Admiro la maestría del PP, capaz de sacarse de la chistera cualquier excusa para publicitarse a los cuatro vientos. Esta vez, salió una Convención en Barcelona en la que, se quiso mostrar una fraternidad más allá de informes y filtraciones.
La curiosidad me levó a leer y releer lo que se trató en la Convención de Barcelona. Y no encontré nada nuevo, solo fotos de todas las familias populares posando, muy joviales. Sonrisas por doquier, aunque algunas flotasen en bocas heladas. No digo que además de imágenes no hubiera palabras que más o menos nos hicieran ver lo que se nos propone para dentro de unos meses, digo que no las encontré. Se eludió el futuro y se esquivó el presente.
Mariano Rajoy, no dijo nada del Alakrana, ni que hubiera hecho él de estar en la tesitura, es cierto que la situación, hace siete días, recomendaba obviar la descoordinación entre la Vice-Presidencia y los Ministerios de Justicia, Exteriores y Defensa.
Tampoco opinó, un candidato debe de hacer algo más que opinar, sobre el tremendo lío en que estamos metidos en Afganistán. También es cierto que no era cuestión de enfadar a Obama
De la crisis económica, financiera, bancaria, de pánico, de confianza, de lo que sea, tampoco dijo nada Rajoy, exceptuando la habitual contención del gasto, pero “contención” así en general, sin “ordenar” que en las Autonomías en las que gobierna el PP se predique con el ejemplo.
De las Cajas, más silencio.
Sobre la reforma del mercado laboral, no se dio ni una sola pista. Nada dejó entrever de cómo pueden ser los contratos de trabajo propuestos por los populares. Demasiada prudencia. En estos terrenos se pueden perder votos.
Si no se dice nada por si acaso, ¿para qué valen todas estas espectaculares citas?
Todo fueron generalidades, no se está dando ni un indicio sobre lo que quieren, o no quieren, hacer los populares cuando alcancen el gobierno de la nación. El PP está ahí al pié del árbol, esperando que caiga, que caerá, el fruto por maduro, el gobierno de Zapatero víctima de su tremenda descoordinación, descalabrado por sus erráticos bandazos.
Publicado en Las Provincias 21 Noviembre 2009
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