20 diciembre 2008

¿No será todo una Pirámide?

El 30 de Mayo de 1996, en Bolognetta, cerca de Palermo, volaron a los cielos Giovanni Sucato y su Volkswagen Polo, a causa de un artefacto adosado en los bajos del vehículo.

Seis años antes Giovanni Sucato, había recibido el apodo de “Rey Midas de Villabate”.

El contable Sucato era una fiera para los negocios, había montado Surginvest, una banca piramidal. El dinero circulaba y vaya como circulaba. La bola, la pirámide alcanzó tal volumen, que en aquellas tierras de desconfiados, muchos pensaron que aquel filón “tenía” que estar bendecido desde los “despachos de la Mafia”.

Hasta que el tinglado comenzó a cuartearse. Cundió el pánico y los incautos inversores, hicieron colas en las oficinas de la Surginvest, reclamando sus liras. Allí no había un duro. Se desmoronó todo.

Apenas se encontraron pruebas para inculparle, por una parte Sucato devolvió algo de dinero a algunos de sus clientes, y por otra parte en los momentos de cosecha había recogido el dinero a cambio de un recibo escrito en una hoja de una libreta de escolar.

Hubo “damnificados” de todos los niveles, unos con más influencias, otros con menos, unos con unos amigos otros con otros amigos más peligrosos. Tan peligrosos que, como en otras ocasiones, donde no llegó el Estado Italiano, llegaron las amistades peligrosas y un sicario, que colocó la bomba debajo del Volkswagen Polo de Sucato.

Años atrás en Portugal, en los ochenta, “Dona Branca”, octogenaria ella, también la dio con queso. Medio país luso alabó las virtudes de “Dona Branca, la banquera del pueblo”. Al fin otra pirámide que se desmoronó.

En los sesenta, aquí mismo en Valencia, otra pirámide se llevó por delante los ahorros de miles de valencianos. Se silenció. Eran tiempos de silencios. Y a nadie le gustó reconocer que su desconocimiento y codicia le llevaron a perder la camiseta.

Ahora mismo, ¿que tenemos por delante? ¿Al señor Madoff? ¿Sólo o acompañado?. ¿Los ricos también son tontos además de codiciosos?.

¿No será todo una enorme pirámide en la que a todos nos han metido?

Están cayendo pirámides dentro de otras pirámides y a su vez dentro de otras, de otras y de otras. Todas ellas trufadas por una maraña de sociedades en las que unas encubren a otras, comiéndose sonidos y palabras.

¡Buenas fiestas!. Que nos toque el Gordo, y que no se nos ocurra meterlo en otra pirámide ni aunque venga el primo de Madoff a pedírnoslo.

fmc Publicado en Las Provincias 20 Diciembre 2008

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