23 enero 2007

el efecto fallido

Situémonos. 18 Marzo 2004. Cuatro días después del Domingo 14 en el que se produjo la gran sacudida electoral que dio la victoria al PSOE. Lugar, Terraza Alameda Palace. Nit del Foc. Tras el Castillo se fueron formando corrillos. En uno de aquellos grupitos se instalaron, de paso eso si, un destacado dirigente socialista, dos o tres de sus palmeros adjuntos, un joven periodista y el que esta columna firma.

El dirigente socialista, muy ponderado de normal, se dejó llevar por las alegrías de los entonces aun calentitos sorpresivos resultados electorales, lo que le condujo a atreverse pronosticar, bueno más que a pronosticar a aseverar con todas las de la ley, sobre el inmediato futuro y aun más allá. “Esto está “chupao”, en el 2007 barreremos. El efecto ZP dejará tanto a Rita como a Camps en los banquillos de los reservas. Iremos como motos detrás del tirón de la Moncloa”. Siguió con su perorata, jaleado por el entusiasmo de sus acólitos “En el primer Consejo de Ministros del nuevo gobierno, se aprobaran unas cuantas desaladoras para la costa y aquí paz y allá gloria” A uno de sus asesores, experto en dar golpecitos a la espalda de cualquier interlocutor, se le ocurrió rematar la jugada recordando que tampoco la última traviesa del AVE se iba a quedar atrás.

Allá, en aquellos idus de Marzo, se las prometían felices y bien felices, el dirigente y la compañía, con un discurso que repitieron tantas veces, en aquella noche y en muchas más noches, mañanas y tardes, que acabaron durmiéndose, en los laureles apostillará alguno, en los laureles ajenos asegurarán otros. Y se tiraron a la bartola, convencidos que el efecto ZP les succionaría hasta la meta electoral. Se durmieron pero que muy profundamente, sin llegar a aprovechar las miles de ocasiones que desaprovecharon.

Ahora, que están de moda las películas de ilusionistas, deben de estar comprobando, el dirigente, la compañía y los palmeros, que de la chistera de la Moncloa no han aparecido ni desaladoras, ni últimas traviesas, y que en lugar de echarles una mano a ellos, les sucede lo contrario. La chistera de la Moncloa se está quedando vacía de conejos y lo que es peor, porque nos afecta a todos, de ideas.

Fernando Martínez Castellano 17 Enero 2007
Publicado en Las Provincias 19 Enero 2007

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