Menudo peso que me he quitado de encima al comprobar que aquí en Valencia también hay atascos en Agosto. Estaba tan impaciente como un nominado de OT, al escuchar en los telediarios nacionales, que Madrid sufría apretones incluso en Agosto. Los televisivos presentadores, a punto de nieve histérica, mostraban en su rostro las preocupaciones fruto del amontonamiento de coches en la Castellana y la M30, mientras que nosotros, los “levantinos felices”, (¿en qué quedaron aquellas campañas empujadas desde el Consell que se iban a llevar a cabo para que dejasen de ponernos la inconcreta etiqueta “Levante”?, pues la cosa sigue cada día peor), continuábamos ajenos a los atolladeros de la Meseta. Menos mal que nos has salido unos cuantos atascos en la ciudad de Valencia, porque hasta cabía la posibilidad de que el President Camps interrumpiera sus vacaciones, para mostrar su inquietud por la posible repercusión de los embotellamientos madrileños en la hostelería valenciana y de paso pegarle un par de puyazos al Gobierno Zapatero, no sea que llegue el Otoño y le pille desentrenado.
Como hay obras, tendidos del tranvía, zanjas, trasplantes de palmeras, catas y hasta parcheos en el firme en unas pocas calles, (ya veremos cuando le toca a Fernando el Católico) se arman de cuando en cuando los consiguientes amontonamientos vehiculares, aunque no alcancen la magnitud galáctica que los lleve a las entradillas de los telediarios de las grandes cadenas de televisión.
Son las cosas, la aparatosidad de algunas obras, que se producen en Agosto, en todos los agostos, están presentes todos los años, tan presentes como esos minutos de gloria que Rafa Rubio, durante sus vacaciones, les deja, a algunos Concejales de su Grupo, para que luzcan un poco, para que puedan hacer sus propuestas, por peregrinas que algunas sean, propuestas y respuestas, al Alcalde suplente de turno.
Dentro del poliédrico catalogo de publicaciones del Ayuntamiento de Valencia, valdrá la pena recoger la recopilación de todas las ideas de Agosto, esta puede ser una de ellas. Seguro que con el paso de los años, su lectura servirá para conocer como bulleron las ideas y como se fue comportando el termómetro en los distintos veranos.
Fernando Martínez Castellano 12 Agosto 2005
Como hay obras, tendidos del tranvía, zanjas, trasplantes de palmeras, catas y hasta parcheos en el firme en unas pocas calles, (ya veremos cuando le toca a Fernando el Católico) se arman de cuando en cuando los consiguientes amontonamientos vehiculares, aunque no alcancen la magnitud galáctica que los lleve a las entradillas de los telediarios de las grandes cadenas de televisión.
Son las cosas, la aparatosidad de algunas obras, que se producen en Agosto, en todos los agostos, están presentes todos los años, tan presentes como esos minutos de gloria que Rafa Rubio, durante sus vacaciones, les deja, a algunos Concejales de su Grupo, para que luzcan un poco, para que puedan hacer sus propuestas, por peregrinas que algunas sean, propuestas y respuestas, al Alcalde suplente de turno.
Dentro del poliédrico catalogo de publicaciones del Ayuntamiento de Valencia, valdrá la pena recoger la recopilación de todas las ideas de Agosto, esta puede ser una de ellas. Seguro que con el paso de los años, su lectura servirá para conocer como bulleron las ideas y como se fue comportando el termómetro en los distintos veranos.
Fernando Martínez Castellano 12 Agosto 2005
Publicado en Las Provincias 15 Agosto 2005
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