Sería deplorable que no existiera tal Registro, pero parece casi tan lamentable, observar que machaconamente se repitan, en el mismo lugar, los mismos accidentes.
Claro que las cámaras de vigilancia de Tráfico, están para algo y claro que sirven. Aun se escuchan los frenazos y los golpes, cuando ya han acudido, por regla general, dos o más coches de
Ante el hecho, hay respuesta rápida. Lo que ya no resulta tan rápido, más bien va a paso de tortuga, es lo tocante a eso de prevenir.
Existen cruces, avenidas, giros a la izquierda en vías rápidas sin carriles de espera, calles aun de doble dirección, en los que el número de accidentes al cabo del año supera al número de días. El peligro se palpa, pero no se perciben soluciones, que las hay, tendentes a evitar lo que es evitable.
Quizás habría que repensarse lo de colocar caballones de hormigón, asesinos de amortiguadores o cintas rumorosas de lado a lado de la calzada, para conseguir que muchos conductores levanten, de una vez, el píe del acelerador. O habría que aligerar las aceras de publicidad para remediar tanta distracción. O cambiar los semáforos con luces del tamaño de neumáticos para que nadie dijera que no lo ha visto. O estudiar, de verdad, las razones por las que en algunas avenidas se supera la velocidad del Circuito de Cheste, queriendo algunos recuperar el tiempo “perdido” en atascos. O hacerse el ánimo de eliminar los giros a la izquierda en lugares en los que este giro es una de las causas de accidentes en cadena en los que se ven implicados tanto los conductores culpables, como los que no. O un poco más de educación. O aplicar, lo del Carnet y los Puntos dentro de las ciudades que es la medida que todo el mundo parece entender.
Todo es corregible incluso lo del tráfico, caben medidas políticas y técnicas.
Fernando Martinez Castellano 23 Enero 2007
Publicado en Las Provincias 26 Enero 2007
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