llevan? Ni lo sabemos, ni quizás lo queramos saber, pero nada va a ser igual que ayer.
Powered By Blogger