06 junio 2008

Calidad de siesta

Asombra, cómo en los medios de comunicación, según los vientos, se usan las palabras. Hay que ver con que sutileza se camina en unos casos y con que galope desbocado en otros. Se acude a toda clase de eufemismos, sinónimos y recovecos, mientras que en otras ocasiones tiran por la calle de en medio y que sea lo que sea.

Para hablar del estado en que se encuentra la economía española, se utilizan, según quien, términos como desaceleración, ralentización, expectativa incierta, todo para eludir la palabra “crisis”.

Para hablar del momento que atraviesa el PP, los mismos medios que tratan con guante blanco la situación económica, ahí si que van directos a la palabra, ”crisis”, adobada con los adjetivos de profunda, abismal, y todo lo que le de peso al asunto.

Y también ocurre al contrario.

La repera. Si los peperos, en estos tiempos, estuvieran callados y firmes, se diría, que están cocinando un congreso a la búlgara. Si los peperos están como están, les dicen de todo, parece que se quiera obviar y olvidar que éste es precisamente el escenario lógico de un partido en vísperas de renovar sus órganos de dirección. Sucede y sucederá en todos los partidos, en todas las asociaciones, en todos los clubs de lo que sean, hasta en las comisiones falleras. Y no pasa nada, nada que ya no aburra.

Los que se deben de ir, retrasan la salida y los que quieren llegar, precipitan la llegada.

Y todo acompañado del ronroneo, de chismes, de rumores, de “lo se de buena tinta”. ¿Cómo no va a suceder todo esto si resulta que España es el primer país del mundo en difundir rumores por Internet?. Dicen que muchos de estos comadreos mueren a las pocas horas, pero algunos mueren matando después de haber dado ocho veces la vuelta al mundo. Hay rumores para todos los gustos y no digamos políticos.

Aseguran que la indiscreción es una forma de distracción social española, que es algo propio de nuestra cultura.

Y ahí en esto de nuestra cultura, nuestras costumbres, es donde el Ayuntamiento de Alcàntera del Xùquer se ha marcado un tanto como la copa de un pino. Una ordenanza anti-ruido para salvaguardar las horas de la siesta. Eso si que es buscar calidad de vida. En Valencia nos conformaríamos con que nos cuidaran las horas de las noches.

Fernando Martínez Castellano 3 Junio 2008

Publicado en Las Provincias 6 Junio 2008

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