25 septiembre 2006

AHORA ¿QUE TOCA?

En Febrero de este mismo año, media, por no decir toda, España andaba escandalizada ante las imágenes que se difundían de las modelos que desfilaban en la Pasarela Cibeles, de Madrid naturalmente. Aquellos cuerpos de niñas famélicas, con una delgadez extrema, como salidas de un pozo, radiografías con patitas, ojeras, rodillas puntiagudas, brazos de alambres, hicieron correr mares de tinta. Se etiquetó a cuantas intervinieron en aquellos desfiles de moda de anoréxicas, bulímicas, adictas a un puñado de cosas,. No se pidió la intervención de la Guardia Civil y de la Infantería de Marina, de puro milagro, pero se reclamaron muchas cabezas por el desatino en la elección de unas chicas a las que muchas otras consideran como patrones estéticos.
Va y ahora, tan solo seis meses después, medio país está sumido otra vez en el debate de las modelos. Los que pedían que se adoptasen las debidas medidas para que se interrumpiesen aquellos capacitos de huesos andantes, en este instante se están aporreando la cabeza contra las paredes, porque consideran que ha sido excesivo el intervensionismo del gobierno autonómico madrileño, pagador del evento, en la reciente Pasarela Cibeles. Que si no hay que pesar a las modelos, que si la masa corporal, ya hasta sabemos como se calcula eso de la masa corporal, que si la libertad. Ya ni se habla de bulimia ni anorexia. Ya no se piden las opiniones ni de dietistas ni de endocrinos a los que antes se buscó para que sentenciasen.
Este es un País de locos. Y una vez más, está claro que un estornudo en Madrid es un resfriado para tres cuartos de España. Y aun está más claro, que lo que pase en la periferia poco importa, aunque por ejemplo suceda que el corredor ferroviario mediterráneo sea tan pésimo que se quiebre cada dos por tres. Los extramuros de Madrid son ignorados por no decir maltratados por el gobierno central de turno, pero aun lo son más por los grandes medios de comunicación que parecen empeñados en no ver más allá de la M-30.
Ya lo saben, ahora toca Pasarela Cibeles, Raúl, la renovación del niño Torres y la ocasión perdida por Carmen Alborch para ser la candidata a la alcaldía de Madrid que “viste” más que tener que patearse Benicalap o Nazaret.
Fernando Martínez Castellano 20 Septiembre 2006
Publicado en Las Provincias 22 Septiembre 2006

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