el Coach

El sábado pasado en una cena, hice lo que se dice matar varios pájaros de un tiro, participé en un, muy merecido, homenaje sorpresa a un amigo, me reencontré con viejos conocidos y estuve en un tris de contratar un “coach”.
Y ¿qué es un coach?, ¿qué hace?, pues aun no lo se, ni tampoco tengo muy claro para que sirve, porque además me armé un taco de mil demonios intentando descifrar cual era la diferencia entre elegir el coaching o el mentoring. Con lo fácil que es utilizar el castellano, que para cada cosa dispone de cien palabras, en lugar de echar mano a otros idiomas, en los que una palabra mal limita cien cosas distintas.
Al llegar a casa me fui disparado a la búsqueda del diccionario de ingles. No acabé de aclararme.
Pero a los dos días, va y me leo una entrevista en la que se afirmaba que “el coaching salvará a muchas empresas de la crisis económica”. Otra vez que me puse a buscar, pero esta vez en Internet, que ahora es el remedio universal tal como el Cavacases y el ungüento Cañizares lo fueron en el siglo pasado.
Pero esta vez, mientras le daba al ratón, me preguntaba que puñeta hicieron Zapatero, Solbes, Sarkozi y Merkel que no contrataron juntos, pagando a escote, un coaching para no habernos metido en la sima profunda en la que nos ha metido la política irredenta del señor Goerge W. Bush y todos sus neocoms juntos.
Estaba dándole vueltas a lo de esta moda del coach y adyacentes, cuando volví a leer otras declaraciones. Ahora le tocaba al bisoño, flamante, y chispeante nuevo Secretario General del PSPV. Nuevo él, pero las declaraciones sonaban a ya muy oídas, a ya muy escuchadas en boca de quienes le precedieron. “Los socialistas valencianos vamos a recoger el pálpito de la calle” parece ser el eje de la acción que quiere desarrollar el señor Alarte. Bueno no se si dijo recoger o recuperar. Tampoco se cuantos lustros incluye él, en el reloj de ese rescate y cuantos coachings y mentorings tiene contratados para empezar a convencer a los suyos de que ya va siendo hora de arrimar el hombro.
Tampoco conozco, si es verdad esa afirmación que corre por los confidenciales de los socialistas, “Alarte es uno más de esos experimentos, que se empeña en hacer “Madriz” en la Comunidad Valenciana”.
Publicado en Las Provincias 11 Octubre 2008