55, 70.000.000

He oído en la radio estas dos cifras 55 y 70.000.000. No son números, son personas. No tienen nada que ver entre ellas, o tal vez si.

Es bastante triste que estemos celebrando que “solo” han muerto 55 personas en accidentes de tráfico durante la Semana Santa. Se considera todo un éxito, y lo es, que el número de fallecidos en las carreteras haya descendido con relación a Semanas Santas de años anteriores.

Es un absurdo que aceptemos esta constante inmolación y nos congratulemos que “solo” 55 familias han quedado destrozadas o marcadas para todas las Semanas Santas que tengan por delante.

70.000.000(en número parece que debe de sobrecoger más) de Personas, del cuarto o quinto mundo, pueden morir de hambre en los próximos meses, si el primer mundo, el mundo occidental, no contribuye a paliar las hambrunas del África subsahariana. Pese a ello, pese a que las grandes potencias, las de siempre, puedan llegar a hacer algo, se supone que podrán rebajar esa cifra redonda de 70.000.000 en unas cuantas decenas de millones, pero siempre los muertos se contarán por millones.

Millones de personas muertas, de hambre, de inanición, para vergüenza de todos los que en esta parte del río, nos pasamos los días discutiendo sobre el sexo de los Ángeles, mientras gastamos lo que no tenemos para guardar la línea, mientras peleamos con la báscula para perder unos gramos de peso, mientras hacemos cuestión nacional el que las tallas de la ropa se adecuen a la realidad, mientras despilfarramos en todo, convirtiendo todo en humo.

70.000.000 de Personas llenas de sentimientos, de emociones, de deseos, de sueños, pero sobre todo de Hambre.

24 Marzo 2008