“Solbes señala que la crisis tocará fondo en 2009 y que habrá que pagarla entre todos”.
“La disolución de empresas valencianas crece un 24%”.
Un par de los encabezamientos de noticias con los que LP nos despertaba la mañana del martes pasado. Podía haber sido cualquier otro día, se repiten desde hace unas cuantas semanas.
Titulares, nada tremendistas, que nos colocaban en el sitio que toca, nos bajaban del noveno cielo a la realidad que nos está cercando, a la parte desnuda de lo que hay, sin propagandas, sin cobas.
Estamos, medio mundo, en los tiempos de aquello de la botella medio llena. Por desgracia hay pueblos que no tienen ni botella. Vuelvo a este lado, en el que conforme transcurren los días, el personal está viendo, a la botella, a la hucha al ánimo, a las cotas de confianza, cada vez más medio vacías.
Este pálpito pesimista ha traído consigo que cada uno, por propia voluntad o a la fuerza, con tino o empastrando aún más algunas teorías de eso que se llama economía, haya comenzado a aplicar medidas de contención y aprieto de cinturón.
Aunque bien pensado cuando hablamos de moderación en el gasto, de las recomendaciones de no andarse con alegrías inútiles, parece como si la cosa no fuera con algunos políticos que orlan nuestro horizonte.
A más de un ciudadano, se le mueven todas las tripas del cuerpo cuando lee, con que regocijo, para algunos asuntos, la Administración tiene el bolsillo fácil. Desde una Administración, que debe de ser modelo de comportamiento para los ciudadanos.
Cuesta entender, que desde la Diputación Provincial de Valencia, organismo del que muchos vecinos se preguntan por la razón de su aún existencia, rumbosamente se donen, 40 Millones de las antiguas pesetas, a una empresa privada que organiza un concierto de Madonna. Todo bajo el manto protector de la coartada de la intangibilidad de los “beneficios” que arrastrará, hacia nosotros, la provocadora estrella. Humo y adiós.
Seguían los titulares del martes.
“Los hosteleros advierten que la F3 no ha tenido ningún impacto turístico”.
“La falta de personal obliga a anular 10.000 consultas en el hospital comarcal de Denia. La Junta de Personal afirma que la escasez de presupuesto hace que las sustituciones de verano solo sean el 14%”.
Fernando Martínez Castellano
30 Julio 2008
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