Hay que ver la que se ha organizado, por la
visita de Rita Barberá a Mariano Rajoy, imprevista cita de la que se han
filtrado, para cebar el morbo, solo las imágenes, tal como una película muda. ¿De
que asuntos hablaron? ¡No molesten!, es la nueva política de transparencia que
maneja el gobierno. Fue una charla, entre dos patas negras del PP, sobre la
insoportable levedad del ser, los principios aristotélicos, y las leyes
newtonianas, no hay que buscarle más vueltas.
Pero, si aun tenemos el recelo de que pudo ser
una de las cortinas de humo que, tan a menudo, se van a crear este próximo otoño,
para desimantar el 11S catalán, y de paso dar un poco de bebida energética a
los alicaídos cargos peperos, vamos a elaborar una lista de lo que seguro que
no se habló en la reunión digitalizada, y tuiteada en la Moncloa.
Allá va la lista.
Rita y Mariano, así con familiaridad, no hablaron
de las escaleras del metro de Valencia, que llevan meses averiadas y paradas,
ni de los inexistentes reproches del Ayuntamiento del Cap i Casal a la
Consellería de Infraestructuras, por tanto pitorreo en el transporte del área
metropolitana.
Tampoco hicieron apuestas, el jefe de gobierno y
la alcaldesa, sobre el número de
palmeras, cargadas de dátiles y ramas secas, que van a despanzurrarse en el
Bulevar Sur, enfrente mismo de la ¿nueva? Fe, como consecuencia del
mantenimiento cero que están sufriendo.
Me da, que tampoco abordaron lo del extremo
abandono del lago, laguito, estanque del Parque de Cabecera, visitado por miles
de valencianos cada fin de semana, con el agua a punto de putrefacción por una
depuradora rota desde hace muchos calendarios, aun antes que las deterioradas escaleras
del metro.
Estas tres cosas son minucias, propias de una
ciudad tan mal administrada como Valencia en los últimos años. De estas cosas no se habló.
Como el asunto es muy delicado y Mariano había dicho
“ahora no toca” tampoco se atacaría esa pequeña pieza, que es la financiación
autonómica y municipal.
Igualmente no se puso encima de esa mesa tan
absurda que reflejan las fotos, lo del túnel pasante y la no solución de RENFE,
Adif y Ministerio de Fomento juntos.
Lo de finalizar las obras de la Línea 2 del
metro, esa que solo tiene enterrados unos cuantos de cientos de millones de
euros y solo sirve para que se inunde y a algunos les recuerde su viaje a
Venecia, de eso tampoco se charló.
Entonces ya está claro, por eliminación, está
claro.
Como Mariano es muy aficionado al ciclismo, se platicó
del Carril-Bici, asunto estrella en Valencia, y que tanto quita el sueño a los
valencianos.
Entre carriles y bicis, saltó el nombre de
Alberto Fabra. Se habló, vaya si se habló. Saltaron los nervios y los dedos se
hicieron huéspedes. Y apareció el brazo guardián de Gonzalez Pons sobre el hombro
de Rita.
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