Ví y oí solo unos minutos, muy pocos, el programa de la 1, “59 Segundos”, dedicado a Rodríguez Zapatero. Aburrido, zapeaba de una cadena a otra, sorteando los torrentes de publicidad, recordando aquella definición de que un programa de tv, es el espacio de tiempo que se cubre entre los bloques publicitarios. En uno de esos instantes de fidelidad televisiva, escuché, al Presidente del Gobierno decir que reconocía, ya es un mérito reconocer, haber cometido ingenuidades y errores, no dijo cuantos, y que había tomado nota del mensaje que le habían dejado las urnas en las recientes pasadas elecciones. En su ánimo, dijo, estaba el corregir cosas. Eso, “cosas”. Pero no concretó que cosas.
Por lo que se ha oído y visto en estos últimos días, a lo de la información que emana desde el Gobierno Central, todavía no le ha llegado el tiempo ser corregida.
Abro paréntesis. Lo de la comunicación, no es precisamente el fuerte de los socialistas y si nos acercamos a los socialistas valencianos, ya es la remilk. Su capacidad es nula para transmitir algo desde la oposición. Ni con Plá, ni con la gestora que todo lo iba a mejorar. Cierro paréntesis.
Está claro, que cualquier iniciativa arrastra polémica. Si además la iniciativa se comunica muy mal, entonces la polémica se puede convertir perfectamente en tormenta. Si por una de estas la iniciativa nace desde Sanidad y se comunica peor que mal, ya es el Pánico.
Alertar a la población sobre la existencia de algunas partidas de aceite de girasol de dudosa calidad, es una buena y necesaria medida. Y aun más con la terrible referencia de la adulteración del aceite de colza. Vale lo de antes prevenir que curar, y aún más vale aquello de que con las cosas de comer no se juega.
Si informas, si avisas, que es tu obligación, hazlo bien. No dejes un hueco para el rumor. Especifica que el problema no es todo el aceite de girasol que está en el mercado, que es tal y tal, que las cadenas de distribución ya lo tienen localizado, que de una vez se pondrán en marcha los mecanismos para evitar reincidencias, que andarán con cuidado con las falsas alarmas. Eso por lo menos.
Dice un amigo mío, que en España nos sobran Observatorios, mientras nos faltan órganos con competencias fiscalizadoras y ejecutivas.
Fernando Martínez Castellano 29 Abril 2008
Publicado en Las Provincias 2 Mayo 2008
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