El pozo de las excusas a un atasco detrás de otro, ya debe de estar agotado.
Mira que a esta ciudad le cuesta cualquier cosa. Tanto da que haya sintonía partidista entre la Moncloa y la Plaza del Ayuntamiento, como si no.
Está muy claro, que los accesos a Valencia se quedaron dormidos, así como veinte o treinta años atrás. Mientras la ciudad ha crecido y el número de vehículos multiplicado, las vías de entrada, responsabilidad de todos los Ministerios de Fomento desde los reinos visigodos, se han quedado clavadas y con dificultades para ampliarse.
“Alcalde, te aseguro que esto lo meto yo en los presupuestos del año que viene”, es uno de los latiguillos con el que han obsequiado, los ministros de Fomento de turno, a los responsables del Municipio, desde los tiempos en que gobernaba la UCD hasta ayer mismo.
Aun debe de estar más claro, que Fomento no puede ir por un lado y Ayuntamiento de Valencia por otro. Donde finalizan las autovías, se nacen las calles de la ciudad, y la cosa tiene que estar coordinada. No pueden haber embudos en uno u otro lado.
Pero, no de todo lo pendiente tiene la culpa “Madrid”, por aquí hay unas cuantas obras que se eternizan en el tiempo y que el día que se acaben o se inicien, contribuirán a que se aligeren las congestiones.
Las Rondas, la cuarta circunvalación, no están finalizadas. El embudo diario del puente del Nueve de Octubre, junto a Carrefur y al Parque de Cabecera, no está resuelto y las perspectivas son a peor ante la apertura del Bioparc y el proyecto de la Ciudad Administrativa en la Cárcel Modelo. Del atirantado puente de Calatrava, en los lindes de la Ciudad de las Ciencias, no se sabe nada, y para más narices se dice que el retraso se debe a la prioridad dada al Agora, cuya utilidad inmediata, entrega de los premios de la Copa América, podría ser suplida por otros edificios próximos y de extraordinaria singularidad. El cruce de Pío XII con la avenida de Campanar es una trampa a todas horas y dentro de nada se planta la primera piedra del Nuevo Mestalla.
147 policías nuevos en las calles, solo es el primer paso de un largo camino. Todos tenemos que rascar y contribuir mucho, todos hasta los peatones y el Consell, claro.
Fernando Martínez Castellano 15 Noviembre 2006
Publicado en Las Provincias 17 Noviembre 2006
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