En el inicio de la semana, saltó a los medios, la
curiosa medida tomada por el Ayuntamiento de Brunete. La idea, hay que tener
ganas de tenerlas, bautizada como Caca-Express, consiste en enviar, los
cagalloncillos del perro, al domicilio de los amos que miran hacia otro lado,
mientras sus canes hacen caquita o cacaza, y tras haberse aliviado el animal, no
son capaces, los amos, de recoger en unas bolsitas de plástico, baratitas, las
deposiciones de sus bienqueridas mascotas.
Recuerdo, que ya hubo una campaña para colocar
una banderita en cada mierdecita encontrada, pero se agotó la tela y aceleraba la desforestación del Amazonia .
En Valencia, porqué estamos escribiendo y
leyendo, en Valencia, hay jardines grandes y pequeños, hay plazas céntricas y
recoletas, hay aceras en calles peatonales y no, que son auténticos campos de
minas, de minas de mierda de perros que camparon a sus anchas.
No son los perros los guarros, los descuidados son los amos. Los
amos que tienen mascotas porque está de moda, que no saben vivir en comunidad,
qué van a la suya, que les importa un bledo si los esfínteres de su chucho
estallan en el ascensor, en el zaguán, en la acera, o en el primer lugar que encuentran.
Pocos días antes de conocer lo de la Caca-Express
de Brunete, me comentaba una yaya-madre-criadora de sus nietos, que cuando baja
al parque con los críos, casi tiene que llevarlos atados, porque los dueños de
los chuchos, que habían pasado por allí, no los llevaban agarrados con una
correa.
En todas partes, incluida Valencia, se han
recortado los gastos de limpieza de las vías públicas, a la vista está, por
ello cada vez es más necesaria la colaboración de los ciudadanos para mantener
unos mínimos. No se trata, que también lo es, de presentar orgullosos, a
nuestros visitantes, una ciudad limpia, que dice mucho de sus habitantes, es
por nuestra propia satisfacción, por la convivencia del día a día, porque la
ciudad, aunque a veces no lo parezca, es de todos, y todos llevamos una parte
de la responsabilidad de dejarla en mejores condiciones que la recibimos.
Fernando Martínez Castellano
6 Junio 2013
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