A pesar de los optimismos acumulados, al haberse confirmado que en aguas de Valencia se disputará la 33 edición de
Que los futuros no nos impidan amarrar los presentes.
Sin olvidar las incognitas de FIBes y Campus Parties como aderezos del verano.
Pero en el mes de Julio, en un plan mucho más humilde que todos los acontecimientos que figuran más arriba, se ha celebrado en Valencia el COMOFU (Primer Congreso Mundial en Occidente de Fakires Urbanos), organizado por
Me contaba Dª Lola que el Congreso ha resultado de lo más baratito. Como es sabido los fakires comen muy poco, son medio ascetas, apenas han ocupado plazas hoteleras porque también es conocido que los fakires son capaces de dormir hasta ocho en el asta de una bandera. Las demostraciones, de cómo llegar a soportar y controlar el dolor, las enseñanzas, las han dado en las mismas calles. Para los experimentos, no se han necesitado ni camas de clavos, ni tablas con cristales, ni fotografías de Bisbal, han bastado algunos enlosados de ese multivariado muestrario de pavimentos que son las aceras de Valencia, sobre todo del último modelo, uno lleno de bultitos, “el destrozapies”, que mira por donde parece ser que es el único que ahora se coloca.
Lo que más lamentaron, fakires y los organizadores, según Dª Lola, fue que en el acto de clausura, al que asistieron numerosos callistas y podólogos, no se contase con un representante municipal al que hacerle entrega de la “Losa Doliente” símbolo de este Primer Congreso. El año que viene, los fakires harán la prueba de comer en un “restaurante” de la playa.
Fernando Martínez Castellano 1 Agosto 2007
Publicado Las Provincias 3 Agosto 2007
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