Hace un par de años el Concejal Delegado de la cosa, anunció que el Ayuntamiento de Valencia iba a intervenir con firmeza, ante la proliferación de vehículos estacionados en innumerables sitios, que lucían rutilantes carteles en los que el “Se vende” iba acompañado de los teléfonos móviles del vendedor y toda su familia. Recientemente, hará unos seis meses, el mismo Concejal Delegado volvió a recordar, debería decir a recordarse a si mismo, que los vehículos que estuvieran estacionados y además empapelados con anuncios ofreciéndose, serían considerados como objetos abandonados en la vía pública, por lo que se procedería a la retirada de los mismos por los servicios municipales de limpieza. De paso el Concejal Delegado responsable de la cosa esa de los vehículos rodando por las calles, o sea del Tráfico, anunció que una nueva ordenanza acabaría de redondear la regulación de todo este improvisado mercado del coche de varias manos, imagino que teniendo en cuenta a los ciudadanos que pagan los impuestos para dedicarse a la actividad de la compra-venta de vehículos a motor.
Ni la Ordenanza prometida ha debido de ver la luz, ni el Concejal Delegado ha debido de dar las instrucciones oportunas para que los coches-anuncio fueran cargados por las grúas correspondientes. El caso es que los vendedores “improvisados”, por supuesto que nada improvisados, siguen plantando sus coche-manta cada día junto a más aceras. El viejo cartel del “Se vende” con los móviles de contacto, ha dado paso a una descripción detallada de las características del vehículo, tan detallada que casi incluye la lista de cd’s(pirateados por supuesto) que regalan con el equipo de sonido. Aquellos fiestas y corsas, en una clara puesta al día, han sido reemplazados por vehículos de alto poderío y amplia gama de todo-terrenos.
Comentando la cosa esta del coche-manta, Luis Gil me decía que cuando encuentre un hueco próximo a su casa, va a bajar un paragüero viejo que tiene y le va a plantificar un cartelón con un “se vende”, si por una de estas se lo retiran los servicios municipales ya tiene el asunto resuelto, y si antes aparece un comprador, mejor que mejor. Es capaz de ponerle cuatro ruedas al paragüero, para que no llame la atención.
Fernando Martinez Castellano 1 Abril 2005
Publicado en Las Provincias
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