El
toro, con las astas forradas, sale a la plaza, ante él, en fila, un grupo de
ocho forçados. Sucede en Portugal. Citan al toro, cuando este arranca, el
primero de la hilera da la cara, hace de receptor sujetado por el resto. Inmovilizan
al toro, la potencia del animal contra la fuerza unida. Cogen el toro por los
cuernos.
Pues
en éstas está Europa. La mayor parte de los países, la mayor parte de los
respectivos jefes de gobierno, están hasta el moño de la política económica
marcada por Angela Merkel, de su manera de entender la economía, siempre desde
su óptica germana, teniendo con el resto de los países de la Unión Europea un
trato como si fueran un “lander” más de Alemania, sin tener nada claro que
sucederá tras llegar al déficit cero y cual podrá ser el camino para salir de
este inmenso atasco. Ningún jefe de gobierno europeo, incluido “el pequeño
Nicholas”, parece atreverse a pedir aclaraciones a la jefa del gobierno alemán,
todos están a la espera de….
De
que aparezca François Hollande, a estas alturas de las crisis española y
europea, no importa que sea socialdemócrata, es la gran esperanza, alguien
nuevo que reconduzca la situación.
Y
aquí, están todos los países, entre ellos España, dispuestos a colocar al nuevo
inquilino del Eliseo, como primer forçado, el que haga de escudo, para que le
diga, a la señora Merkel y a sus consejeros, que hay otras maneras de entender
Europa, que Europa somos todos, que no es solo Alemania y sus bancos, que
algunos países ya hemos reconocido que esta batalla europea, la han ganado los prusianos financieros, que
los rescates solo llevan a más caos, como se está demostrando en una Grecia que
va a por la tercera salvación.
Solo
ahora, cuando algunos países estamos al borde de la asfixia, la Canciller
germana, se adhiere tímidamente, al necesario, Pacto por el Crecimiento,
propuesto por Hollande que todavía es candidato a la Presidencia de Francia.
Comamos
verduras. Adelgacemos. Fuera grasas, más músculos. Que nos intervengan, si es
que aun no hemos sido intervenidos. Pero cuidado, que vamos, deprisa, hacia los
seis millones de parados y aun a más millones de desesperanzados.