Vamos a entrar sin preguntar si se puede pasar, en el asombroso mundo del 2007. Ante nosotros se presenta un año cargado de promesas, se han volcado sobre él tantas expectativas, que es muy posible que dentro de doce meses, alguno, se pregunte ¿y esto era todo?. Sea como sea, no adelantemos acontecimientos, pensemos en positivo, como decía aquel entrenador de fútbol con nombre de pintor del XVII, y preparémonos a padecer y disfrutar, de y con un año que va a dar mucho de si.
Todo este chaparrón, que estamos recibiendo, de anuncios de colonias, con frases en idiomas que apenas entendemos, por tierra, mar y aire, durante estos días, no va a ser nada comparándolo con lo que nos espera hasta el último Domingo de Mayo.
Hagan buen acopio de pastillas antimareo, las van a necesitar.
En el momento que los Reyes Magos se pierdan en el horizonte, o sea a partir de los telediarios del día 6 y antes de que las Rebajas nos acaben de exprimir los bolsillos, se iniciará la caza del elector. Vamos a ser, aunque, usted y yo tengamos el voto muy decidido, pasivos receptores de un diluvio de mensajes dirigidos a esos miles y miles de ciudadanos que transitan entre Pinto y Valdemoro, entre el camino de las urnas y el de la playa. Prepárense a ver inauguraciones a todo trapo. No se les ocurra contar las placas que se van a descubrir ni las cintas que se van a cortar, ni las primeras piedras que se van a colocar, ni se les ocurra, porque seguro que se descuentan y se quedarán fastidiados. Vamos a salir a inauguración, o más, por día. Incluso a algunas re-re-inauguraciones. Incluso con precipitaciones que luego darán lugar a otras bis-inauguraciones. Seremos espectadores de competiciones entre Consellerías para ver quien inaugura más. Y entre Concejalías. El Gobierno Central no se va a quedar atrás, a buena hora, y se va a empeñar en contarnos todo lo que nos quiere pese a que otros quieran decirnos que no nos quiere. Y como nos quiere, quiere que le seamos agradecidos. Cosas del amor y desamor, del interés y desinterés llevados al campo de las infraestructuras.
Ya verán lo de simpáticos y saltarines que van a estar todos.
Paciencia. Pueden pasar.
Les deseo una buena entrada y un buen recorrido en el 2007.
Fernando Martinez Castellano 27 Diciembre 2006Publicado en Las Provincias 29 Diciembre 2006
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