31 julio 2010

Tomemos nota

Las imágenes muy duras, la realidad aun lo fue más. Debió de suceder en segundos, un tropezón, otro y otro, el terror, la avalancha, la marea de cuerpos, arrastrados de lado a lado, queriendo mantener cada uno su espacio, gritos, chillidos, alaridos de miles de personas, la huida de unos por encima de otros. Pánico sobre pánico. Segundos que fueron largos minutos. Minutos fatales. Después el terreno, como un campo de batalla, sacó a la luz la absurda muerte de veinte personas, jóvenes en su mayoría.
Será la justicia alemana la que dilucide sobre la responsabilidad, más bien irresponsabilidad, de permitir la concentración de cientos de miles de personas en un espacio inadecuado. ¿Y….?
La Organización, o “desorganización”, del evento deberá pechar con la parte que le toque, que no debe de ser pequeña, pero el gentío en este caso, y en otros casos de “estampidas humanas”, en un parpadeo, pierde el control.
El festejo de Duisburgo, nos debe de hacer pensar lo fina que es la línea que separa la fiesta de la tragedia. Pero nos debe de hacer pensar a todos, en otros momentos, en otros lugares y en otras fiestas.
Recordaba Altea, como en las pasadas Fallas, un día que acudimos a ver el momento del encendido de la iluminación de la calle Cuba. Allí nos apiñamos unos cuantos miles de personas, como también se juntaron en la paralela calle Sueca. Tras el ¡Ohhhhhh!, del encendido, los que estábamos en Cuba quisimos pasar a Sueca, y los de Sueca a Cuba. Y en un punto, coincidimos todos, más los puestos ambulantes, más un entarimado, más un hijo de su madre tirando petardos de grueso calibre. Se vivieron instantes, muy largos, codazos, empujones, pero no pasó nada más, no hubo por suerte ninguna caída que provocase otras.
Es una paradoja, que el temor ante el peligro se te agudice cuando menos cantidad de vida tienes por delante. Y es desde la congruencia desde la que recomiendas “tomemos todos nota”.
Y quienes tengan responsabilidades, que peguen un post-it en su agenda, que recuerde Duisburgo, cuando llegue la hora de autorizar cortes de calles, carpas, tablados, churrerías ambulantes.
Publicado en Las Provincias 31 Julio 2010

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