30 abril 2011

TE ACECHA OTRO EMAIL

Se ve venir que el “gratis total”, en Internet, tiene los días contados. Spotify nos va a cobrar. Si queremos seguir escuchando toda la música que nos gusta tendremos que rascarnos el bolsillo. Después vendrá el pago de muchas cosas que ahora están a golpe de ratón. Hasta Mercadona va a sumarnos en el ticket las bolsas. La “Crisis”, la gran excusa, la necesitada excusa, para redefinir muchos usos y costumbres.
Me vuelvo a Internet, a lo que me contaba, días atrás, mi amigo Luís. “Nunca he pisado la Muralla China, pero conozco, cinco mil kilómetros de ella, mejor que el pasillo de mi casa”. “Tampoco he estado nunca en Venecia, pero reconozco cada uno de sus puentes y casi el olor de sus canales”. “Y los Castillos de Baviera”. “Y casi todos los lagos del planeta Tierra”. “Estoy hasta más allá del moño de los correos que se meten en mi ordenador, tengo hasta un desconocido que me envía las Cartas al Director de no sé que periódico, de no sé que año y no sé a que cuento”.
Luís es de los que cree que si hubiera que ponerle a los emails un sello, bastaría con dos céntimos, que irían a UNICEF, nos evitaríamos mucho trasiego de correos que no valen para nada.
Y tiene Luís toda la razón. Nos compramos ordenadores con un montón de gigas, con unos procesadores veloces como el rayo, con unas pantallas con una millonada de pixels. Contratamos accesos a Internet, especulando sobre su velocidad y precio. Dudamos si instalar Chrome, Explorer u otro navegador. Pedimos consejo a algún amigo, antes de abrirnos una cuenta de correo ¿Qué es mejor Gmail, Hotmail?. Repartimos la dirección de correo como caramelos en las Cabalgatas de Reyes. Y a partir de ese momento, comienzan a llegar oleadas de emails. Desde las aportaciones vitamínicas del cilantro, hasta lo peligrosos que son los móviles, pasando por las carreteras bolivianas, culos y tetas, museos rusos, más tetas y culos, jardines vieneses y atardeceres a la orilla de lagos canadienses aderezados con textos tan melosos como ridículos. Y te pasas el día borrando y preguntándote qué mal has hecho para merecerte esto.
Bueno, les dejo, tengo un aviso de que me han llegado unas fotos inéditas, mil veces vistas, más Venecia, y un pintor flamenco.
¿Para cuando el día mundial sin emails ñoños?
fmc
30 Abril 2011

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