17 octubre 2009

Ya queda menos

Dicen, debió ser alguien que quería asirse como fuera a un vestigio de esperanza, que en la noche más oscura se atrapan más y mejores luciérnagas.
Estamos metidos en un pesimismo colectivo que pone los pelos como escarpias. Las caídas de toda clase de índices, llevan de la angustia al terror, son los tiempos en los que hay que intentar darle la vuelta a la tortilla, encontrar luciérnagas o linternas, tanto da, en plena noche. Explorar lo posible, sea donde sea.
Nos marearon tanto. En un principio era para el 2000, luego subieron los años de dos en dos. Nos aturdieron aun más con los recorridos, que si el “A”, que si el “B”, así hasta el fin del abecedario. Se olvidaron de aquello del camino más corto. Se plantaron unas cuantas “primeras piedras” y otras tantas “primeras traviesas”, mientras contemplábamos, desde la conformidad, como avanzaba la obra en otros trayectos. Otra vez, nos sentimos “la feota” del baile de las infraestructuras españolas.
Ahora, tantos años esperando, parece que no nos acabamos de creer, que dentro de nada la cuenta atrás la vamos a hacer en meses y en días. La por fin, y por favor sin zancadillas políticas, integración de Valencia a la red nacional de tren de alta velocidad.
Ahí está anunciando que la cosa está próxima, creciendo cada día el esqueleto de la estación provisional. Efímera como todo lo efímero en Valencia, de larga duración. Ahí está anunciando las llegadas de unos viajeros, muchos procedentes de Madrid, que van a reencontrarse con el Mediterráneo, y todo lo que conlleva, a hora y media de su casa y sin atascos.
La llegada del AVE a Valencia, rápida y cómoda llegada a Valencia, va a suponer un goteo re-activador de las arcas de muchos sectores de la economía valenciana. En todo tipo de ofertas, a esos millones de potenciales clientes, debería estar trabajando ya el sector privado respaldado por Ayuntamiento y Generalitat.
Como quien no quiere la cosa, se podrán alcanzar los beneficios de en “evento” cada semana.
Vamos a ver si aquí aparece, aquel espíritu fenicio que nos atribuyeron a los valencianos.
Publicado en Las Provincias 17 Octubre 2009

No hay comentarios:

Powered By Blogger