14 agosto 2008

Ontinyent

Si no tiene entradas, si no le gusta ni el bramido de los motores, ni el olor de la goma quemada, si está buscando cualquier excusa para salir el próximo fin de semana de Valencia, lo tienes muy claro. La coartada perfecta. Váyase a Ontinyent. No se arrepentirá.
En la tarde del viernes 22 de Agosto a las cinco y media, puntualidad británica, comienza el espectáculo, el delirio, la Entrada de Moros y Cristianos. Hay episodios que mejoran con la televisión, aquí la tele se queda corta. Es imposible abarcar toda la fantasía y color de los trajes. Es imposible reproducir las marchas moras y cristianas, los sonidos redondos, de escalofrío, de los timbales. Es imposible describir todo lo que estás viendo. Incluso en la exageración, te quedas corto.
Hay que ir. Hay que situarse en la Avenida Daniel Gil y disponerse a tener los sentidos muy abiertos. A un lado la cámara digital. Nosotros somos el objetivo. Hay que captarlo todo. Hay que ordenar al cerebro para que almacene todo lo que perciba durante horas. Hay que acaparar sensaciones.
Ya se, que hoy por hoy, hay muchas otras fiestas de Moros y Cristianos. También ahora, se plantan fallas en cualquier lugar. Pero hay que buscar y recomendar lo genuino, y por eso hablo de Ontinyent. Por eso, y por un socarrat que me hizo mi prima Fina Gil, que hace que no me olvide de eso tan interior que se denomina raíces.
Ontinyent pueblo valenciano, trabajador, festero, escondido, casi desconocido para los propios valencianos.
Hasta hace nada, muy mal comunicado con Valencia. Ochenta kilómetros, a los que había que poner ganas para hincarles el diente. Ahora, ya no hay excusas, el viajero ya no se encuentra con aquella pared, de curvas imposibles, que era el puerto de la Ollería. Algún día, algún año, se resolverá la línea de ferrocarril Xátiva-Alcoi. Ya será casi perfecta la comunicación.
Ontinyent, se reinventa cada dos por tres. Busca caminos en los momentos en los que otros solo se quejan. Tras cada crisis sale más fortalecido. Ha fabricado, comercializado de todo. Hasta hace, desde siglos, los mejores pasteles del mundo. Ahora, toca hacer vino de calidad y Ontinyent hace vinos de excelente calidad. Toca turismo interior, Ontinyent ya está preparando esa industria alternativa. Lo que sea.
Vayan, ya me dirán si tengo razón.
fmc 12 Agosto 2008

No hay comentarios:

Powered By Blogger