Bolsillos de guerra

Dicen que casi siempre, el ingenio de los ciudadanos, camina muy por delante del de los políticos que administran las cosas del Estado. La perspicacia individual no está, ceñida a monólogos eternos, a la lentitud de los boletines oficiales, a títulos aparatosos para planes vacíos.
El personal se está calentando el cerebro, cerebelo y demás anexos, para salir adelante como sea. Las ideas van que vuelan. Internet es un gran filón para sacar petróleo de la nada y hay quien con imaginación, perfora donde puede.
Estamos, aunque en muchos Organismos parece que no se hayan enterado, en momentos en los que hay que aplicar lo que se llama “economía de guerra”. Hemos tenido los bolsillos agujereados y hay que parchearlos como sea.
Una empresa desde Navarra, a través de una página web, alquila, por un módico precio, gallinas ponedoras. Usted primero encuentre un espacio, en su casa, donde colocar la jaula, contacte con alquilaunagallina.com, y le enviarán jaula, comida, paja, comedero, bebedero y la gallina, por supuesto. Si otros tienen como mascotas de compañía perros, gatos o hurones, usted podrá tener una o varias gallinas, que además le producirán sustento para la familia. La empresa arrendadora, garantiza puestas de 20 a 24 huevos por mes y gallina. Lo que no explican bien es que hacer con los excrementos de las gallinas, puestos a meter imaginación al asunto, la gallinaza podría venderse como abono orgánico con lo cual el negocio podría ser más redondo, ya que la alternativa de arrojarlas a los contenedores de basura, causaría problemas a los municipios en el caso de que la cosa de los alquileres cundiese. Eso sí, advierta a los vecinos que no se sorprendan si oyen, de cuando en cuando, cloqueos procedentes de su casa.
Lo que no tengo claro es cuántas gallinas hay que tener, para poder ingresar, y hacer carrera, en una asociación empresarial.
Para todo, solo hay que dar un paso y alquilar unas cuantas gallinas.
La lechera, tropezó. ¡Pobre lechera!. Adiós cántaro, leche, huevos, adiós todo. Así que, a despertarse, a sufrir la realidad y a sostener la economía.

fmc Publicado en Las Provincias 5 Diciembre 2009